—¡Sube! -grita desde arriba de su moto estirandome la mano con su casco, la lluvia seguía y los chicos ya estaban muy cerca, no me quedó más que subirme. Puse el casco y me sujete fuerte del cuerpo del asiático, cuando arrancó, los pandilleros se quedaron parados viendo como nos ibamos, estaban agitados y molestos. Damos una vuelta en "U", Haru pasa justo en frente de ellos por un charco lleno de lodo, el cuál quedó plasmado en la cara y ropa de los gangsters de bajo presupuesto-.
Iba tan rápido que comencé a gritar, tenía miedo que el pavimento mojado nos hiciera caer, o que un auto nos arrollara.
—¡Para ya! -grite lo más fuerte que pude, pero el ruido de mi transporte era más fuerte.
Era una sensación de estar en un juego mecánico de Feria, o una montaña rusa o algo peor. Quería cerrar los ojos, pero no podía, tenía que ver contra qué ibamos a chocar, qué iba a causar mi muerte... cosa que nunca pasó.-Por fin paró, me bajé temblando, quité el casco y comencé a vomitar, Haru no decía nada, sólo miraba mi asquerosa acción con una sonrisa.
—¿Estas bien? -preguntó preocupado pero divertido-
—¿que si estoy bien? -le aviento el casco pero el lo toma como si fuera una pelota cualquiera- ¡¿que si estoy bien?! -grite-
—de nada...
—espera, ¿donde estamos? -mire alrededor-
—aquí vivo -apunta a la casa que estaba detrás de nosotros... ¡Haru me trajo a su casa!-
—debo irme -dije un poco mareada, no me sentía bien para entrar a la casa de Haruka y ver... O hacer... Cualquier cosa, claro, si su intención era invitarme a pasar-
—yo te llevo -sonrío sarcástica- oh... No, ahí no, en mi auto, ven -caminamos a su cochera, tenía tantas preguntas. Su casa era bastante grande, tres veces más que la mía, y tenía varios autos. Me dió un pañuelo para limpiar mi rostro, que por suerte, no salpique mucho, y me abrió la puerta del auto, sentía mariposas, nadie lo había hecho por mi antes-.El silencio era incómodo. Yo mojada, vomitada y casi asaltada, él, como si rescatar chicas fuera su pasatiempo favorito.
—¿Por que faltaste? -quise saber, él solo sonrio-
—la pregunta es, ¿por que fui en la salida de la clase extra?
—¿por que?
—algo me decía que iba a pasar esto, algo cósmico...
—ya en serio...
—nunca había quedado mal con Adrien, pero, no me atreví a entrar
—espera... ¿Estuviste toda la clase afuera?
—así es -comence a reír-
—si que eres extraño
—disculpa niña Normal
—y... ¿Por que te enojaste con...
—¡mierda! ¡Marco y Greg! ¡Escondete! -al verlo tan asustado rápidamente me pasé al asiento trasero, el auto comenzó ir más lento hasta que se detuvo en frente de un pequeño supermercado, dónde estaban sus amigos con más personas que no estaban en la escuela-
—¡Hey hermano! -saludaron, Haru bajo la ventanilla lentamente, por suerte todo estaba polarizado-
—¿que hay?
—te extrañamos, ven, vamos a beber algo -no sabía de quien era la voz, sólo los escuche hablar una vez, cuando fueron groseros conmigo el primer día, aún no sabía quien era quien-
—ahorita no puedo...
—dicen que te vieron en la escuela, ibas en la moto, tu nunca sales en ella, ¿que pasá?
—fui a pedir las tareas
—yo te las mande hermano, no has visto nuestros mensajes
—mi celular, no tiene batería -decía tan natural, se veía que sabía mentir-
—muy bien, entonces, ¿vienes?
—no, tengo que ir a...
—¿una chica he?
—claro, una chica... Bueno, me voy
—¡eso hombre!, nos vemos mañana... -por fin partimos-
—¿ya puedo salir? -mira en el retrovisor para asegurar estar lo suficientemente lejos-
—ya -me senté en los asientos traseros- ¿estas bien? Si quieres pásate para acá de nuevo
—no me voy arriesgar a que esté otro de tus amiguitos por ahí... -me cruzó de brazos- que vergüenza estar conmigo
—no me da vergüenza... Sólo que, es complicado -nos quedamos en silencio unos minutos, hasta que por fin ibmos a llegar-
—da vuelta en la siguiente calle, ahí es... Gracias por traerme -digo molesta y me bajo-
—de nada, para la otra ten más cuidado, te veo mañana alien, y cuida bien esa mochila problemática, primero se te rompe y ahora te la quieren robar -sonreía hermosamente-
—y tu ya no faltes a la escuela... -fué lo único que se me ocurrió-
—no lo haré, necesitamos terminar aquel postre, juntos -me guiña el ojo y arranca-
—¡maldito Haruka Nanase y maldita sonrisa!.... Esa maldita sonrisa...
—princesa, deja de hablar sola y maldecir chinos, y metete porfavor que esta lloviendo
—si papá...
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El Chico Asiático 2.5
De TodoCuando me mudé a Texas conocí a Haruka Nanase en mi nueva escuela. Es un chico asiático misterioso lleno de tatuajes y secretos. Todos saben su nombre, más de una chica esta enamorada de él y más de un chico le teme. Por casualidad coincidí con él...