» Capítulo FINAL

8 0 0
                                    

» Louis Tomlinson.
.
Camine por el rocoso azulejó del internado al cual mi madre me había metido. Quedaba más que claro que la señora D era una de las tantas personas que entraba a mi lista negra. La que más odiaba sin duda alguna.
No había sido mi culpa que su marido la haya dejado, aunque en el fondo maldecía al señor D por haber dejado a su esposa, se había vuelto una señora amargada, chismosa y entrometida.

El viento que pegaba en mi rostro me hizo recordar su voz.
Su voz tan ronca que me encantaba, la sentía zumbar en mis odios y me atraía demasiado. Toqué mis labios con delicadeza tratando de encontrar rastro de uno de los tantos besos que nos dimos. Cerré mis ojos y recordé de ellos. Sus labios, como olvidarlo, me transportaban a un dulce infierno. Podía perderme en ellos. Joder, cuanto lo extrañaba.

Más tarde recordé lo doloroso que era perder algo que nunca tuviste, algo que hasta a ti misma te dolía pero que te hacía sentir vivo.

«🌧»
.
Miré el reloj que se encontraba en mi pequeña habitación. Las manecillas marcaban las 4:30 de la madrugada. Y mi corazón marcaba un doloroso infierno.
Él ni siquiera se había tomado la molestia de visitarme o presentarse aquí. Quizá el se había olvidado de mi.
¿Era posible olvidarse de una persona en solamente 24 horas?

Me levante con cuidado de mi cama con la intención de no despertar a mi compañero de habitación. Pero al parecer el chico tenía el sueño pesado.
Me puse de rodillas sobre el suelo y mire debajo de mi cama. Contuve las ganas de no llorar cuando nadie se encontraba debajo. Él no estaba aquí.

— ¿Lo estás esperando? —alguien preguntó a mis espaldas llamando toda mi atención.

Me giré y le mire con confusión.

— ¿A qué te refieres?

—A él, tú estás esperando a que el venga, ¿cierto? No te sorprendas, yo sé porque estas aquí. Y dime, ¿cómo se llamaba el?

El se sentó sobre su cama y comenzó a charlar conmigo como si nos conociéramos de toda la vida. Y por alguna extraña razón el me transmitía confianza.

—Harry Styles. Pero, ¿tú sabes que él es un...?

—Un demonio, si.

Parpadeo dos veces antes de siquiera decir algo. El sabía todo antes de siquiera contarle todo. Pero lo más raro del coso era que no le parecía extraño. Quise saber porque, pero también quería que ella me escuchara.

— ¿Tú cómo lo sabes? —fue lo único que pude preguntar.

—Ahora no importa cómo fue que supe tu historia, lo único que importa aquí es una solo cosa y te la preguntaré, ¿de verdad quieres volver a verlo? Esta es tu única oportunidad para decidir si volver a verlo o no, o te quedas aquí y nunca más lo vuelves a ver y entonces está la otra. No te des por vencido y búscalo. Piensa en ti primero. Si te quedaste a su lado corres el riesgo de ser destruido...

—Eso nunca me importo. Yo supe a lo que me enfrentaría, yo supe perfectamente a que me atenía. ¿Y qué crees? A pesar de eso sigo pensando en que mi paraíso es cualquier lugar si es junto a él, aunque el paraíso se disfrace de infierno.

— ¿Y qué estás esperando entonces? Búscalo.

Al escucharlo, no pude evitar soltar pequeña risita. ¿Cómo diablos voy a buscarlo si estoy encerrado en este maldito instituto de mierda?

—Ven conmigo, —me ofreció su mano con intención de ayudarme, lo mire unos cuantos segundos inseguro de mis actos—. Confía en mí.

Así lo hice, tomé su mano y espere a que el me dijera que hacer.

3:00 AM. ADAPTACIÓN || L.S ||Where stories live. Discover now