Capitulo 3

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-Hola Masky, cuanto tiempo -saludó Toby.

Hoodie, quien estaba parado casi a unos pasos del castaño, con Kate detrás de él, estaba, lo que se podría decir, alucinando un poco. ¿Qué?, ¿se conocen?, pensó él.  

-¡Ey, hola! Es verdad -rió el otro-. ¿Cómo estás Toby? -preguntó animado.  

Los chicos comenzaron a hablar de cosas que el encapuchado no reconocía, sucesos de hace mucho tiempo. Hoodie no lo entendía, que él supiera, Masky antes de ser proxy no conocía a nadie que no fuera la gente del hospital donde vivía de pequeño. Pasaron casi cinco minutos hasta que una delgada mano se le posó en su hombro.  

-Oye, ¿te encuentras bien? -preguntó Kate al ver que el chico no hacia otra cosa que mirar a su compañero.  

-Eh... ¡sí! Sí, claro -Hoodie salió de sus pensamientos y miró a la chica, iba a decir algo cuando justo fue interrumpido por otra voz.  

-¡A COMER! -gritó Ben desde el comedor.  

Los cuatro que aún estaban en la entrada fueron hacia allí, reuniéndose con todos los demás. Comieron y después ayudaron a recoger la mesa, luego Masky y Toby subieron a la planta de arriba mientras todos los demás se quedaban abajo. Ben encendió una de las consolas como solían hacer todas las tardes, pero esta vez en vez de jugar al Mario Kart jugaron al Fifa 2013. Kate le dijo a Hoodie que quería quedarse un rato en la casa y después ya irían a ver el bosque, él acepto. Hoodie solo pensaba en por qué se fue Masky con el nuevo, Ticci Toby. Sin evitarlo se montón una película en su cabeza en la que nada terminaba bien para él, y se avergonzó por pensar de esa manera ya que Masky y él solo eran amigos. Cuando ya habían jugado seis partidas, Hoodie estaba por subir para ver que estaban haciendo los otros dos, pero cuando se iba a levantar, su nueva compañera habló.

-Quiero jugar.

-¿Tú? ¿Jugar? ¿Acaso sabes? -preguntó Jeff observándola de arriba a abajo.  

-Seguramente sé mejor que tú -contesto ella.  

-¿Te gustaría apostar?  

-Todo lo que tu quieras -le retó la chica.  

-Genial -contestó el pelinegro animado-. Qué te parece si el que pierda haga de sirviente del otro por una semana.  

-Trato hecho -aceptó Kate dándole la mano a Jeff. 

Cuando ellos terminaron la partida el chico no se lo podía creer, había sido derrotado por una chica. Obviamente su orgullo había sido machacado y pisoteado y eso no le gustaba a él para nada.  

-¡Joder, no! ¡Quiero la revancha, esto solo es la suerte del principiante y no!

-Calla cara pan, he ganado y todos lo han visto, otra cosa es que tu orgullo no lo admita, ¿no? -dijo Kate levantándose de donde estaba sentada jugando. Jeff cerró sus puños ante ese comentario, en su interior algo comenzaba a calentarse-. Mañana empiezas con tu nuevo trabajo, ¡no te olvides!  

La chica se sentó más que satisfecha al lado de Hoodie, quien sonreía mirándola. El tuvo razón cuando la vio, si te metías con ella seguro que acababas mal, y aunque aquí por poco Jeff no se ha metido con ella, acabó mal. Todos reían ante como estaba el pelinegro y este dejó el mando molesto y se fue por la puerta de la casa, seguramente iría a calmar su enfado además no quería que le humillaran más.     

Hoodie y Kate estaban en el bosque dando una vuelta rápida para que la chica viera un poco los lugares en los que podría estar próximamente. El chico la llevó a donde solían poner las notas, luego a un túnel que llevaba a una parte más frondosa del bosque en la que si entrabas solo lo más probable es que acabaras perdido, después la llevó a un claro extenso donde al final se veía una especie de torre para escalar, por último la llevó a la salida del bosque donde se encontraba un pequeño parque con columpios y otras cosas para que jueguen los niños. ¡Cuántos de esos pequeños habían desaparecido tan misteriosamente sin dejar rastro! O bueno, no tan misteriosamente si ya conocías a quien estaba detrás de las desapariciones. Finalmente volvieron a la casa, Kate dijo que se iba a tomar una ducha y entró al baño. Hoodie por su parte fue hasta la habitación de Masky, toco varias veces la puerta y tras escuchar un ligero "pasa", se limitó a abrir un poco la puerta y quedarse parado junto a ella. Masky estaba sentado en el suelo mirando hacia él y Toby en la cama, primero al castaño y luego al encapuchado, se les notaba a los dos que estaban muy entretenidos.  

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