Capítulo 24

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Cuando salí del cuarto, me encontré a Ethan parado en el pasillo, moviendose de un lado a otro nervioso.

—¿Ocurre algo? —Le dije.

—Si —Dijo autoritario.

—¿Que pasa?

—¿Con quien estuviste?

—Con un amigo.

—¡Mi hija estuvo con un desconicido!

—No era un desconocido, Ethan, era mi amigo.

—No parece un amigo.

Sacó su móvil y me lo puso delante de los ojos para que pudíera apreciar que los que habían en la foto eramos Brais y yo con la pequeña.

—Me estás poniendo los cuernos —Apretó los puños.

—Para que sea una infidelidad primero debemos estar juntos y que yo sepa no lo estamos —Me crucé de brazos con una postura firme aunque por dentro era un matojo de nervios. —¿Me espiastes?

—No, las fotos me las mandó alguien que te vio.

Con razón sentía como si hubiera alguien que me estaba observando. ¿Quien diablos seria?

—¿Quien fue?

—No lo sé.

Vino Abigail y abrazó por detrás a Ethan besándole el cuello y la mejilla. Este no hacía nada simplemente se quedaba quieto. Los observé por un momento y pude apreciar como ella se estaba riendo de mi.

—Con vuestro permiso me retiro —Pasé por el lado de ellos y me fui.

Salí al jardín a ver si podía despejar mi mente, me sentía rara, estaba celosa de Abigail, pero sabía que él tenía fijación conmigo y yo con él, pero teníamos una relación sexual como aquel que dice.

Suspiré frustrada y miré al frente, la luna se veía al fondo.

Sentí una presencia a mi lado, miré sobre mi hombre y me encontré a Amanda.

—Hola, ¿Que te pasa?

—Problemas —Me encogí de hombros y balanceé los pies de alante hacia atrás.

—Amorosos.

Me quedé observándola por que tenía razón, estaba en un momento que no sabía que hacer.

—Si —Musité.

—Con respecto a mi experiencia, se que ambos os quereís y que la señorita Abigail, le está rondando, es mala, demasiado diría yo, y como no te pongas las pilas me temó que te lo quitará —Dijo golpeando mi hombro y acto seguido se fue.

Me quedé memorizando sus palabras y tenía razón. Pero no sbía que hacer ni que decirle...Todo era tan complicado. Pero entoncés mi momento de estar hablando conmigo misma y recapacitando, se vió interrumpida.

—Molly, Molly, Molly —Dijo una voz chillona.

—Que quieres —Espeté sin mirarla, no tenía ganas de dicutir.

—En primer lugar se que tú y Ethan estaís liados, os he visto. Se que os quereís pero no voy a permitir que esteís juntos. Abigail Jhons no se dejará ganar por una como tú. Me quedaré con él y haré todo lo que esté en mi mano para conquistarlo. Segundo yo fui quien os hizo las fotos —Rió orgullosa de su hazaña.

—Eres una persona vil y ratera —Dije apretando la mandíbula.

—Lo sé, pero no voy a permitir que esteís juntos —Me señaló amenazante.

Se fue después de haberme dicho todo lo que me dijo. Suspiré y golpeé un juguete de Sophie que había por ahí. No podía ser tan mala.

Me metí para dentro más enfadada que antes, fui a mi cuarto y me puse un camisón de seda que me regaló mi madre unos reyes. Iba a conquistar a Ethan y lo iba a hacer  antes que ella. Lo que ambos sentíamos se quedaba guardado para nosotros, y nadie se interpondría en mi camino, y menos ella, no lo permitiría, así que lucharía por todo lo que esté en mi mano.

Salí de puntillas de mi habitación y observé que no hubiera nadie. Al percatarme de que no había nadie. Entré a la habitación de Ethan. Lo vi tumbado y relajado, su pelo totalmente despeinado.

Me subí a la cama lentamente y comencé a darle besos por el cuello, este reía y se movía, continuaba con lo que estaba haciendo, abrió los ojos lentamente y se sorprendió al verme.

—¿Que haces aquí? —Me dijo con la voz ronca.

—He venido a verte, quería estar contigo —Me acomodé en su pecho.

—No dices que no somos pareja, pues no se porque estás aquí. Así que puedes irte a tú cuarto, nos van a pillar. —Dijo serio.

—Ethan...

—Calláte y vete —Señaló la puerta.

Suspiré, me levanté de la cama, salí de su cuarto y me fui al mio. Sentía un nudo insignificante en mi pecho, no comprendía que era. Pero si él no quería estar conmigo, haré lo mismo.

*****

Al día siguiente me desperté por el estruendo ruido del despertador, lo que indicaba que tenía que atender a la pequeña.

Me vestí y aseé, me fuí hacía el cuarto de Sophie. La niña se encontraba despierta y jugando con un peluche, de vez en cuando hablaba algo que no lograba entender.
Se dio la vuelta y cuando me vio me echó una sonrisa, se bajó de la cama y corrió hacía mi, la tomé y comencé a darle besitos por su carita.

—Hola pequeña, vamos a desayunar.

La saqué de su cuarto y fui hacía la cocina, allí se encontraba Ethan, me miró, lo miré y no dijimos nada, simplemente el se acercó a su pequeña y la tomó, así que mientras me fui a hacerle el biberón. Cuando ya estaba hecho volví a coger a la niña para darselo.

—Molly...Yo siento lo de anoche —Dijo Ethan rascandose la nuca —Estaba enfadado por lo que vi —añadió.

—No tienes porque preocuparte, podrías confiar más en mi, yo solo estoy contigo.

—No dices que no somos novios

—Lo sé, pero ambos sabemos que existe algo ente nosotros.

De repente apareció Abigail, interrumpiendo toda nuestra conversación, se acercó a Ethan y le dió un beso, esté lo siguió.

Cogí a la niña y salí de la cocina para llevarla a su cuarto y cambiarle la ropa, ya que me la llevaba a darle un paseo por ahí.

La tumbé en la cama, le cambié el pañal y la vestí, al terminar le eché colonia y me la llevé a darle una vuelta, no aguantaba más estar ahí, necesitaba salir y despejarme. Ethan estaba jugando conmigo.

Le di un paseo por la ciudad, se que era temprano para llevarme a la niña a pasearla. Pero los paseos mañaneros ayudan a olvidar todo. O eso decía mi abuela.

Dulce tentación (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora