Después de no sé cuánto tiempo metida en el coche esperando a llegar donde se celebraba el evento. Llegamos y mis nervios iban aumentando con el paso del tiempo. Es decir si salí del hotel nerviosa ahora que estaba justamente enfrente de la zona de celebración se me saldría el corazón por la boca. Hice varías respiraciones y me removí inquieta en el sillón. Ethan que se dio cuenta me agarró la mano dando un apretón tranquilizador, pero no sirvió de nada. Entonces Thais se bajó del coche y nos abrió la puerta; salió primero Ethan y después yo. Junté mis manos agarrando el bolso que llevaba entre ellas. Es cierto que no lo tenía cuando salí del hotel, pero él me lo regaló al subir al coche.
Estábamos fuera del recinto y a simple vista el aire que respiraba era puro glamour, cosa que yo no tengo, por eso me sentía nerviosa.
Antes de entrar el castaño se puso enfrente de mí y me miró a los ojos detenidamente.
—Recuerda todo lo que repasamos —Dijo observándome.
Asentí.
—Bien, ahora entremos —Se puso a mi lado y me puso el brazo doblado para que enganchara el mío al suyo. Así lo hice. La tela del traje de Ethan era suave. —En este mismo momento eres mi pareja —Añadió enfatizando la palabra pareja.
Íbamos agarrados y llegamos a la puerta donde todos los invitados le entregaban una tarjeta al señor gorila de la puerta. –No era un gorila de verdad, solo se parecía– Cuando llegó nuestro turno, agarré más fuerte el brazo de él porque el gorila no dejaba de mirarme, y me dio miedo, porque solo con un brazo o algún gesto insignificante me destrozaría. Apoyé la cabeza en su hombro y este se quedó observándome, me sonrió y entramos ya que el señor nos dio paso.
Cuando ya estábamos dentro lo observé todo estupefacta, era una casa grandísima, con algún que otro sofá por ahí suelto, al fondo había una mesa con una pirámide de copas que de la última copa salía un líquido rellenándolas todas. También había montones de camareros y todos iban igual vestidos. Y lo que no podía faltar gente con un nivel adquisitivo grandísimo.
— ¿Por qué hiciste eso en la puerta? —Dijo Ethan mirándome.
—Esto... Tenía que meterme en el papel —Me encogí de hombros.
Me miró no creyéndose lo que le acababa de decir pero al final la mirada fue relajada y sonrió.
—Así me gusta —Besó mi mejilla.
Esta vez sí que tuve sensaciones raras, unas que no podía explicar, y no, no eran las llamadas mariposas, esas murieron hace años.
Un joven con una bandeja se acercó a nosotros ofreciéndonos una copa a cada uno, quise negarme pero, me apetecía para ver si este nerviosismo se iba. Ethan cogió dos y una me la dio.
Le sonreí al muchacho y se fue.
Llevé la copa a mis labios y las burbujas efervescentes que llevaban me hicieron efecto al momento porque lo sentí bajar por mi esófago. Arrugué la cara por las burbujas, pero era un líquido que ya había probado. Era Champagne ya que eso lo tomamos mi familia y yo en Navidad y Nochevieja.
Ethan me llevó por todos sitios paseándome como si fuera un perro, ya que tiraba de mi brazo. Me presentó a varios de sus amigos y compañeros. Hasta incluso me llevé malas caras por parte de algunas chicas.
Estaba cansada de tanto glamour y niños de papi, me quería ir ya, y solo llevaba unas cuantas horas aquí esto sería una noche muy larga para mí.
*****
En un descuido de Ethan cuando ya no me tenía agarrada del brazo,salí de la casa al jardín y había un laberinto parecido al que sale en las películas donde la chica corre por allí y el chico va detrás de ella. También había unos bancos de piedra alrededor de una fuente, opté por sentarme ahí ya que mis pies dolían y pedían a grito que me sentara.
Me quedé por un momento observando todo a mí alrededor, subí mis piernas al banco con cuidado de que no se me viera nada. Observé la luna con determinado cuidado y pude ver que estaba muy redonda, era luna llena.
Las estrellas estaban por alrededor y el cielo era de un negro intenso, lo que indicaba que era de noche.
Aparté la vista del cielo y miré hacia la izquierda, había un templete decorado con luces y flores alrededor.
Era demasiado lujo para mí, me sentía imponente e incómoda, no encajaba aquí, Pero tampoco sabía en lo que me metía o sea sí, pero no. Sabía que era una fiesta de pijos y adinerados pero no sabría si encajaría o no.
Mi silencio se vio interrumpido por una voz ya familiar para mí.
—Molly ¿Qué haces aquí? Te he estado buscando por todos lados.
—Lo miré sobre mi hombro —Quería tomar el aire y necesitaba sentarme. No quise decir nada porque se te veía muy entusiasmado —Le di una sonrisa floja y volví a mirar al frente dándole la espalda.
—Está bien, pero ahora vamos a bailar —Se puso delante de mí y me estiró la mano, lo miré por un momento y se la agarré.
—Si te piso no es mi culpa —Dije y me levanté del banco, cuando mis pies tocaron el suelo me di cuenta que iba sin zapatos —No bailaré descalza —Me volví a sentar y me los puse.
Me ayudó a levantarme y fui con él hacía dentro de la casa, todo el mundo estaba agarrado a su pareja y los acordes de la canción que estaban bailando terminó. Ethan me dirigió hacia un lado casi apartados de toda la multitud de gente y comenzó a sonar otra canción. Me pasó el brazo por la cintura rozando mi piel desnuda.
Sentí un cosquilleo por toda la espina dorsal, pero entonces la voz del Frank Sinatra con la canción Witchcraft sonó por todo el salón. Lo que hacía que lo inundara. Entonces me dejé llevar por el castaño, y poco a poco iba siguiendo o más bien chapurreando los pasos, de vez en cuando miraba hacía el suelo para seguir sus pies pero él automáticamente me levantaba la cabeza del mentón y nos mirábamos a los ojos. De vez en cuando se le escapaba una sonrisilla lo que hacía que a mí también se me escapara.
Acabó la canción.—No lo haces tan mal —Dijo sin apartar su mano de mi espalda.
—Seguí bien tus pasos —Le guiñé el ojo.
Al mirar al frente vi que había una mesa con canapés y comida, me acerqué y empecé a comer.
Ethan llegó a mi lado, también comió.
Pasamos una noche agradable, pero por fin ya había acabado la fiesta, por lo que Thais vino a recogernos para llevarnos al hotel.
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Dulce tentación (COMPLETA)
RomanceMolly quiere conseguir trabajo para poder vivir. Ya que se fue a Londres a vivir una aventura. Solo llevaba mil dólares y los invirtió en su piso de alquiler, que si no lo pagaba el casero la echaba. Por internet encontró un anuncio de niñera en...