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Narrador normal.

—Así que todo este tiempo ha sido la polea—dijo Christian mientras caminaban hacia la ferretería. Angelo sólo pateaba una piedra desde metros atrás.

—¿Qué edad tienes?—preguntó Angelo volteando hacia el.

—Estoy por cumplir 22.

—Pero no eres de por aquí, ¿cierto?

—No, soy de Stratford. Y pues mi tío, bueno...mi tío abuelo, necesitaba ayuda y yo quería un cambio. Así que...continuaré mis estudios aquí—dijo Christian abriendo la puerta de la ferretería.

—¿A la universidad?—preguntó Angelo curioso.

—Si, digamos que hace tiempo pasó un...accidente...y perdí periodos. Ahora estudiare en el Instituto Brix—dijo tomando unas piezas de pasillo.

Angelo volteo sorprendido.

—Ahí voy yo—sonrió—...y mi madre da clase ahí.

—Se ve demasiado joven y buena onda para ser profesora—dijo Christian sonriendo al recordarla.
Era claro que ella había despertado algo dentro de él a pesar de haberla visto solo una vez.

—Digamos que es demasiado joven y buena onda...como madre, jaja—dijo Angelo.

—Orale...bien, ya tenemos todo—golpeo amistosamente el hombro con la pieza.

—¿Ya está todo?—dijo Angelo viendo la polea.

—Si, ya es todo. Vamos a pagar.

Iban caminando por el pasillo hacia la caja cuando Angelo se volteo bruscamente regresandose.

—¿Qué pasa?—dijo Christian.

Un angelo nervioso contestó.

—Podrías...—dijo dándole la pieza a el—...¿podrías pagar tú?

Christian lo miro y estaba muy nervioso y más pálido de lo normal. Se sorprendió de lo muy parecido que es con su madre. Quien aún no sabía su nombre.

—¿Qué?

Angelo volteo rápidamente hacía la caja.

—Mira, esa que esta en caja se llama Claire Shell, es la chica más guapa del instituto y...me quedo en blanco cuando la tengo adelante así que...

—Oh yo no se...pero temo decirte que ya te vió, campeón. Ve a hablar con ella.

—¿Y que le digo?—dijo Angelo cada vez más nervioso.

—Pues...dile 'me llevo unas pinzas para mi garage' vamos...—dijo Christian sonriendo.

—Que gracioso, que buen consejo...

—Vamos, tu puedes. No quedarás como un ridículo.

Angelo acomodo el fleco de su rubio cabello e indeciso se acerco hasta ella. Christian se quedó mirandolo desde la mitad del pasillo.

—Hola...—saludó el rubio.

—Hola, Angelo—sonrió la chica

—No sabía que trabajabas aquí...—dijo nervioso.

—Mi padre nos obliga a mi hermano y a mi a turnarnos para pagarnos la gasolina—dijo un poco aburrida.

—Si fuera tu hermano, trabajaría el doble turno para no hacerte trabajar— dijo Christian mientras se acercaba a ellos—...soy Christian Jones—esboso una sonrisa.

Angelo solo lo miraba confundido.

—Soy Claire Shell, un gusto conocerte—contestó de forma coqueta.

[Obsesión] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora