» Capítulo 10.

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» Louis Tomlinson.

Mi corazón de detiene por una fracción de segundos para después seguir su repentino movimiento.
Aprieto mis ojos bruscamente al mismo tiempo en que él me aprieta más contra su cuerpo, supe entonces que, él nos quería que lo soltase.
Sentí un estrujó en lo más profundo de mí ser, inhaló una fuerte bocanada de aire tratando calmar él latir desesperado de mi corazón que amenaza por salirse. Era sensación neutra de la cual no sabía como salir, la capa de agua que inundaba mis ojos fue más fuerte que yo, por más que quise mantenerme fuerte, no puedo lograrlo. Mi corazón fue malditamente débil ante él, era como si después de todo, él también tuviese un corazón, sentimientos y emociones como todos. Él también sentía, a él también le dolía la realidad. Él quería un abrazo después de tanto tiempo de no haber tenido uno. Quería sentirse protegido y, quizá, solo quizá; él quería sentirse protegido entre mis brazos.

Ahuecó mi cabeza sobre pequeño espacio que Harry me da entre su cuello y decido quedarme ahí.

De repente, la puerta se abre tan malditamente fuerte, rápido y sin aviso dejando ver a mi madre molesta. Harry se separó a tan solo unos segundos de su llegada que casi caigo al suelo por su movimiento brusco. Seque mi mejilla con mi mano derecha tratando de ocultar las lágrimas que habían recorrido está.
No estaba segura si mi madre había visto a Harry, pero cuando su mirada se posó solo en mi, supe entonces que no tenía porque preocuparme.

Pero no venia sola.
La señora D llegó detrás de mi madre con lo que parecía ser una botella de agua y con su tan típico-sobrevalorado Rosario.
Lo miré confuso, mi ceño fruncido y mi boca entre abierta le hizo entender que no sabía él porque ella estaba aquí, y que necesitaba saberlo.

El pánico arraiga mi cuerpo, siento la pesada mirada que la señora D le da al chico-demonio que se encontraba en mi habitación. ¿Es que acaso ella lo podía ver? ¿Cómo era eso posiblemente?
Mire a Harry por una fracción de segundos, pero esos me bastaron para saber que él comenzaba a ponerse tensó, podía sentir su empatía hacia la señora D y, eso no me gustaba para nada.

— ¿Él qué hace aquí? —la señora D preguntó dirigiéndome una mirada rápida para después volverla a Harry.

Me queme callado. Mis manos comenzaron a sudar, sentí como si mi corazón se hubiese parado por una fracción de segundos. Era el miedo que sentía, no quería soltar nada, no sabía siquiera como explicarlo si tenía que.

— ¿A quién se refiere señora D? —la confusión y curiosidad comenzaba a expandirse por mi habitación, pero mi madre era la más afectada aquí, ya que ella no lograba visualizar a Harry.

—Él Jay, —la señora D apuntó a Harry con un asco que yo quise borrar de su cara—. ¿No lo puedes ver? Ah, claro que por supuesto que no lo puedes ver.

— ¿A QUIÉN JODER?

Mi madre estallaba estrés, estaba segura de que en cualquier momento se arrancaría el cabello. Nunca antes la había visto d e esa manera.

Algo a mis espaldas llamo mi atención, entonces lleve mi vista hacia Harry, su mirada se concertó con la mía como si solo me estuviese esperando. De repente, como si de las tinieblas viviera, los ojos de Harry comenzaron a ponerse rojos y entonces supe que el se estaba transformando solo para que mi madre lo viera.

Lleve mi vista de nuevo al frente. El ligero sudor de mi frente me molestaba así que tuve que retirarlo. Espere la reacción de mi madre y cuando está se dio cuanta de que alguien más se encontraba en mi habitación. Se llevo su mano a la boca, reprimió las ganas de llorar y soltó un gritó.

— ¿Quién mierda es esté tipo Louis?

—Esté «tipo» es él mensajero de la Bestia, el a subido a la tierra solo para destruir a tu hijo, Jay. Tienes que detener esta locura entes de que el...

— ¡CÁLLESE! —le grité a la señora D con enojó para que cerrara su boca de una maldita vez—. Usted no sabe nada, vayanse de aquí.

Estaba por empujarla fuera de mi habitación cuando me aventó agua de la botella que traía en las manos. Solté un gemido de dolor cuando estaba me quemo la piel, le miré muy molesto, ¿qué mierda era eso?

Justo cuando la señora D iba a volver a aventarme de su horrorosa agua Harry me tomo del brazo y me hizo girar llevándome detrás de él.

Entonces el agua cayó sobre él y esté soltó un gemido de dolor. Justo ahí, supe que se trataba de agua bendita.

—Deténgase, —le reclamé a la vieja entrometida cuando está a comenzó a aventarle más y más agua—. ¡QUÉ SE DETENGA MIERDA!

Lo hizo. Pero la sonrisa que inundaba su rostro no me gusto para nada.

—No te preocupes, son las 15 horas, el tiene que irse.

Miré con urgía el reloj que se encontraba en mi habitación y puse toda mi atención en Harry cuando supe que la señora D decía la verdad.

—No te vayas, no me dejes.

Me tomó de la mano y me mira a los ojos.

—Me tengo que ir.

Entonces lo hizo. Desapareció dejándome como recuerdo un infierno, un infierno del cual estaba seguro ya no quería salir.

No me importaba si para todos Harry era infierno, para mí era como el maldito cielo. Y aborrecía a todas aquellos que se empeñaron en quitármelo.

Mire a mi madre, las lágrimas eran imposible de retener, el dolor en mi pecho lejos de soportar y mi corazón, ya no lo sentía.

—¡Te odio, te odio, te odio!. —le grite a mi madre con desesperación. Aventé lo primero que encontré en mi camino, estaba tan enojado con mi madre.

Se supone que tú madre es quien te ama, te quiere ver feliz...no alguien que te hace querer odiarla.

Sentí un fuerte golpee en mi mejilla causándome más rabia, pero no podía, no podía golpear a mi madre.

—Hay que hacer algo al respecto, Jay. Tienes que meterlo a un centro católico dónde puedan evitar que el llegue a enamorarse de él, hasta el punto en que decida irse...

—Demasiado tarde señora D, —hable entre lágrimas—si él me pide que baje al infierno, yo bajo. Y sabe...usted no me desearía de demonio. Porque yo puedo hacer de su "paraíso" un puto infierno.

3:00 AM. ADAPTACIÓN || L.S ||Where stories live. Discover now