CAPÍTULO 4

7 0 0
                                    

Dejé de pensar en el extraño malestar y me dirigí a mi casa ya que estaba verdaderamente cansado. 

Cuándo llegué busqué a mamá para avisar de mi regreso, la encontré en la cocina, olía delicioso, la abracé por detrás, bese su mejilla y di un bajo 'ya llegue', ella sonrió y beso mi mejilla. Una vez estuvo lista la comida nos sentamos y comimos entre charlas triviales y sobre la escuela.

- Iré a mi habitación.- Dije con voz cansada a mi madre a lo que ella asintió mientras levantaba los trastes sucios.

Rápidamente me quité la ropa y me metí a la ducha, relaje mi cuerpo y dejé que el agua corriera libre por mi piel, me terminé de lavar y salí del baño con una toalla en la cintura y otro secando mi cabello. Sonó mi teléfono pero no le preste atención, ya que estaba mas concentrado en no dormirme parado cada que pasaba la toalla por mi pelo, pero el maldito celular no dejaba de sonar así que lo tome y vi que tenía mas de 5 llamadas perdidas de Angel, extrañado le devolví la llamada.

- ¿Que pasa?- Pregunté aun extrañado.

- Hola Key, podría quedarme hoy en tu casa?- Contestó desanimado. Asentí pero recordé que estábamos por llamada, rodé los ojos mientras sonreía por mi pequeño descubrimiento.

- Claro, aquí te espero.- Respondí aun sonriendo y corte la llamada.

A los 10 minutos llegaron él y Diego, supongo que se quedarán los dos a dormir, en realidad no me molesta, siempre que están aburridos se quedan a dormir conmigo.

- ¿Podrías ponerte algo de ropa? está bien que seamos amigos y hay confianza pero no abuses, hermano.- Dijo Diego entre risas mientras se lanzaba a mi cama.

- Te encanta mi cuerpo, lo se.- Dije burlonamente mientras le guiñaba un ojo a mi amigo el cual no paraba de reír.

- ¿Podemos hablar?- Preguntó Angel serio a lo que dejé de reír y salimos al pasillo.

- Me iré de la ciudad.-  Susurró  bajando la cabeza.

Al escucharlo sentí como el aire se me cortó de golpe, jadee sorprendido y lo mire dolido.

- ¡¿Porque?!- Grite mientras buscaba en su mirada algún indicio de burla, mentira o lo que sea. pero no encontré más que seriedad y culpa, entendí porqué y deseé no haberlo hecho.- ¿Cuando te iras?- 

- Mi padre quiere que regrese a Alemania, está enfermo y quiere que me haga cargo de sus negocios.- Dijo enojado, apretó sus manos en puños mientras cerraba sus ojos antes de mirarme con una seriedad que solo una vez había visto en el y no decía nada bueno.- No tiene mucho tiempo y yo soy quien queda a cargo al ser hijo unico. Pero eso no es todo los quiere a ti y a Diego conmigo...

- ¡ESPERA!, ¡¿QUE?! ¡Estas loco!- Grité entre sorprendido y furioso, ese maldito viejo que se creía para decidir por nosotros algo así.

- Me voy a casar.- Soltó sin anestesia, dejándome completamente aturdido y más furioso que nunca.

- No. Me importa una mierda, él no te puede obligar a casarte con cualquier mujer sin tu consentimiento, podremos irnos contigo pero no permitiré que mi mejor amigo esté con alguien que no ama.- 

Sabía a qué negocios se refería, su padre es un jodido mafioso. Es un traficante de armas y drogas, al igual tiene varios prostíbulos en todas partes del mundo, tiene asesinos a sueldo dispuestos a hacer su trabajo sucio si se los ordena y lo peor de todo es que mi mejor amigo se verá metido en toda esa mierda porque el muy maldito está muriendo. Lo miré con dolor, no quería que se fuera, es muy importante para mi como lo es Diego.

Me acerque a él y lo abracé, el correspondió igual, segundos despues se unió Diego.

- Descuida, estamos juntos, saldremos bien.- Fue mi respuesta a lo que Diego asintio a mis palabras y Angel nos abrazaba aun mas fuerte.

