Estaba profundamente dormida cuando sonó el teléfono. Saqué un brazo y tanteé en la mesilla de noche para localizar el móvil.
-¿Diga? -farfullé.
-¿Has visto la información del canal meteorológico? -me preguntó Clary
-¿Que? -murmuré, intentaba mantener los ojos abiertos y no despertar a Lia -¿Que hora es?
- Cielos despejados, nada de viento, temperaturas sofocantes. Así que iremos a la playa. Ahora mismo estoy despertando a las demás y guardando la tabla de surf -Se puso a cantar a todo volumen Summer love de One Direction. Me encogí y me aparté el teléfono de la oreja.
Me froté los ojos para despejarme y miré la hora. No, no era posible que fueran las seis de la mañana… ¿Lo eran?
-¿Me pongo el bikini blanco o el triangl dorado? El problema es que necesito estar bronceada para ponermelos, El blanco me hará ver pálida y con el dorado cegaré a la gente. Será mejor que me ponga el azul oscuro para broncearme y…
-¿Porque marca las seis y veinticinco mi reloj?- le pregunté intentando despejarme para mantener la energía.
-¿Es una pregunta capciosa?
-¡Clary!
- Siii, ¿Estás muy enfadada?
Colgué de golpe y me tapé con las sabanas. El móvil volvió a sonar. Me tapé la cabeza con la almohada. Clary no se daba por vencida tan fácilmente. Volvió a marcar una y otra vez hasta que por fin lo cogí
- ¿Que?
- ¿El dorado o el blanco?
Resoplé.
(…)
La tres y media de la tarde y fuera el sol ya quemaba hasta la vista. Kelia, Melody y yo estábamos en el suelo de mi habitación repasando que tuviéramos todo en el bolso.
Yo me había levantado peor que nunca, los estornudos habían aumentado, me lagrimeaban los ojos y tenía escalofríos.
- Bien, me parece que está todo -Kelia puso las manos en su cintura.
Me levanté del suelo y cogí de la mesilla papel para sonarme la nariz.
- Nunca había salido con chicas mayores- canturreó Mel.
- No quisiste venir con nosotras ayer al centro comercial -dijo Kelia masticando su chicle
-¿Por cierto que te quedaste haciendo? -pregunté sentada en la cama rascandome la nariz.
Melody se lo pensó antes de contestar.
- Nada interesante -dijo sin levantar la vista de su revista de moda.
-¿Entonces por que no quisiste venir?
Siguió mirando su revista.
- Mel, ¿que escondes?
- Nada, no escondo nada… no quise ir porque… me daba vergüenza ir entre tantas chicas monas, no estoy a vuestra altura -pestañeó dos veces.
Entrecerré los ojos. Claramente estaba mintiendo.
- Oh Mel, tu también eres muy mona- Kelia sonrió
-¿Tu crees?- arrugó la nariz.
- Si no fuera por tu estatura… - Melody le lanzó a la cara el cojín con estampado de melón que tenía contra su pecho.
Melody no es que fuese la chica mas linda de California, pero sin duda lo era en todo el barrio y en kilometros a la redonda, tenía pestañas largas que complementaban sus hermosos y grandes ojos marrones, pelo ondulado y brillante, cejas marcadas y una sonrisa adorable además de su bronceado natural . Aunque su estatura siempre fué un incordio para ella.
