» Capítulo 01.

33 3 0
                                    

¿Qué ocurre a las 3:00 am?

Las 3:00 de la mañana no es cualquier hora, ya que al rededor hay muchos misterios e incluso demonios. Probablemente en alguna ocasión te ha pasado algo raro, por ejemplo despertar a esa hora exactamente... ¿Curioso no?

Pues eso fue lo que me sucedió.

Desperté sin siquiera recordar que justo a esa hora los demonios están más activos y a la faz de asechar gente. Él me esperada despierto. Él siempre me espera despierto justamente a esa hora, así como yo comencé a esperarlo también. Exactamente. Conocí a una persona especial. Llevaba el cielo en los ojos y el infierno en los labios; bastaba una mirada para perderme en las estrellas, y un beso suyo para hacerme arder. Su sonrisa era el infierno y a mí me encantaba arde ahí. Él era mi demonio exclusivo y venía a una sola cosa. A destruirme. Yo solía soñar con ángeles cuando en el fondo me gustaba tanto el infierno.

Si le tenía miedo al demonio no debería haber jugado con el, ni mucho menos haberme enamorado. Pero, como no iba enamorarme de él si tenía el encanto de los ángeles y la tentación del demonio. Él era el mismísimo demonio. ¿Y si este mundo fuera el infierno de otros planetas? A mí comenzaba a gustarme, quería quedarme aquí o quizá irme. O quizá despertar.

Pero cada vez que despertaba el estaba ahí, junto a mí.

Sus ojos tenían poder sobre mí, un poder muy fuerte. Una vez me dijo "Ellos no tendrán el poder cuando tu decidas no hacerles caso"

Pero vamos, yo quería seguir haciéndoles caso.

Quizá era eso. Yo quería que él me destruyera. Ningún árbol crece hasta el cielo, sin que sus raíces alcancen el infierno.





» Louis Tomlinson.

Todo iba bien, me recosté sobre la cama y recordé mis deberes aún por terminar. A mi cabeza llego nota sobre la maqueta que tenia que entregar para mañana, y lo peor era que todavía no la empezaba. Di un largo suspiro y fui por los materiales para que la noche no se acercara tan rápido.

Mi habitación no me daba buena espina desde que había llegado y no sabia sobre ni una sola razón para sentir esta presión en el pecho. De una u otra forma no quería que cayera la madrugada, no solía creer en cosas paranormales pero no conocía este lugar, apenas y llevaba una semana aquí, era normal que tuviera ciertas dudas. No todo podía ser perfecto.


«🌩»


Cuando menos recordé eran las 2:00 de la madrugada y no podía seguir más. Los ojos me pesaban, mis manos dolían y mi cabeza estaba a punto de explotar. No pude más.

Me había quedado dormido.


»


Desperté de repente como si una alarma me lo indicará.

Mire el reloj que se encontraba colgando de mi pared, las "3:00 am" indicaba. De repente sentí una presencia algo extraña en mi habitación, arrugue mi frente confundida y despegue mi atención de lo que me encontraba haciendo.

Algo me decía que me acercara a la parte de abajo de mi cama. Mi cerebro decía acércate mientras que yo me negaba. Era tan gallina que estaba seguro que me soltaría a llorar si algo malo se encontraba debajo. Puse mis rodillas sobre el suelo frío y tragué duro, cerré los ojos y sentí una tensión enorme. Un silenció escalofriante y tenebroso inundaba la habitación. No lo pensé otra vez y cuando menos lo esperaba me encontraba mirando debajo de mi cama. Solté un suspiro cuando me percaté de que no se trataba de nada. Cerré los ojos ligeramente y me negué a mí mismo, yo y mis tontas alucinaciones.

Me levante del suelo y mire al frente liberado.

Mi boca se abrió, mis ojos no parpadeaban y mi aliento se había ido.

Sentí mi corazón latir al mil por hora. No podía creer siquiera como había llegado hasta aquí.

Estaba por gritar cuando de repente sentí unas grandes manos tapar mi boca. La acción fue tan rápida se ni siquiera me había dado cuenta de que había sido el mismo chico que ahora tapaba mi boca.

Poco a poco fue descubriendo mi boca y cuando lo hizo me separe de el tan solo un Metro de distancia.

— ¿Qué haces aquí? —le pregunté al chico que descaradamente ahora se encontraba sobre mi cama.

¿Qué y quién se creía?

— ¿Ya terminaste tu tarea? —preguntó con burla en sus palabras.

Ahora se estaba burlando de mí.

Me acerqué a mi maqueta a medio terminar. Eran las 3:00 am y todavía no la terminaba. Genial, simplemente genial.

—No sé quién seas, o que quieras. Si eres un ladrón no hay anda aquí que te puedas robar y si eres simplemente un chico que viene a molestar, vete ahora mismo o llamaré a la policía. —le deje en claro con un abundante uso de léxico sobre mis palabras.

— ¿Siempre eres así?

— ¿Así como? —pregunte medio molesto medio curioso.

¿A qué se refería? Por un momento llegue a desconfiar de mí y creer que se trataba sobre mi físico.

¿Eso siquiera me importaba?

—Así de noño, —soltó sin una mínima pizca de arrepentimiento. Me sentí ofendido—. ¿Por qué no puedes darte un tiempo y relajarte?

—Por qué no quiero.

—Woh, woh, que rudo. —soltó una risa y se burlo descaradamente de mi, en mi cara.

Mientras que yo miraba sus ojos. Unos ojos tan profundos, eran los ojos más hermosos que había visto. Pero también los más aterradores que nunca antes en mi vista había visto. Demandaban poder, exigían lo que no se podía exigir, eran perfectamente aterradores. Y lo demás de su cuerpo era "normal". Su cabello desordenado, no muy cortó. Él era alto, llevaba una chaqueta negra y su jeans estaban rotos. Él era absolutamente lo más aterrador que había visto en mi vida.

Un gran escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Sintiendo un vuelco en mi estómago del horror, me mordí mí labio.

Se había girado para mirarme, podía sentir sus ojos sobre mí e inmediatamente el miedo se apoderó de mí. ¿Por que ahora sentía miedo si hace unos segundos quería asesinarlo?

Quizá no quería ser ahora yo el asesinado.

—Eres tan tonto. —se burló por segunda vez.

— ¿Por qué te burlas de mi? ¿Acaso no tienes alma?

—No. Yo no tengo alma, yo soy un alma. Y tengo un cuerpo.

— ¿Quién eres? —le pregunté directamente.

—Esa es una buena pregunta, creí que nunca la harías.

—Eso no responde mi pregunta.

—Pues me llamo Harry, mentiría si te dijera que "mucho gusto en conocerte" porque no me da gusto, pero como me gusta mentir, mucho gusto en conocerte, —habló con fluidez y sin lamentarse por las palabras tan descaradas y groseras que había utilizado—. Y...soy un demonio.

Me quede mudo ante él, mi boca se había secado, las palabras no lograban salir. Mi garganta se secaba mientras empezaba a sacudir mi cabeza, con ganas de decirle se fuera, intente hacerme para atrás pero no funcionó porque él avanzaba a cada paso que yo retrocedía.

—Soy algo así como la mano derecha de la bestia, ¿y sabes a qué me mando?

Negué aturdido todavía por la fuerte declaración. Desorbitado y con el corazón latiendo fuertemente yo seguía mirando sus ojos.

Estos tenían algo.

—Me mando a destruirte.

.

.

.

.

.

.

.

espero que les haya gustado


3:00 AM. ADAPTACIÓN || L.S ||Where stories live. Discover now