✧; ¦ - Random. ❜ todobaku

n u e v e

Shōto podía ser inteligente y capaz de hacer cualquier cosa, según muchas personas, pero había algo en lo que no servía.

Las tareas del hogar.

En su antigüa casa, su familia nunca llegó a tocar algún trapeador y eso se debía a que su padre contrataba personas para que realizaran el aseo.

Pero hace tres semanas se había mudado con Bakugō Katsuki. Un chico que conocía desde secundaria y uno de sus amigos más cercanos. Era muy grosero y violento, pero eso no le quitaba lo lindo.

Para ellos fue más fácil pagar la renta de algún departamento juntos. Shōto lo vió como la oportunidad perfecta para salir de su casa y el infierno que vivió ahí, algo que lo hacía inmensamente feliz. Sin importar aguantar los gritos que su lindo compañero le dedicaba a diario.

El departamento no era tan grande, perfecto para dos personas. Hicieron una tabla donde se organizaban las tareas. Fue difícil al principio, Shōto no podía hacer mucho y Katsuki tuvo que enseñarle algunas cosas como encender la lavadora, doblar bien la ropa y barrer.

Pero hubo un día en el cual Todoroki tuvo que encargarse de las camas. Colocar correctamente las mantas y almohadas parecía ser algo sencillo, por lo cual no se quejó cuando se le fue entregada la tarea.

Las habitaciones eran un asco, libros, ropa y lápices se encontraban regados por cualquier lado. Pero ese no era su problema, de eso Katsuki se encargaría después y agradecía que el rubio no le dijera nada sobre limpiar el escritorio que estaba lleno de papeles o levantar la ropa tirada en el suelo.

Feliz con su tarea, intentó colocar correctamente las sábanas y almohadas. Luchando contra aquella cómoda cama que parecía no querer ser abrazada por las sábanas de color rojo.

El bicolor no lo entendía, tender una cama no era difícil o al menos no parecía serlo y le fustraba la idea de ser vencido por una miserable cama.

No se podía permitir perder y peleó contra la cama hasta que según él, lo logró.

—No te arrepentirás de haberme parido, vieja—Orgulloso dijo sin darse cuenta del error.

• • •

Bakugō había terminado de hacer la cena y aprovechó para llamar al bicolor. Se dirigió a paso lento a una de las habitaciones y sin tocar, entró.

Encontrándose algo realmente espantoso, aterrador y asqueroso.

Shōto riendo con las manos en las cadera,  y si eso de por sí ya era aterrador, no pudo expresar el terror que sintió al ver era lo mal tendida que estaba la cama y la habitación más desordenada que antes.

—¿Qué carajos hiciste?— preguntó sintiendo la ira correr por sus venas.

—Lo que me pediste...

—¿Lo qué te pedí? Pero si lo hiciste mal.— El rubio malas pulgas con un delantal y una cuchara en mano, se acercó al bicolor enojado.—Dejaste todo peor, animal.

—Hice lo que pude ¿Ok?—Se excusó el más alto haciendo enojar aún más al ojirubi

Una pelea dio sus inicios. Katsuki hartó, le lanzó la cuchara y Shōto indignado por haber sido insultado, se lanzó sobre él.

Es un verdadero misterio como es que esto termino en resultados sexuales.

Tal vez era por sus evidentes coqueteos o atracción que ambos sentían desde hace varios días, la comida que Katsuki preparaba o lo bien que movía sus caderas cuando barría o trapeaba.

¿Pero eso importa?

El chico de ojos de distinto color y semblante tranquilo, jamás se arrepentirá de haber tendido mal la cama.

• • •

Hola ahsjad. ¿Todo bien?