Capitulo 4

30 0 2
                                    

.-¿Por qué tengo la sensación de que he visto algo que no debería ver? -preguntó Kate demasiado sorprendida. No se podía creer que acababa de ver a sus nuevos compañeros besándose.  

-Pues casi que tienes buenas sensaciones -susurró Hoodie, Kate desvió su mirada hasta el chico y luego la pasó al castaño, él parecía menos nervioso que el menor, pero tenía un ligero color en su cara y evitaba el contacto visual con alguno de los presentes, hubo un silencio incómodo que duró lo que parecía un largo rato, aunque realmente solo fue un minuto.  

-Está bien, no me siento muy cómoda, ¿alguno piensa decir algo? -ambos chicos intercambiaron una tímida mirada y luego la posaron en Kate.  

-¿Nos puedes de dejar de mirar así? -preguntó Masky, Kate aún tenía cara de asombro y seguía en la misma postura de hace un rato-, y te puedes sentar.  

-Esta bien -ella obedeció sentándose en el suelo e intentando cambiar su expresión por una normal, aunque le salió un poco rara y parecía más bien una mueca. 

-A ver, primero de todo, esto no debe salir de tu boca, nada de lo que has visto.  

-Pero... si os estabais besando es que sois pareja, ¿no? ¿Que más da que lo sepan los demás?  

-Kate, no somos... pareja -respondió Hoodie agachando su mirada.  

-¿No? Ah, entonces es un rollete -dijo poniendo una sonrisa.  

-Tampoco -contestó Masky negando.  

-So-solo somos amigos -continuó el menor.  

-¿Qué? -Kate profirió una risa-. ¿Me estáis tomando el pelo? ¡Venga ya! Los amigos no se van besando por ahí.  

-Es un poco... complicado -respondió el castaño.  

-Bueno, como sea. ¿Desde cuándo estáis en ese plan? -preguntó señalado a cada uno consecutivamente.  

-Desde ayer -murmuró Hoodie.  

-Vaya -hizo una pausa-, entonces soy la primera en saberlo. Bueno, seré vuestra pequeña confidente -dijo sonriendo, Hoodie le iba a responder que no era la primera, que la primera era Sally pero al ver que Masky le hizo un gesto se calló-, una persona menos de la que esconderlo. Ahora podéis estar de besuqueo delante mía sin ningún problema.  

-Eh... -a Masky le sonaba un poco mal la palabra besuqueo, como si fuera despectivo o algo similar, pero se guardó lo que iba a decir al respecto al ver la sonrisa de la chica-, ¿no te va a molestar?  

-Oh, por favor, lo único que me molesta es que ninguno de mis nuevos amigos se vaya a enamorar locamente de mi y por culpa de eso ahora estaré sola por el resto de mi vida -dijo dramatizando la situación-. Si es que es ley, cualquier chico guapo o tiene novia o le gustan los de su mismo sexo -dijo negando con la cabeza a modo de indignación, ella los volvió a mirar y les sonrió burlonamente-. Es broma, en serio, no me molesta. Podéis hacer lo que queráis delante mía, excepto ya sabéis, cosas no aptas.  

-Oh joder, eso no hacía falta decirlo -dijo Hoodie sonrojándose y tapándose la cara con las manos, Masky y Kate rieron ante su comportamiento-, en serio, sobraba.  

-Bueno, cambiando de tema -dijo la chica limpiándose una lágrima que le salió de la risa-, ¿ahora que hacemos?  

-Deberíamos irnos ya, no vaya a ser que el operador se enfade -respondió Masky con una sonrisa.  

Los tres se levantaron del suelo y caminaron hasta la salida del parque, media hora más tarde ya estaban en la entrada del bosque, los últimos rayos del sol iluminaban la tarde por lo que aún se podía ver algo, los tres habían entablado una conversación que iba entorno de lo que recordaban de su anterior vida, ya que al haber tenido contacto con Slenderman han perdido demasiados recuerdos, en ningún momento se había mencionado lo que ella había visto en el parque, parecía que lo aceptaba bastante bien, Hoodie y Masky se sentían un poco distintos al saber que ella conocía el nuevo pequeño secreto que ambos tenían, Masky entrelazó sus dedos con los de la mano de Hoodie, y el miró sin darse cuenta a Kate, ella le sonrió guiñando un ojo y Hoodie le correspondió la sonrisa, sí, se sentía bastante bien, pasado ya el largo camino que había de la entrada del bosque a la casa llegaron por fin a ella, al abrir la puerta les golpeó el aroma de la comida recién hecha.  

Los creepypastas tambien tienen amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora