Capitulo 10: Un doctor muy peculiar.

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Soul

Solo han pasado dos días desde que entre a la escuela y lo único que me ha pasado es conocer a un pervertido acosador, con eso basto para arruinarme la vida.

Ya era hora de irme a la escuela y todavía seguía en la cama, no me podía levantar, me sentía fatal. Coloque mi mano en la frente pero no se sentía caliente. Trate de llamar a mi madre, ella subió las escaleras y cuando me vio tenía una cara de sorprendida.

-¡Oh dios mío, te vez horrible!- Se acerco rápidamente a revisarme.- Estas muy rojo, tengo que llamar al doctor.

“Tan mal me veo”, pensé. No me gusta enfermarme excepto cuando es temporada de exámenes y que no haya estudiado hasta finjo para no ir.

-¡Hijo ya llame al doctor dijo que en unos minutos llegaba!- Grito mi madre desde la sala.

Y como había dicho mi madre en unos cuantos minutos había llegado el doctor. Estaba tan enfermo que podía escuchar todo lo que ocurría, los pasos que daban al subir las escaleras, los automóviles que pasaban, los niños que caminaban en la calle, todo.

-Bebe, llego el doctor Usui.

En eso entra un hombre alto, fornido, su cabello era castaño y con ojos verdes y obviamente con su bata blanca.

-Buenos días, así que este es el paciente- Dijo el doctor con una sonrisa “Esa sonrisa la conozco de algún lugar”.

-Si es mi hijo Soul, ahorita vengo voy a hacerle el desayuno- El doctor asintió y mi madre se fue.

-Bien ahora chequeare tu temperatura- dijo el sacando algunos aparatos de una caja que traía con él.

Luego puso un termómetro en mi boca y se la paso viendo el reloj de su mano durante unos cinco minutos, ya al final me quito el termómetro.

-Mmmm… Si definitivamente tienes la temperatura alta, lo mejor sería si te das un buen baño con agua fría- dijo y seguía con su sonrisa que me daba escalofríos con tan solo mirarla.

-¿Enserio? ¿No cree que eso va hacer que empeore?- pregunte ya que se supone que cuando tienes la temperatura alta lo mejor es estar en la cama con una toallita húmeda fría en la frente.

-jajajaja claro que se escuchara raro pero es lo más rápido que puedes hacer- hizo una pausa- Además estas en días de escuela, no puedes faltar.

-De todas maneras no quiero ir y ya es tarde para llegar a tiempo.

-Me recuerdas a mi hijo a él tampoco le gusta la escuela y a veces finge pero como soy doctor es obviamente se que esta fingiendo.

-¿Y cuántos años tiene su hijo?

-Tiene 17 años se parece a mi aunque sus ojos no son verdes son azules- Inmediatamente un escalofrió recorrió mi cuerpo recordándome al gorila.

-¿De casualidad su hijo no se llama Neithan?- Ni querías preguntar pero quería sacarme de esa duda.

-¡Sí! Espera ¿Cómo dijiste que te llamabas?- “Este tipo está actuando raro” me sujeto de los hombros esperando la respuesta.

-Soul ¿Por qué?- Sentía que algo no muy bueno me estaba a punto de ocurrir.

-No te dijo Neithan- yo negué.- Mi hijo es gay- Aunque yo ya lo sabía me había quedado petrificado y el doctor todavía me sostenía de mis hombros.- Y ahora me acuerdo, me dijo que tenía una pareja y él se ¡llamaba Soul!- se me quedaba mirando con los ojos como platos mientras que yo no podía decir nada ¡No sabía que decir, tenía miedo!- Tu eres mi yerno.

Sin darme cuenta en ese preciso e incomodo momento había llegado mi madre con el desayuno en una bandeja de metal.

-¿Yerno? ¿Neithan? ¡¿Gay!?- y se desmallo “Ahora si mi vida está completamente arruinada”

El doctor cargo a mi madre hasta el sofá y por el susto que me había dado me alivie sin tener que meterme en la bañera con agua fría pero aun así me sentía un poco débil y comencé a limpiar la comida que había caído al suelo.

-Perdón, estaba tan emocionado de conocer a mi yerno- dijo el doctor sentándose en una silla de la cocina con la mirada hacia abajo.- Oye mi hijo no es el de abajo ¿verdad?- pregunto el doctor. No pude evitar sonrojarme “que pregunta más incómoda”.

-La verdad es que yo no soy gay aunque yo ya sabía que Neithan era Gay.

-Ya veo y ¿no quieres ser mi yerno? Te cuidare como si fueras mi propio hijo- dijo el doctor juntando las manos y tratando de poner cara triste.

Quería decir que no.

-Ya vio lo que le paso a mi madre de milagro no le dio un infarto.

-Entonces en un sí, solo que tengo que convencer a tu madre- se veía muy feliz y como si fuera fácil convencerla.

“En que lio me acabo de meter”.

Dulce o Truco (yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora