Entre en aquella gran torre donde mi padre solía entrar y tener sus juntas importantes del consejo. El corazón me latía al mil por hora.
"Yo... hablaría con Gaara... ¿Que cara pondría? ¿Me veía bien?"
¡¡Agh!! ¡¡estúpidos pensamientos!! ¡¡no estaba allí para coquetear!! Necesitaba que alguien hablara con mi padre antes de que cometiera alguna estupidez como volver a suplicarle esa mujer que volviera con nosotros.
Caminé hasta una puerta de madera con la inscripción del Katzekague.
Respire hondo y toque a la puerta.
-Adelante-su voz era calmada y relajante
Entre sin mas.
Un escritorio de madera y todo alrededor bastante ordenado, se encargaba de unos papeles y al levantar la vista y ver mi rostro sonrió...
-Yume ¿Sucedió algo?- mire a un lado tratando de poner mis ideas en orden y sonar lo mas coherente posible, tome un poco de aire y hablé
-No es nada, es solo que he visto a papá muy estresado últimamente y creo que le vendría bien hablar con un amigo, se que hay cosas que se guarda para el solo así que pensé que si pudieras tal vez salir un rato en algún momento... tal vez se relajaría un poco-esboce mi mejor sonrisa, no me gustaba recurrir a terceros en problemas familiares. Por lo que miraba atenta la reacción de él,
Gaara me observó absorto y sonrió
-Desde luego que saldré con él, y siéntete libre de venir cuando te encuentres mal después de todo para mi eres como de mi familia-me sonroje ante aquel comentario
-Gracias...- agache la mirada, luego le volví a mirar, Gaara me miraba con ternura
-Ven aquí no muerdo- me dijo extendiéndome los brazos
Me acerque corriendo y me abrazo.
-No te aflijas, no estas sola pequeña-me sonroje y se me resbalaron algunas lagrimas
Me recargue en el pecho de Gaara y respire hondo. Su aroma relajante.
Aquel momento lo guardare por siempre en mi memoria.
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Shinobi 2
Hayran KurguLa primavera llego a su fin, el verano, otoño e invierno se avecinan. Todo cambia constantemente, pero en ocasiones no somos capaces de visualizarlo hasta que dichos cambios nos aplastan.