XIX

315 49 4
                                    

Caminaba de lado a lado por su departamento, en su mano izquierda tenía un cigarro y en la derecha su vaso de Whisky, el pelirrojo se había prometido a si mismo que dejaría de tomar, pues el cigarro ya no era ni su favorito pero algo en su cabeza se ponía a pelear con él, que sin pensarlo tomo aquellos dos vicios de nuevo.
La lluvia estaba azotando en la ventana que dejaba a plena vista la ciudad de Seúl, su paso se detuvo a ver aquella escena, un suspiro salió de sus labios y dejó el vaso en la mesa mientras apagaba el cigarro para sentarse en el sofá de la sala.

—¿Porque se volvió inocente de nuevo? Bill parece más al niño que cuidaba que al tonto que conocía hace poco.

Un trueno interrumpió el silencio que le respondía a Phill, el chico jalo el control que se encontraba en la mesa de centro y encendió su reproductor de música, una tonada suave comenzó a reproducirse, tal vez con eso podría relajarse y pensar bien las cosas.

«Siente el miedo y tragate las lágrimas.»

El sonido del teléfono invadió su nueva calma, con pocas ganas camino a él y contesto, tras escuchar a la persona al otro lado de la línea su expresión fácil paso por varios cambios para al final simplemente sonreír.

«Ahora lo sé, no hay nadie en quien pueda confiar, solía creer que lo habia»

[……]

Corea del sur, en el parque, horas después de la lluvia.

Ambos estaban caminando tranquilamente, el parque al que ido era de parejas. Ambos se encontraban nerviosos pero trataban de aparentarlo, Bill nunca se había sentido así ni cuando se había casado con Mabel en el pasado, sin embargó, con Dipper era diferente, pues sus manos le sudaban y tenía miedo de decir alguna idiotez, cosa que era típica de él. Dipper por su parte, estaba nervioso, había salido antes con Pacífica y Wendy pero la razón por la que terminaron fue, debido a que el chico no era muy bueno en mantener aquella relación, y no es que no las amara en ese tiempo, porque lo hizo y mucho, pero como todo lo bueno llegó a su final.
El ambiente era algo incómodo, no obstante, al ver las luces del parque encenderse con colores variados, sus miradas fueron a parar a aquellas imágenes que formaban.

—Es hermoso ¿No crees Bill?

—la verdad sí, no sabía que esas luces de colores podrían brillar tan lindo.

—bueno, muchas cosas hermosas hay en el mundo, solo falta que el humano le de un enfoque adecuado. —sonriendo.

La mirada de Bill se había concentrado en aquella hermosa sonrisa, su cuerpo se relajo como por arte de magia, su mano sin pensarlo viajó a la mano ajena y la sostuvo con delicadeza y firmeza; la expresión de Dipper al sentir la calidez de la mano contraría fue de sorpresa y un pequeño sonrojo, más no hizo más que apretar aquel agarré.

—hoy vi algo más hermoso que esas luces.

—¿A si? ¿Y que fue?

—tú sonrisa. —sonriendo.

—Dios, es tan cursi pero funciona.

Dipper desvió la mirada avergonzado, sabía que Bill diría algo cliché pero aunque se lo imaginaba, no podía negar que escucharlo de sus labios le provocaba una felicidad enorme, tantas veces él mismo le había dicho cursilerías a sus parejas pero jamás pensó que Bill le hiciera sentir mucho más de lo que él imaginaba.

«Podría conocerte otra vez, y sin duda me enamoraría otra vez de esa dulce sonrisa.»

Gravity Falls, Oregon, ese mismo día a las 7:30 a.m.

—vamos muchachos trabajen más rápido.

—Sr. Pines, no somos un pulpo para colocar toda la mercancía tan rápido.

—chico emo no comiences y sigue trabajando. —mirando por la ventana. —¡Más ingenuos! Iré a trabajar.

Stan acomodó su parche y salió a acorralar a sus presas, Robbie por su parte suspiró al seguir acomodando junto a Gideon que estaba callado. Mabel regresaba de dejar al pequeño Roderick en su cunero; el andar de la chica se detuvo cuando vio como Robbie prácticamente se volvía translúcido.

—¡Robbie!

—¿Qué pasa con él, Mabel? No deberías gritar. —arreglando sin mirar a la chica.

—¡Gideon mira! Está desapareciendo.

Ante aquellas palabras el albino volteó la mirada a su compañero, más no noto lo que la chica decía, la mirada de Robbie estaba por sus manos y ropa, intentaba ver lo que la chica decía pero nada, ambos chicos miraron a la castaña.

—¿Estás segura de lo que viste?

—¡Claro que sí! Yo jamás les mentiría chicos.

—pero estoy bien, realmente no parezco una persona invisible.

—¡Pero lo ví con mis propios ojos! ¡Juro que lo ví!

—calma Mabel, es probable que tengas razón pero nosotros no hemos visto nada. —tratando de calmar a la chica quien parecía afectada.

—tengo que decirle a Dipper ¡Y de inmediato!

La chica estaba corriendo a su teléfono pero Gideon corrió detrás de ella deteniendola.

—no creo que sea buena idea, Mabel tú hermano se preocupara por su majestad y ellos ahora están trabajando en algo importante además de que son pareja y no le parece justo arruinarles su felicidad ahora que a penas está comenzando.

—pero... —bajando la mirada. —tampoco es justo ilusionar a Dipper para que después pierda lo más importante en su vida.

—esto tiene su doble filo pero no podemos dejarnos llevar, si esto vuelve a suceder debemos estar al pendiente, además no sabemos si ocurre con los tres o solo con Robbie. —volteando a la chica para alzarle la mirada y dedicarle una pequeña sonrisa. —solo observemos un poco más antes de decirles ¿Si?

La chica miró los ojos azules de su acompañante, sin más, ella suspiró y asintió lentamente, no estaba segura pero a la vez sabía que Gideon tenía razón, aún tenían que saber el porqué y sí aquello afecta a todos o solo a Robbie, aunque igualmente ella no estaba del todo segura si lo que vio fue real o su imaginación.

Después de 3000 años.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora