Capitulo 4: ¿Que sucede?

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-Soul-

A la mañana siguiente me encontraba en mi cuarto haciendo la misma rutina todos los días. Al bajar las escaleras como siempre lo hacía, salude a mi mama, desayune, lave los platos, ya lo sé soy limpio, agarre mi mochila y salí de la casa despidiéndome de mi madre.

En el trayecto que hacía de mi casa a la escuela decidí escuchar música agarrando los audífonos que se encontraban en el bolsillo derecho de mi pantalón, los empecé a desenredar conectándolos a mi celular y poniendo una canción de mi agrado.

Me encantaba escuchar música mientras caminaba, al menos podría despejar mi mente por un rato y olvidarme de todo lo que me rodea pero mi concentración se desvaneció al sentir una presencia que se encontraba detrás mío, mis manos empezaron a temblar, en realidad había quedado en un estado de shock, no quería voltear y encontrarme al gorila de Neithan y ahora que lo pienso ayer no pensaba en él como un mono gigante sino más bien lo mencionaba con su nombre ¿Qué extraño? Pero ya no me importaba, me da lo mismo lo que piense él.

-¡Soul espérame¡- apenas y alcance a escuchar una vos femenina, suspire de alivio al momento que esa persona se acercaba a abrasarme.

-¡Asuna! ¿Pero qué haces?                                                                              

-Abrasarte baka!, antes que llegue tu novio.

-¿De qué rayos hablas? Yo no soy gay-le afirme. Yo no soy gay y menos estaría con una persona como Neithan ¿Qué? Maldición otra vez pensando en el ya me estoy empezando a enfadar conmigo mismo.

-Claro claro lo que digas, pero admítelo te gusta- me empezaba a dar miedo, ponía una cara de pervertida.

-¿Podemos dejar de hablar de eso? Me incomoda mucho- mis mejillas se ruborizaron intente esconderlas bajando la cabeza pero luego decidí que se vería muy obvio y pensaría que estoy ocultando algo.

-Entonces… ¿Por qué estas rojo?- su sonrisa se extendió cada vez mas y mas.

-¡No estoy rojo¡ Solo que hace mucho calor… y mi piel es muy sensible.

-Hmmm….Lo bueno es que “el” no está aquí si no esto se pondría algo emocionante.

-Pervertida- susurre.

Sin darnos cuenta ya habíamos llegado a la escuela. Este día empezaba a empeorar cada minuto que pasaba. Nos fuimos a nuestros respectivos salones y al entrar inmediatamente sentí la mirada del gorila.

-Neithan no te quita la vista de encima- me susurro Asuna.

-No me lo digas- dije sarcásticamente pero por lo visto no lo capto.

Nos dirigimos cada uno a nuestros asientos yo deje la mochila a lado de la silla.

Me fui con Asuna, hablamos por unos minutos hasta que llego el profesor de física, una de las materias que más odio.

Todos nos sentamos. Por fin tuve valor para ver a Neithan espera ¿Otra que lo menciono con su nombre? ¡Demonios!. El seguía en la misma posición desde un principio, sentado, sin hacer ningún movimiento como estatua solo observándome. Cuando nuestras miradas se cruzaron me ruborice inmediatamente pero no fue por sus ojos sino porque me acorde el embarazoso suceso que me hiso pasar ayer.

-¿Por qué me miras tanto?- susurre tratando que nadie más me escuchara.

-Busco una parte de tu cuerpo que no me guste…pero ¡es imposible!- ahora ya no estaba ruborizado ¡estaba rojo¡

-¡Cállate¡ Alguien te podría escuchar- volví a susurrar.

-¿Y qué? ¿Te avergüenza que sepan lo nuestro?

-Ya deja de decir eso YO…NO…SOY…GAY.

-No dijiste eso ayer… en tu casa ¿Lo recuerdas?

-Deja de acosarme, yo no te puedo gustar apenas y nos conocimos ayer.

-Fue amor a primera vista y eso quiere decir que tengo oportunidad.

-Soul, Neithan ¿Tiene algo que compartirnos?

Bendito sea el maestro, me acaba de salvar de una plática nada buena.

-Sí, me gusta alguien- afirmo Neithan volteándome a ver.

-No me interesan sus situaciones amorosas ya habrá tiempo de hablar de eso pero mientras pongan atención se los digo si quieren pasar los exámenes.

Mi cara no dejaba de estar roja, podía escuchar los demás murmurando y volteándonos a ver eso me hacía pensar que tal vez lo malinterpretaron.

Se había acabado las primeras horas. Esta vez no traía dinero, mi madre me preparo el desayuno –un sándwich- no me gustaba mucho pero era mejor que no comer nada.

No me había dado cuenta que era el único que estaba en el salón. Quería ir al patio a despejar mi mente otra vez y aparte quitarme la vergüenza que tenia.

Me había acostado debajo de un árbol contemplando las hojas mientras comía mi sándwich de pollo. Poco a poco me empezó a ganar el sueño cerrándolos completamente. Obviamente no me podía quedar dormido pero llego un momento en el que ya ni sentía la luz del sol sino una enorme sombra me cubría toda la cara. Abrí los ojos lentamente sintiendo una respiración que hizo que mi piel se erizara. Al momento de abrir mis ojos completamente sentí como mis labios se ponían húmedos haciendo que mis ojos se abrieran como platos.

Dulce o Truco (yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora