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Catalina:

La Emilia estaba mal.

No sonreía, con cuea hablaba y solo salía de su casa para venir al liceo. Ya habían pasado dos semanas desde que ella y el Bruno dejaron de hablar, pero son más hueones, porque es obvio que se quieren, si hasta sus miradas y actitudes los delatan cuando estan cerca.

¡No era la misma y me preocupaba!

—Cata, ¿podemos hablar?— escuché la voz del Max y levanté la vista, porque estaba escribiendo algo en un cuaderno en el patio central.

—Sí, dale.— me senté en la escalera de cemento que había y dejé las cosas que tenía en mis manos.

—Ya, es que terminé con la Caro.— lo quedé mirando y él solo sonrió.

—¿Y?— levanté una ceja, porque no entendía nada.

—Es que podemos intentarlo.— me tomó de la mano y yo la aparté.

—No quiero ná' contigo, hueón.— lo empujé.

—Pero, tiramos y...— lo interrumpí.

—A ver, que hayamos tirado no significa que te quiero, en volá quería olvidar al Ignacio contigo y no funcionó.— me crucé de brazos.

—¿Cómo erí' así?— su expresión era bacán.

El pelao' siendo pisoteao'.

—Me importa un pico tus sentimientos, chao.— tomé mi cuaderno y me fui a la sala.

¡El hueón insoportable!

Entré a la sala y del marco de la puerta, observé que estaba la Emilia con la cabeza acostada en la mesa.

—¿Emi?— lentamente, me acerqué a ella y la escuché sollozar.—Emilia.— la moví y levantó la cabeza para mirarme. No estaba llorando, pero estaba empezando.

—¿Que pasa?— intentó taparse los ojos, pero sabía que quería llorar.

—Sale al recreo, hueona.— la tomé del brazo e hice que se parara.—No podí' seguir así po.— la reté.

—Pero, Cata, me siento pal pico.— me hizo un puchero.

—Ya, a ver, anda al baño a lavarte la cara y nos vemos en el kiosco.— le avisé y salí de la sala, dejándola sola.

[...]

Pongan la canciónuwu

Emilia:

Tomé mi celular y los audífonos y salí al recreo. Cuando salí al pasillo, me puse la capucha y comenzó a sonar I wanna be your girlfriend y me animé un poco.

En vez de decir "Oh, Hannah", debería ser "Oh, Bruno".

Mi mente no podía olvidarlo, era imposible no pensar en esos ojos cafés y medios achinados, o en esa altura que me hacía sentir tan pequeña, o en esa sonrisa que por alguna vez, extrañamente, fue para mí.

Cuando llegué al baño, habían unas pendejas de 1ro medio hablando y me quedaron mirando, yo solo las ignoré y me lavé la cara. Mi cara decía todo y nada a la vez, pero se notaba en mis ojos que no podía con tanta carga emocional.

Me sequé la cara y salí del baño, caminaba hacia el kiosco y cuando bajé la escalera, me di cuenta de que el Bruno estaba con una cabra hablando y riéndose.

<<Olvídalo, erí' muy ahueoná>>, pensé.

Bajé las escaleras con toda la pena del mundo y cuando llegué al kiosco, ya ni la canción me animaba.

¡Por la chucha!

¡Quiero ser su polola y no su amiga!

—Toma.— la Cata apenas me vio, me dio un té helado que había comprado.—Sé que te gusta y necesito que estés con ánimo pa' la fiesta.— hizo un puchero y me hizo cariño en el pelo.

—Gracias.— susurré y abrí la botella. Tomé un poco y recordé algo.—Quiero una chela.— dije y la Cata se cagó de risa.

—¡Ya estai volviendo a ser la misma de antes!— gritó y me abrazó.—Supongo que vai a venir a la fiesta.— dijo separándose de mí.

—Sí, creo.— hice una mueca.—Realmente no quiero ver al Bruno.— susurré.

—Ya, pero ignorar es mejor que darle importancia.— me aconsejó.

—Es que, sí, lo sé, pero ignorar no sirve cuando quiero olvidar.— me iba a poner a llorar.

—Nunca lo olvidarás si él no te deja ir, está jugando solo, cuando tu te saliste del juego hace rato.— me abrazó.

Es que yo siento que es un juego en el que estoy destiná a perder, donde no tengo a nadie y donde el Bruno siempre termina ganando, sin peso emocional.

N//A: pensar que me siento igual, pero nadie hace nada, porque a veces es mejor dejar pasar las penas y que las miradas se queden en el aire, como lo que siento...

-WeaOriginal🌚✌

➤Nos ahueonamos 《CHILENSIS》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora