A mí siempre me ha gustado leer libros y cuentos de aventura, acción y misterio, pero siempre va haber un puesto para el romance en mi corazón ¿a quién no le gusta disfrutar una buena historia de amor? Es algo incontrolable, que aparezca una pareja en tu libro o serie favorita te hierve la sangre y te hace sentir algo cálido en el corazón y pues si no es así... solo debes imaginarte tú mismo los personajes que quedarían perfectos juntos, eso hice yo.
Uno siempre es el protagonista de su propia vida, pero uno decide si quiere tener una protagonista que le acompañe por el resto de su aventura, esa niña encendió una parte de mi cerebro que desconocía que tenía, pues a esa edad los niños no se interesan en nada en la niñas, lastimosamente eso no aplico para mí.
En el momento en que la vi jugar con esa tierna cara suya, me di cuenta que me atraía, sus ojos y su sonrisa, pienso que lo más atractivo de una chica es su sonrisa, verla feliz me hacía a mi feliz, no había satisfacción más grande... solo que no lo sabía en ese tiempo.
Así que expresaba mi atracción a través de la "comedia" o más bien ponerme en ridículo para poder disfrutar de su sonrisa, era un poco vergonzoso pero rendía frutos, obvio no lo hacía con frecuencia, no pretendía convertirme en el payaso de la clase.
Días después hice amigos, dos en particular se volvieron mis mejores amigos, aunque olvide sus nombres nunca como se veían, uno obeso y algo crédulo, mientras que el otro era alto y delgado, yo en particular los controlaba de alguna forma, era muy manipulador en esa época, los controlaba con mentiras y sobornos, pero inocentemente, siempre les prometí un objeto mágico que hiciera que los dinosaurios volvieran a la vida, se entusiasmaban pues creían que era cierto, por alguna razón siempre pensé que era el más listo del grupo.
Aun así yo también quería fuera cierto, me imaginaba estar montado en esas magnificas criaturas, llevándome a cualquier lugar como mi vehículo personal, me quedaba horas imaginando ese tema en medio de las clases o en el receso. Pues al final de cada clase comprábamos tarjetas coleccionables de dinosaurios y jugábamos con ellas, las intercambiábamos y apostábamos, sin duda una gran época.
Un chico se distrae fácilmente, paso el tiempo y deje de hablar con esa niña y de hacer tonterías, ella siempre se la pasaba con sus amigas y yo como me sentía a gusto con mi grupo, casi nunca me separaba de ellos, hasta que llego un niño moreno al salón, supongo que su nombre era Franck o algo por el estilo, nunca me entro el interés de conocerlo pero sí estaba al tanto de él, comenzó acercarse a la niña de la que me enamore, hablaba casi todo los días con ella y se sentaba su lado en cada clase.
De alguna manera mi interés por ella se volvió más fuerte, es horrible ver a la persona que te atrae con otro, eso encendió mi ambición, trataba de volver acércame a ella, pero le prestaba más atención a Franck que a mí, me sentía cada vez más ignorado y excluido, más adelante comprendí que lo que sentía eran celos.
Lo peor de todo es que sabía que la culpa era mía, si hubiera actuado mucho antes yo sería el que estuviera a su lado no el, y en vez de arreglar mi relación con ella, decidí ignorar el problema y dejarlos en paz, pues sentí que ya la había perdido, como dije solo era un niño tonto, no sabía qué hacer en ese tipo de situaciones y decidí rendirme con ella.
Claro olvide el tema más adelante, mi vida tomo un curso banal, nada ocurría durante el transcurso del año, hasta que me tuvieron que comprar el peor virus para un niño primer grado, una consola de vídeo portátil, esa fue mi droga contra el aburrimiento en esa época, no recuerdo cuantos regaños recibía por andar jugando eso en las clases, pero no podía evitarlo, era hipnótico y mantenía distraída mi mente, eso apago por completo mi imaginación.
Lo que más me atraía del juego eran sus colores, aun con mi "Doble punto de vista" disfrutaba manipular a esos pequeños seres con poderes extraordinario, tal vez suene exagerado, pero para un niño tan solo manejar un pequeño ser en la pantalla de un aparato electrónico era sorprendente.
Mis amigos disfrutaban verme jugar y de vez en cuando compartía mi felicidad con ellos, aunque era un tanto egoísta, era lindo la sensación de compartir, hasta llegue a prestárselo a la niña que me gustaba, pero ya en ese entonces solo la considere una compañera, una conocida pero nunca una amiga.
Mi mente estaba completamente en otro mundo, ya mis pensamientos no fueron claros de ahí en adelante, me volví un adicto a jugar con esa consola. Claro que fue la mejor motivación que tuve para estudiar, si sacaba buenas notas podría comprar juegos nuevos, no podía pensar en nada mas, mis calificaciones fueron mejor que las de mis amigos durante el lapso de tiempo que estudie ahí, me creí el más inteligente de la clase y sí. Sé que suena arrogante.
Claro que mi éxito no solo se debía a mí inteligencia, si no gracias también al conocimiento que me inculco mi tía abuela Betsy, era estricta y muy mandona pero aun así la quería por ayudarme, estudiaba junto con una prima segunda (su nieta) que era tres años mayor que yo, se quedaba de vez en cuando en el apartamento, hablamos y jugábamos juntos, era una buena distracción además de estar pegado a un aparato de vídeo.
En cierto punto creo que me hice muy apegado a ella, a tal grado que disfrutaba de su compañía y me entristecía cuando se iba, hasta el día de hoy no supe si en realidad lo que sentía era amor.
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Ahogado en la Perspectiva.
Random"A veces no entiendo que pasa conmigo, creo saberlo todo cuando el realidad soy el mas perdido de todos, aseguro estar en la cima sin saber que estoy en lo mas hondo de un foso. Siento como si me hubiese arrebato el sentido para vivir o es que simpl...