XXIX

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Lentamente sus ojos se abrieron, el albino miraba a su alrededor pero no había nada más que cuatro puertas de distinto color y un entorno oscuro. Soltó un suspiro al preguntarse cual puerta debía ser la indicada, el espacio vacío comenzó que llenarse de música, específicamente de un piano melancólico proveniente de la puerta azul verdosa, con lentitud se fue acercando pero se detuvo al notar que caminaba sobre una superficie líquida.

—Gritaría pero estoy acostumbrado a la magia. —sonriendo de lado al sacar de la bolsa de su pantalón una piedra.

tú magia no funciona aquí.

Una pequeña risa hizo eco en el lugar, los ojos azules se deslizaron a donde se suponía estaba la persona misteriosa pero no encontró nada, sus ojos se movieron a varias direcciones hasta topar con una pequeña luciérnaga, la cual con un enorme brillo se transformo en una niña de unos 12 años, su cabello era verdoso mientras sus ojos eran dorados y su tez clara, la pequeña llevaba un vestido de dos tonalidades, el primero era una tonalidad azul, el cual en las orillas tenía codificado algunas palabras de letras doradas, el segundo tono que predominaba era un verde-aguamarina que le llegaba hasta las rodillas, la chica de cabellos verdosos tenía unos botines de tacón.

—¿Quién eres?

el mundo se rige por reglas, reglas que a nosotros los seres mágicos nos afecta, lastimosamente mi nombre es prohibido para ti, incluso aunque te lo dijera no podrías entenderlo.

—¿a que te refieres?

la lengua que manejamos no es humana, pero mi ama me puso un apodo para poder hablarme. —sonriendo.—Levi, me dice Levi.

bueno Levi, supongo que tu ama me dejo aquí ¿no?

no, realmente fue Yang. —cruzando los brazos. —ella esta detrás de la puerta negra.

La chica señalo con su dedo índice la puerta detrás del albino, una puerta negra con unas pequeñas estrellas blancas, la mirada de Gideon regreso a la niña quien sonrió.

abre la puerta si estas preparado para regresar a tu época.

—¿regresar?

estoy segura que Yang te mandara de nuevo a tú época, ya que por lo que parece el final se acerca. —dando media vuelta para dirigirse a la puerta azul verdosa. —felicidades humanos, aunque es una lástima.

La niña sonrió de lado sin mirar atrás, con el sonido del piano y los pasos de Levi el lugar fue inundado, en un solo parpadeo la puerta que antes era azul verdosa ahora era remplazada por la negra, Gideon miró detrás de si, donde se suponía estaba la puerta negra pero en su lugar se encontraba la anterior.
Con un suspiro el chico acomodó su ropa para avanzar a aquella puerta negra con estrellas de adorno, tras abrirla el espacio que se encontraba en aquella habitación era un cielo oscuro con pequeñas luces destellando en aquel fragmentó de galaxia, casi como sí de pequeñas estrellas estuvieran brillando en el inmenso espacio exterior.

¿Te gusta mi mundo?

—la verdad. —mirando justo donde provenía la voz. —me parece algo extraña.

somos cuatro hermanos y solo una dimensión donde reposar. —llevando levemente su vista al albino. —como ha de ser, todos necesitan su espacio y he moldeado la dimensión para que en las cuatro puertas cada uno tenga su "mundo"

osea que son diferentes en cada puerta.

La chica sonrió tras escuchar eso, el albino solo miraba como la chica jugaba ajedrez sola, mientras se acercaba lentamente a la mesa de ajedrez observó que la vestimenta de la chica había cambiado, ella ahora llevaba un vestido corto de color negro, en la cintura tenía de adorno un moño del mismo color que la corbata de su hermano en aquella época, sus zapatos consistían en unas botas largas de tacón y su cabello se encontraba amarrado en media cola con un listón del mismo color que el adorno de su cintura.

Después de 3000 años.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora