006; Saved

3.5K 311 26
                                    

Dylan gruño, el olor de otro Alfa llegó a sus fosas nasales, conocía muy bien esa esencia, el único Alfa de la tribu que tenia las pelota suficientes para ir por él  cada vez que debía de cumplir algún capricho  de los ancianos en la tribu. Scott McCall, uno de los pocos alfas  guerreros de la tribu que no le temía en absoluto, y con quien, de hecho, incluso podía entablar conversaciones ocasionales que resultaban agradables. Aquel alfa le agradaba. Pero justo en ese momento, con su omega, su mate, desnudo debajo de él,  esparciendo  su aroma por todo el lugar, su presencia ciertamente  no era bienvenida. Era otro alfa cerca de su jodido Omega. Su lobo gruñó furioso y, en algún punto,  el gruñido traspaso la barrera mental y salio alto y fuerte desde lo más profundo de su pecho. El lobo esta molesto, iracundo,  dispuesto a desgarrar la garganta de alguien, pero Dylan podía sentir algo más que un simple enojo por alguien invadiendo su territorio, el alma animal estaba molesta con su parte humana, con el mismo. El lobo gruñó furioso dentro de el, le rasguñaba  el pecho intentando salir, queriendo tomar el control, si el no fuera un alfa viejo y con experiencia, muy probablemente el animal le hubiera dominado.

Se levantó de la cama con movimientos lentos, los músculos tensos, la interrupción  del extraño no lo tenía feliz. Observó a Thomas con ojos fríos,  el chico temblaba terriblemente, ahogaba sus sollozos con su propia lengua, el rostro le sangraba, era imposible ver específicamente  de donde, el ojo ya se la había puesto morado e hinchado, se veía desagradable, tendido desnudo sobre su cama, tembloroso y con la mancha de orina a su alrededor.

Asqueroso.

Asqueroso como cualquier macho omega. Eran una jodido abominación.  Sus caninos  salieron lentamente, el sonido de su piel trono mientras los colmillos se extendían, el lobo hervía de furia dentro de él.  Dejo caer la Cobija de nuevo sobre el cuerpo del Omega.

"Atrévete a hacer un ruido y juro que te dejare  cubierto de miel en el fango para que los insectos acaben contigo lentamente"

El omega se atragantó en su llanto y de pronto se quedo totalmente inmóvil.  Dylan sonrió ladino. Joder el poder de un alfa sobre un omega... era simplemente grandioso.

Salió con pasó lento de la habitación y avanzó hacia la puerta de su choza.  Frente a él se encontraba el alfa morocho de mandíbula desviada y ojos profundamente oscuros, Posey. El pensando en ese alfa cerca de su omega le irritó. Le descubrió olfateando el aire y Dylan sabía que McCall ya había descubierto que había un omega dentro de la choza. 

"McCall" Fue un saludo breve, su cuerpo bloqueo la entrada de la puerta y Scott entendió el mensaje a la perfección.  Dylan no quería que estuviese cerca de la persona con tan exquisito aroma dentro de la casa. 

"Dylan" Saludo torciendo su sonrisa. Ese aroma era jodidamente perfecto. Necesitaba descubrir la fuente de ese olor que Dylan escondía tan celosamente dentro de la choza. 
"Los ancianos te necesitan en la tribu. Ahora mismo.  Hay una reunión de emergencia. Se rumora que hay un grupo de alfas intentando entrar a robar a una de nuestras hembras, al parecer es su omega, pero esta le ha rechazado por que ya esta en gestación con el bebé de otro alfa. El tema con nuestros o megas es cosa sería.  Necesitamos estar preparados para lo que sea" Dylan gruñó al escuchar un sollozo suave, muy suave proviniendo de la habitación. 

"Iré en cuanto pueda" McCall sonrió ladino.  Y esta vez fue su turno de cruzar sus brazos y comportarse de forma altanera. Los Alfas no lo sabían,  pero los lobos discretamente peleaba por el aroma dentro de la choza.

"No has  entendido Dylan, esto no es un asunto a delegar. Los ancianos  solicitan tu presencia de inmediato.  Tienes que venir conmigo, ahora mismo" El alfa le gruñó en la cara molesto.

"Espera por mi en el jodido carruaje" McCall asintió y se dirigió a preparar a los caballos.

Por su parte Dylan hizo su camino hacia su habitación, se encontró con Thomas quieto y sumiso, justo como le había dejado antes de salir de la habitación. "Levantante, lávate es jodido  olor a mierda tuyo y ponte esto" Dylan le arrojó una fina capa hecha con piel de oso, le cubriría perfectamente contra el frío de afuera. "Te quiero listo ya mismo" Le gruñó "¡Muévete, maldita sea!" el omega dio un brinco y tomó el trapo húmedo que el alfa le tendia, se limpio con cuidado el rostro, sollozando en voz baja por el dolor, después se limpio el cuerpo, el alfa le observaba de brazos cruzados contra el marco de la puerta. Finalmente se puso la capa y miró sus pies sin saber que hacer. La respuesta llegó a él  con un brazo tomando bruscamente su nuca y haciéndole caminar hacia afuera, donde una carroza les esperaba.

Dylan || Vikingos AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora