POV RAYDEN
-¡Rayden! ¡Sí no bajas en 5 minutos iré yo misma a levantarte!- Gritó mi "madre" al otro lado de la puerta, haciendo que me levantara sobresaltado corriendo a la ducha.
-¡Ya voy!- Grité desde el baño. Me duche y salí con una toalla en la cintura secándome el pelo con otra mas chica.
Me presento, mi nombre es Rayden Ortíz actualmente vivo en cd. Mante, Tamaulipas pero nací en Alemania. Por problemas nos mudamos a esta ciudad, soy un chico muy tímido, tengo 17 años, soy de tez clara, cabello negro como la noche algo largo y siempre alborotado resaltando mas mi pálida piel, mido 1.67, mi color de ojos son grises.
Comencé a cambiarme ya que no quería hacer esperar a mi "madre" me puse una playera negra pegada y un pantalón algo ajustado, mis converse negras y alborote un poco mi cabello, bajé al comedor encontrándome con mi hermano menor Joel y mis padres sentados tomando el desayuno, me senté a lado de mi hermano y desayunamos en silencio como lo hacíamos desde hace 3 años atrás creando así un incómodo silencio que solo era roto cuándo mi padre le hacia comentarios a mi hermanito sobre su primer día de escuela y cosas así.
Dejé la mitad de mi desayuno y fui a lavar mis dientes, tome mi mochila y salí de casa sin decir una sola palabra, no hacia falta.
Llegué temprano ya que eran las 6:57 cuándo salí de casa y llegué a las 7:20 para pasar a dirección por mi horario y demás cosas que dan cuando eres nuevo, porque sí, es mi primer día también en esta preparatoria ya que nos mudamos hace dos días y apenas ingresaré hoy, pero bueno eso lo explico después, salí de dirección y me dirigí al que sería mi salón para no llegar tarde o perderme, pero una vez dentro me dieron ganas de ir al baño así que salí de nuevo para ir al baño pero choque con alguien y de paso nos caímos ¡Pero yo encima de él! ¡Dios! que vergüenza, no me moví por miedo a que me quisiera hacer daño, pero al sentir que me movía levanté el rostro y ¡Santa madre! Tiene un rostro hermoso, muy varonil y unos ojos de infarto.
-L...Lo...si...Siento!- Dije muy sonrojado levantándome rápidamente de encima de él, con el corazón latiendo muy rápido por la cercanía con él.-Fíjate por donde caminas.- Dijo él secamente, yo solo bajé la cabeza y apreté mis manos en puños esperando el golpe, golpe que nunca llego. Solo lo ví irse con sus amigos.
-¿Qué hace ahí parado joven? ¿No tiene clase?.- Dijo una mujer algo mayor.
-Lo siento, atendía una llamada pero ya voy al salón.- Dije en tono cansado, ella solo me miro y subió. La seguí y se detuvo antes de entrar a mi salón y volteo a verme.
-¿Es usted Rayden Ortíz?- Preguntó al verme mejor, a lo que respondí con un asentimiento de cabeza y una muy pequeña sonrisa en mis labios.
-Bien.- Dijo para después voltearse de nuevo y detenerse en el marco de la puerta.- Quedate detrás de mi y pasa cuándo yo lo haga y se presenta.- dijo, a lo que solo asentí de nuevo.
Entramos y sentí como todos me miraban con curiosidad o me desvestían con la mirada algunas chicas, pero no le tomé importancia y me presenté con voz suave y algo tímido ya que no estoy acostumbrado a tantas miradas.
-Hola, me llamo Rayden Ortíz pe...pero pueden decirme Ray, soy de Alemanía pero actualmente vivo aquí por asuntos de trabajo de papá, mucho gus...- No termine la frase, ya que al estar recorriendo a todo el salón me tope con los ojos del chico con el que choque minutos atrás.
-Mucho gusto.- Terminé de decir y voltee a ver a la maestra.
-Sientate a lado de Ángel y atrás de Diego.- Dijo ella apuntando a los nombrados y rápidamente capte que estaría adelante del chico con el que choque. Mas rojo que un tomate avancé entre las filas hasta situarme en mi asiento, no volteé a ver a nadie, solo me concentre en la clase.
Hola, aquí esta el segundo capitulo espero y sea de su agrado.
Es mi primer historia cualquier error haganmelo saber...
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Mirada Gris
Genç KurguRayden Ortiz un chico que se mudó de Alemania por el trabajo de su padre tiene que asistir en el último año de preparatoria para poder hacer la vida que siempre quiso y librarse de todo aquello que lo lastima. Con un pasado que lo atormenta, mismo p...