Nosotros pasamos por muchas cosas en Alemanía antes de venirnos al Mante pero parece que la vida se empeña en jodernos cada que se le da su puta gana.

˙·٠•●♥ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ ♥●•٠·˙

POV RAYDEN

Me removí un poco intentando despertar pero deje de hacerlo cuándo el dolor recorrió mi cuerpo entero haciendo que soltara un quejido, al abrir los ojos vi que mi "madre" se acercaba a mí, su rostro mostraba lo molesta que estaba.

- Mira nada mas ¡Eres un inútil! ni siquiera eres capaz de defenderte, ¡no se porque sigues vivo! Nadie te quiere ¡Ya lo sabes! ¡Solo traes problemas!- Gritaba cada vez más furiosa, voltee a ver a mi padre y su mirada era de asco lo que hizo que bajara la cabeza a mis manos aguantando mis ganas de llorar. 

Cuando lo escuche.

- Usted no tiene derecho a  hablarle así al chico, en vez de herirle emocionalmente debería estar al pendiente de él, ¿No cree? no fue su culpa que esa persona lo agrediera, asi son todos con los nuevos, tuvo suerte de que llegáramos y lo ayudaramos.- Dijo el chico con el ceño fruncido y ¿Enojado? dándole una fría mirada a mi "madre" que me dio miedo.

- ¡Rayden!- Gritó mi padre, lo voltee a ver aterrado.- Nos vamos.- Continuó, abrí grandes mis ojos, sabía lo que pasaría al llegar a casa. Rápidamente me levante ignorando los golpes y el ardor en mi cuerpo y salí de la enfermería directo al auto.

A los pocos minutos de llegar venían mis padres y no se veían para nada contentos, los mire en silencio y me adentre al auto después de ellos y nos fuimos a casa.

Temblaba con anticipación, sabía que tanto mi padre como mi "madre" no desaprovecharan la oportunidad de golpearme y desquitar su coraje conmigo.

Al llegar mi padre me bajo a rastras del auto y me tiro en el piso de la sala de estar mientras mi "madre" cerraba la puerta principal. Todo mi ser tembló y las lágrimas se acumularon en mis ojos pero me aguante, no podía llorar, no enfrente de ellos.

- ¡Espero que así aprendas a no meterte en problemas! ¡ Maldito maricón!- Gritó mi padre colérico al momento que pateaba mi abdomen dejándome sin aire y un ardor insoportable. No pude recuperar el aire cuando en segundos se abalanzó sobre mí golpeando mi cuerpo completo.

 Lo único que podía hacer era morder mis labios hasta hacerme sangrar para evitar que algún sonido saliera de ellos. Jamas le daria el gusto de verme suplicar para que pare y eso lo aprendí de la peor manera. Al terminar escupió mi cuerpo y se fue dejándome casi inconsciente, mire mis heridas en casi todo mi cuerpo, me pare con dificultad cayendo en mas de una ocasión y me fui a mi habitación, tenía que limpiar mis heridas.

*•.¸¸❤¸¸.•*

Ya era de noche, no cenet, escuché a mi hermanito avisa que la cena ya estaba lista pero no tenía hambre a lo que simplemente le dije no bajaría. Me adentre al baño comenzando a desvestirme frente al espejo de cuerpo completo, observando cada golpe de mi cuerpo, cada herida, con asco me metí a la ducha  dejando que mis lágrimas se confundieran con el agua y mis sollozos los amortiguaba el sonido de esta. 

Salí de la ducha con solo un pantalón de pijama, me senté en mi cama comenzando a vendar mis brazos y abdomen, fuí a la mesita de noche y del cajón saque una navaja. Mire mi muñeca y sin pensarlo comencé a cortarla como si de papel se tratara, después de varios cortes me quede viendo como la sangre comenzaba a resbalar por mi mano hasta el piso dejándome en trance por unos segundos hasta que me sentí mejor. Regrese al baño, me limpie y vende esa zona, al salir me fui directo a la cama acostándome con cuidado ya que dolía como el infierno, hasta que me quede profundamente dormido.





Hola aqui esta el capitulo 4 espero y sea de su agrado.

Cualquier cosa diganmelo...

Qué les parece? esta bien? esta mal? diganme para hacerla más a su gusto

Mirada GrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora