Siempre guardaras un lugar en mi corazón

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Capítulo 1

Elizabeth

—Estoy harto y tú también de esta maldita situación, ¡YA NO SOPORTO!—No puede ser otra vez están discutiendo, los escucho mientras estoy bajando las escaleras de mi casa y me detengo al escucharlos.

—¿Sabes? Si no fuera por mi hija ya me hubiera ido desde hace tiempo atrás.

—No te hagas el padre abnegado ahora, nunca la quisiste, la despreciaste e incluso querías que la abortara ¿o no recuerdas?

—¿Eso es cierto padre?—Pregunto mientras camino acercándome a él.

—Hija, sabes que te amo con toda mi vida y jamás permitiría que te alejaran de mi lado—. Me abraza y me besa.

—¿Por qué no le dices la verdad?—Frunce el ceño y dobla sus brazos mi madre.

—¿Sabes? Lo lograste. Dile la verdad porque ya no te soporto un minuto más, de hecho siempre quise hacer esto ¡me voy!

—¡¡Padre!! —Mis ojos se cristalizaron—. No te vayas, no me dejes.

Se agacha a mi estatura y me da un beso en la frente.—Siempre guardaras un lugar en mi corazón—. Abre la puerta y se retira.

—Es un cobarde eso es lo que es tu padre.......

—Me corroe verte, desearía no haber nacido. ¿SI TANTO ME ODIARON POR QUÉ NO ME ABORTARON?—Corro precipitadamente a mi habitación y cierro fuertemente la puerta.

~~Un año después ~~

Amanecí en este mismo lugar, en esta misma casa, con la misma y detestable madre, nada ha cambiado ni siquiera yo, salvo la existencia de un padre ausente que probablemente es lo que siempre mi madre había dicho sobre él, un cobarde y yo justificándolo todo este año que no ha estado presente y ni he recibido señales de vida ni de cariño.

¿Quién eres Elizabeth?

Quizá soy una chica como cualquier otra con una familia disfuncional, digo creo que pertenezco a la mayoría de familias en este automata y catastrófico mundo.

Una chica con un cabello lacio negro que se ve opacado, creo que un corte me vendría bien; una chica con muchos sueños que de hecho son inalcanzables; una chica con ojos claros agotados de llorar y probablemente con miopía; una chica con una estatura acorde a mi edad, mas no la que hubiera deseado, ya que para ser una modelo debería ser mucho más alta......

Tocan la puerta de mi recámara—. ¿Quién es?—Reacciono mientras me estiro al levantarme de cama.

—¿Quién más? ¿Tu padre? Nadie más vive en esta casa—. Lo dice sarcásticamente.

Le abro la puerta.—Madre sabes que odio esos chiste de mal gusto—. De pronto se acerca mi mejor amiga Cynthia y me da un fuerte abrazo mientras mi madre carga un pastel en sus brazos.

—¡Feliz cumpleaños amiga!—Se nota mucho más emocionada que yo—. Ya tienes quince amiga....

—Sí ya estoy algo mayor—. Respondo desanimada.

—Se van a quedar ahí todo el día porque el pastel se va a derretir.

—Madre vas de Nuevo.......

Me cantaron ambas mi cumpleaños número quince. Fue bastante moderado, no era como lo desearía, no obstante tengo una madre que me quiere como yo a ella y a mi mejor amiga que ha sido parte fundamental de este año.

Se inca mi madre y me pregunta:

—¿Por qué estás tan acongojada cielo?—¿Cielo? Primera vez que me llama con ese adjetivo.

—Madre no lo sé, sólo me siento de esta  manera, no lo puedo evitar.

—Me encantaría llevarte a Orlando como todas las señoritas de tu edad, pero tu padre me dejó sola y en esta circunstancia y no puedo ofrecerte más que esta torta, y sé que probablemente lo apoyes y me culpes de yo ser la responsable, pero el desgraciado no merecía estar aquí—. Y va de nuevo ¿qué no le enseñaron educación a esta señora?

—Ni me lo menciones, no quiero hablar de aquella persona.

—Entiendo......

—Además que si deseara viajar, lo haría fuera de este país y no en otro Estado.

—Lo sé, así que ve ahorrando desde ya porque mi persona dudo que pueda complacerla—. Era de esperarse su respuesta.

—¿Por qué eres tan repudiable?—Tenía esa pregunta en mi cabeza desde hace mucho tiempo atrás, creo que desde que nací.

—Me tengo que ir, algún día te responderé; mientras quédate con la incertidumbre.

—¡Madre!

—Ya déjala ir—. Habla Cynthia.

—Ya te retirar Madre.

—De hecho te puedes ir a la fiesta que me platicó Cynthia.

—¿A qué fiesta te refieres? —Yo consternada reacciono.

—Bueno de seguro van—.Habla mi madre mientras abre la puerta—. No me esperes despierta cariño—. Lo dice mientras está apunto de cerrar la puerta e irse.

—MADRE—. Cierra la puerta.

—No importa amiga, a pesar que tu mamá está rara hoy, siempre ha sido así—. Dice Cynthia.

—A ver "Amiga" ¿De qué fiesta se refiere mi madre?—Veo sus gesto inéditos.

—¡¡Amiga!! Es la fiesta de la fraternidad. Sólo serán universitarios—. Que emocionante—. Y no conforme estará nuestros crush amiga, y obviamente que si no nos prestan atención, habrá más chicos para ligar.

—¿¿Enserio estará Clay??

—Él y otros amiga—. Me mira con un rostro morboso—. Por supuesto no vino de Massachusetts Boston, a estudiar acá, probablemente vino por ti.

—No digas tal cosa absurda Cynthia, jamás se fijaría en mí, de hecho él nunca supo que me mudé a Nueva York—. Lo digo recordando la última vez que lo vi.

—Llamando a mi amiga de Boston a Nueva York—. Pone su mano en su oreja en señal de movil moviéndola simultáneamente.

—Hahaha, hago memoria de cuando éramos más pequeños y nos columpiábamos en el parque, como le extraño—. Lo digo nostálgicamente.

—¡Adivina!

—¿Qué?

—Él estará ahí..... amigaaaa—. Es muy intenta, aun así la quiero, siempre me cambia el animo.

—No sé que vestiré.

—¡De eso yo me encargo!

Aborto, Lo Que Nunca Pude DecirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora