cinco

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espero no volverte a ver en la vida!

mientras me voy alejando de la cabaña, no puedo evitar querer que se habrá la puerta de ella, y salga Ammón corriendo, me coja del brazo y me dé un beso.

solo le conozco de un día pero, tengo esa esperanza.

claramente esto no es una película ni una historia de amor a sí que mi príncipe de ojos marrones no corrió tras de mi.
no puedo evitar que se me caiga una lagrima.
no me gusta gritar a la gente.
para mi suerte, mi madre venía a lo lejos a recogerme.
por fin llegaría a mi casa, y dejaría atrás a ese estúpido de Ammón.

el momento en el que me subo al coche no lo olvidaré jamas.
mi madre se desabrocha el cinturón, le salen dos lagrimas de los ojos y me da un abrazo.

no sabía que yo le importara tanto. nunca me lo había demostrado.

mamá lo siento.

-hija, no digas nada, lo importante es que estés bien.

—siento que te debo una explicación.

-no me hace falta, es tu vida, yo solo quiero ver que estés bien y que no te haya pasado nada malo.

wow mamá.

en el trayecto a llegar a casa, hablamos como si no hubiera pasado nada, me dice que dentro de una semana es la fiesta del pueblo.
las organiza mi padre, siempre trabaja, y cuando llegan las fiestas esta más tiempo en casa, es lo que más me gusta de estas fechas.

después de casi una hora ya hemos llegado por fin.
no sabía que me había ido tan lejos.

entrando a casa siento un alivio, nunca me había sentido así.
por fin respiro tranquila.
subo a mi habitación, me doy una ducha de agua fría, y salgo del baño con la toalla.
me siento en mi cama con mi música, me voy a poner a revisar los mensajes de mi teléfono.

*tienes 3 mensajes de el grande*

es mi mejor amigo, el único que tengo.

[el grande]

Juuunoo          
(17:28)

¿nos vemos hoy por la noche? te echo de menos.(17:29)

llevo cervezas
(18:01)

voy a llamarlo, le tengo que explicar todo.

-wow, Juno vaya aventura. te pareces a Dora la exploradora.

—eres muy tonto enserio.

-es la verdad, y el Ammón ese, ¿es guapo?

—para mi si, no es muy alto, ni se le veía tan fuerte pero para mi era perfecto. asta que abrió la boca.

-¿más guapo que yo?

—eso no viene al caso Sean.

-eso es que si.

—quedamos esta tarde para las cervezas ¿o no?

-19:30 donde siempre.

—adiós tonto.

-adiós tonta.

-¡¡¡Juno a comer!!!

—¡ya voy mamá!


ya estoy en la plaza.
es nuestro sitio, siempre venimos aquí desde pequeños.
que ironía.
antes siempre jugábamos en el parque y ahora venimos aquí a emborracharnos.

la brisa es fría pero suave, se acerca el invierno por fin.
unas cuantas nubes cubren el cielo, tienen un color grisáceo. me siento en unos bancos de madera que hay cerca del parque.

-¡Juno!

—¡ehh! Sean, que feo estás.
nos damos un abrazo y él me da un beso en la mejilla, lo que le cuesta mucho ya que me saca dos cabezas.

-este feo ha ligado.

—¡¿con quien?!

-ayer al no quedar contigo vine al parque y me encontré a una chica, hablamos y me ha dicho de quedar otro día. ¡¡¡por fin!!!

—me alegro que a ti te haya ido bien. —le digo tristemente.

-Juno, ese tipo seguramente estaba mal de la cabeza.
primero se ríe contigo y luego te grita y te echa de su casa. —me respondió como si supiera que aún pensaba en Ammón.

—me perdí, y caminé horas por el, Sean sé que solo es de un día pero me ha echo sentir lo que nunca había sentido.

-¡ohh por dios! Juno no me vengas con esas, ni el es tan especial, ni eso iba a durar para siempre.

quizá Sean tenía razón pero no puedo sacarle de mi cabeza. esos ojos marrones que me recordaban a un bosque en otoño. ese pelo despeinado y oscuro que le quedaba tan bien.

—pásame otra.

-mi borracha, no te doy más, espera un rato que llevas 4 en 10 minutos.

—no quiero pensar más, llevo mucho tiempo planteándome las cosas, quiero cambiar, así que dame otra.

-soy tu mejor amigo y se cuando tienes que parar, ven pon la cabeza aquí. —dice dándose palmadas en las piernas.

—no estoy triste Sean.

-yo no he dicho eso.

—háblame sobre tu ligue de ayer.

-es súper simpática y...

nos pasamos toda la tarde en el parque, hablando de la vida, haciendo el tonto y riendo.
lo necesitaba, hacía mucho tiempo que no quedábamos para venir aquí.

-Juno.

—si dime.

-que son las 23:48.

—ya, ¿y que pasa? —esperad, solo denme unos segundos— mierda mi madre me dijo que a las 22:30 en casa.

-¿quieres que te acompañe a casa?

—no gracias, solo está a 20 minutos, no hará falta.

-bueno adiós mi desayuno, suerte con tu mamá.

—¡¿oh por favor tú también?!

-es ingenioso ese nombre.

—venga adiós feo.

-¡adiós!

me fui alejando del parque a pasos de ballena, un momento, las ballenas no dan pasos, pero los pasos de elefante no describían del todo como yo iba a mi casa, en fin, a pasos de ballena me fui del parque y cada vez más acelerada.
no podía tardar ni un minuto más.
vamos Juno, saca la deportista que llevas dentro.

—¡ahhh!
no puedo ser más torpe, enserio.
me he tropezado y he caído en, no se lo que es pero es de piedra y me lo he clavado.

—¡duele!

no montes un espectáculo Juno.
levántate lentamente y no llames la atención.

alerta.

esto parece de película, Ammón está a lo lejos sentado en un banco, leyendo.

como puede parecer tan culto y tan estúpido a la vez.

tengo que pasar por ahí y no puedo dejar que me vea, ¿y si le pido a mi madre que me recoja? creo que eso ya es pasarse.

corre Juno no dejes que te vea.

me pongo mi sudadera negra, me tapo la cara con la capucha y empiezo a caminar rápido, no creo que leyendo sepa que estoy pasando a su lado.

¡conseguido!

parece un juego de Mario Bros.

salvo que yo no he conseguido ni a la princesa, ni a un príncipe, ni a la rana.

-desayuno.

no no no no no
pensaba que esto solo pasaba en los libros y películas.

inexistente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora