El Ángel Caído (Dark Home)

25

Desperté sobresaltada. Aiden estaba a mi lado.
-¿Estas bien?-
Su voz era más grave de lo normal y habla muy lento.
Un dolor agudo me hizo caer de la cama.
Todo da vueltas. Fui al baño gateando. Vomité en el váter. Cuando acabé me senté con la cabeza entre las rodillas y las manos en el pelo.
-Eilish- dijo Aiden - Tranquila, es normal. Es la primera vez que romas suero tranquilizador. Tardarás unos minutos en encontrarte bien-
-¿Dónde está Madison?- pregunté
-Se sintió mal por clavarte el suero. Se fue a mi habitación-
-¿Por qué te quedas conmigo? Te puedes ir si quieres-
-Hay cosas que no se pueden explicar- dijo
Se sentó a mi lado. Apoyé la cabeza en su hombro.
-Perdón- dije
-No pidas perdón. Al final se le coge cariño al infierno...- dijo-
-Y al final se le coge cariño a tí...y a Madison... más a Madison claro-
Aiden río un poco.
Le miré.
-Vámonos de aquí- dije
-No sé...- dijo
-Lo digo en serio-
Me levanté y fui a mi habitación. Aiden me siguió.
Abrí el libro por la página de la rosa.
-¿Dónde está el cementerio?- dije
- No, no,no. No debes y no puedes-dijo
-Puedo escaparme de aquí- dije
-Es muy tarde-
-¿Qué?-
No le entiendo,  habla como un extraterrestre, entendería mejor a E.T
- Te lo tengo que contar ya, todo. Ya es tarde-
-Espera, ya me dijiste que no lo debo saber porque era temprano y ¿ahora es tarde?- dije enfadada
Me miró confuso.
-¿Sobre qué es lo que no debo saber?- dije
-Sobre tí- dijo
-No me vaciles- dije
Me cogió las manos. Yo se las quité bruscamente.
Me fui corriendo. Tengo que buscar a Madison.
•••
Toqué la puerta y entré.
-Hola Marisma...- dije
-Encantada Eilish, cuéntame-
Le haché un ojo s su despacho. Pero ESO   me llamó la atención:un cuadro, al lado de una ventana de ESAS  alas... Me acuerdo que...cuando maté a aquella niña...vi  en el espejo que tenia esas alas,por un segundo.
Me levanté, parecía hipnotizada.
-Perdona pero...¿de dónde sacó eso?- dije
-Eso no es asunto tuyo querida...¿¡qué quieres!?-
Ahora entiendo por qué ella trabaja aquí.
-Necesito saber en qué habitación está viviendo Aiden- dije
-¿Por qué quieres saberlo?-
-Eso no es asunto tuyo querida- dije
-Aprendes rápido.- Sacó su sonrisa maligna.
Abrió el libro que estaba en su mesa.
-Habitación veinticinco- dijo
Muy cerca de la mía...
-Y otra cosa señorita... Éstas castigada por faltarme el respeto. Te veo mañana aquí, sobre  las cuatro- dijo
-Eso es falso, no la he insultado-
Me miró.
-Eres bipolar. Ahora sí, tiene todo el derecho de castigarme- dije
-Dos días seguidos-
-Pues vale. Aquí no hay nada interesante para hacer- dije
Salí de allí, con una sonrisa en la cara. Me dirigía hacia la habitación  de Aiden cuando alguien llamó mi atención.