Capítulo 5: Mi Collar

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Mis ojos lo dibujan en mis sueños, entre los cuerpos que me rodean, tanto rojo, tanto olor putrefacto y delicioso...

Intento no buscarlo, intento hacerme ver que yo lo alejé, que huyó de mi. Que él lo esperó pacientemente y lo alejó de mi.

Pero sé que es pura mierda.

Me levanto, un rubio que no es él, que no tiene su aroma yace al lado mío en la cama. Bufo aburrido.

Necesito a Bakugou.

Hago caso omiso a los ronroneos del extraño y lo despierto para echarlo en medio de la madrugada. Me da un cachetazo que merezco y me visto apenas da un portazo. Salgo a buscarlo entre las calles, mi pecho cruje sabiendo que ruega por mi, que me necesita como yo a él.

Mis pies apuran el paso siguiendo los latidos y su perfume único.

Llego a un edificio en el que me adentro como si yo viviese allí, manos en los bolsillos que se abren y cierran con fuerza. Percibo el aroma a sexo y dolor, el aroma a sus lágrimas, mi vientre palpita casi haciéndome vomitar apenas escucho un alarido. Es él. Mis oídos lo oyen a lo lejos, pero está allí. Él está allí.

Mi lado bestial sale apenas abro la puerta y una marea de aromas me golpea, en la sala hay una compuerta en el corazón del piso de parqué que logro ver por la alfombra corrida.
La abro y...

Sus gritos ahogados, me llevan a la visión más enfermiza que vi en mi vida.

Él estaba siendo brutalmente violado por el bastardo mientras este lo apuñalaba una y otra vez bebiendo su sangre entre risotadas maniáticas. Mi lobo interno rompe el pellejo de mi piel humana, destroza mi carne, mis músculos... Cada fibra de mi es estirada y reformada, el pelo blanco me cubre y mis fauces rodean la cabeza de Todoroki, arrancándola de prepo.
Una lluvia de pétalos escarlata nos baña a los tres cada vez más y más con cada extremidad desmembrada del vampiro.
Devoro y vomito casi al instante los restos, repentinamente, entre tanto descontrol una mano frágil acaricia mi lomo.

Sus lágrimas caen entre espasmos provocados por su llanto colérico y desesperado.

- ¡¿Por qué te tardaste tanto, pelos de mierda?!

Me abraza hundiéndose en mi pecho, mientras vuelvo a mi forma humana.

- Vamos a casa, pequeño.

Lo cubro con mi chaqueta y me lo llevo atravesando el bosque, en mis brazos.
Mi hogar silencioso nos recibe, me encargo de bañarlo y limpiarlo, a pesar de que no deja de insultar y pedirme perdón. Lo abrazo, ignorando su desnudez. Su piel sana y se recompone excepto donde está mi marca. Acaricio esa zona y sus vociferos cesan, se separa de mi y sus ojos... Esos malditos ojos me absorben. Su peculiar aroma amaderado y potente me envuelve en una ola de negros y bordós.

- No es necesario... - Mi voz sale más gruesa de lo que me gustaría. Ese perfume rojo como él se desvanece y sus labios se unen con timidez a mi mejilla. Sus brazos rodean mi cintura y su rostro, angelical y tierno, choca contra mi pecho.

- Ahora si estoy en casa... - Susurra bajito.

Mierda. Debo controlarme.

Le paso una camiseta y un pantalón que le quedan perfectos y lo llevo al cuarto de huéspedes.

- Duerme conmigo como antes, Kirishima...

Ese brillo carmín de sus orbes choca contra los míos, emiten miedo y dudas. Él toma mi mano y me lleva a mi propio cuarto.

Mi respiración se entrecorta.

El camino de fuego me embriaga, es como si tuviese una correa puesta de la que él tira y me obliga a estar a su disposición como un perro domesticado.
Y siendo totalmente honesto, amo ser su mascota. Quiero que juegue conmigo, que me llene de amor e insultos dulces, quiero que domestique cada hebra de mi ser. Quiero ocultarme entre sus piernas. Es mi Amo y Señor y es tan enfermizo que su mirada fugaz y picante me obliga a estrellarlo contra la puerta cerrada del cuarto apenas entramos y volver a marcarlo.

Mis colmillos de internan en su carne y piel y me brindan ese sabor dulce y metálico que tanto adoro. Mis manos se ajustan a sus caderas presionando contra las mismas, cuerpo a cuerpo. Él gime "más" en mi oído y es la primer orden de la noche. Su aroma explota en mis fosas nasales. Mis ojos buscan los suyos y están tan sumergidos en su lujuria que...

- ¿Me vas a hacer rogar, maldito?

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ADVERTENCIA: Ésta historia contiene lenguaje soez, sexo explícito, violencia y dolor emocional.
Los personajes utilizados le pertenecen a Kouhei Horikoshi de su obra Boku No Hero Academia. La portada pertenece a su autor.
Gracias por leer.


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