Violación

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Capítulo 3

Violación: Delito que consiste en tener relaciones sexuales con una persona sin su consentimiento o con un consentimiento obtenido mediante violencia o la amenaza.

Elizabeth

—¿Clay eres tú?—Pregunto en un abrir de ojos.

—John sería genial que nos dejaras a solas—. Sí, en efecto era él.

—Bro no tienes que pedírmelo, te dejo....¿qué será que tiene esta lindura?—Masculla mientras se retira.

—Tiempo sin verte Elizabeth—. Lo veo diferente, ya no es el mismo de antes—.Haz cambiado lo suficiente para verte tan hermosa como una rosa—. Algo ha cambiado, no es el mismo.

—Tú igual, luces muy guapo y fuerte, creí que me habías olvidado.

—Nunca—. Reacciona Clay—¿Quieres entrar?

—Lo he querido desde el principio de la noche y heme aquí—. Suelta una carcajada.— ¿De qué rayos se supone que estás disfrazado?

—No lo sé......—Vuelve a reírse introspectivamente.

///

No puedo creer que mi principe me llegara a rescatar de la mano de ese canival de John. Tenía miedo, pero a tu lado me siento segura.

No puedo creer que te acordaras de mí después de un gran lapso de tiempo que ha pasado sobre nosotros. Tus ojos azules como los míos, tu rostro tan pálido, tan alto, fuerte y mucho más atractivo que la última ocasión que te vi. No sé si pueda de vuelta enamorarme de ti, aunque probablemente tengas a alguien más y paso yo sigo siendo ilegal ante la ley al igual que tú, aun así ya pronto cumplirás las mayoría de edad, y yo por mi parte ma haría falta 6 años, los mismos que nos diferencia y a pesar de que probablemente no me esperarás, jamás te enamorarías de alguien de mi edad.

—¿En qué piensas?—Me pregunta Clay al verme de esa manera pensativa.

—No lo sé......¿Puedo hacerte una pregunta?—Se me vino justo a la cabeza esa pregunta.

—Te la respondo si deseas pasar a mi habitación—. Te seguiría a todas partes, hasta el fin del mundo.

Me toma de mi brazo con el suyo cálido y me sujetó subiendo las escaleras, repentinamente veo a Cinthya bailando con un chico desconocido de la fiesta, vaya pero que rápida es. Me mira con ese rostro doble sentido mientras voy subiendo a la segunda planta y no entendía por qué.

Me lleva a su habitación, estamos a solas ambos y el ambiente se pone tenso.

—¿Señorita usted bebe?—Me pregunta.

—Quizás. Su acento aún no se ha perdido, me sorprende.

Estoy es su cama mientras me ofrece un vino bastante fuerte, de hecho ni siquiera había tomado una gota de alcohol en mi vida. Pero tenía que ser determinante y fingí como si siempre bebiera.

—Pensé que no bebías alcohol.

—Hay muchas cosas que no sabes de mí.

—Pero tu rostro se hace reflejar lo inocente que eres, probablemente ni siquiera haz tenido tu primera vez—. Enserio aún me sigue viendo así como una niña para que él me mire de esa forma, determinación ¿lo recuerdas?

—¿Cómo puedes afirmar algo así, quizá puedan ser algunas falacias?

—De hecho no afirmé nada, pero podemos comprobarlo.

—¿Cómo?—Reacciono y me pongo muy nerviosa.

Empieza a besarme en el cuello y no puedo resistirme a él. Sus caricias me hacen sollozar y sus besos sobre mis labios me hacen sentir única......de pronto alguien toca la puerta agresivamente, cómo aún no nos habíamos desvestido el decide abrir la puerta para saber quién, tal vez sea de importancia, aunque creo escuchar una voz como la de John. De todos modos, sé que esto no es real y él ahora mismo se está dejando llevar por sus emociones y jamás me podría ver como su chica, de hecho todos los chicos de la fraternidad, tienen novia, pero como seguramente no están supongo que hoy es un día donde ellos se dan el privilegio de hacer lo que quieran.

Y no soy la excepción, pero me basta con tener una parte de ti en mí, y que mi primera vez sea junto a ti.

Clay

Al abrir la puerta me percato que es John de vuelta, cierro la puerta.

—¿Cómo haces para meter tantas viejas ahí en tu habitación bro?—Pregunta sádicamente.

—¿Sólo vienes a eso? Interrumpes algo muy importante—. Intentó abrir la puerta.

—No Hermano, desde que la vi no sale de mi cabeza esos ojos azulados que revuelve mi mente y no sale de ella. ¡Véndemela!—¿Qué?

—Ni siquiera he hablado con ella.

—No necesitas tu poder de comvencimiento para influirlas a que se vendan viejo y lo sabes bien.

—¡Ella no está a la venta!

—¡Vamos! Sabemos lo que haces con las chicas, te acuestas con ellas, las drogas y se las das a tus cliente y ella ni cuenta se dan.

—No, es mía y sólo mía—. Qué se cree este tipo, ella es muy especial jamás haría semejante atrocidad.

—Te voy hacer un oferta por ella, soy capaz de darte 5 mil grandes, pero las reglas las pongo yo.

—No sé.......¿serías capaz de darme esa cantidad por unos 15 minutos probablemente?—Porque dudo que más de ahí no tardas.

—Sí, los necesitas o no recuerdas que tu verdadera novia justamente necesitas 5 mil para su operación en los bronquios, aparte nadie se dará cuenta, ni ella misma.

—¿Quién te dio esa información?—Quedo asombrado con lo que me había dicho no obstante era cierto, lo siento por defraudarte Elizabeth.

—Eso no importa ahora, en esta ocasión quiero que tú disimules que vas a tener sexo viejo, no sé, acaríciala y luego la drogas sin que la toques.

—P-Pero no sería contraproducente, así quizás si se percataría que alguien que no era yo la tocó.

—Por algo tiene valor como ese. Así que son mis órdenes y mi ley viejo. Ya si quieres después cogertela. Lo puedes hacer.

—Ok

Abro la puerta, me acerco a ella caudalosamente y subo encimo de ella y le pregunto en el oído:

—¿Aún quieres hacerlo?—Susurrándole.

Me contesta susurrando—Sí........

Es ahí donde tomo una pañoleta y la presiono sobre su rostro hasta dormirse.

Dejó pasar a John cuando de pronto el se empieza a desvestir con prisa, parece un lobo hambriento. Me voy nostálgico de la habitación y al abrir la puerta escucho como empieza a bostezar Elizabeth y .......¡se despierta!

Aborto, Lo Que Nunca Pude DecirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora