Not an option

Capitulo I

Fue arrastrada por su grupo de amigas de toda la vida a ese antro lleno de extraños. No le agradan los lugares así y antes solo una vez había aceptado asistir a una de esas fiestas de año nuevo, en vista de que se trataba de una situación especial. Aquella vez ocurrió en el centro de Santiago, en su adolescencia, cuando sus hermanos decidieron festejar con todo el grupo de amigos de Villa Ruiseñor, la primera y última vez en la vida que se emborrachó. La joven nunca pudo hacer mucha memoria con respecto al hecho, pero todos parecían recordar el buen show que ejecutó frente a todos los asistentes.

- Hueona por fa, no seai aguafiestas – Se acercó Augusta con tres shots de tequila en medio del desastre de gente que era el antro – tomemos esto para mejorar los ánimos y luego a lo que venimos, bailar toda la noche – Augusta muy entusiasmada tomó un shot mientras los dos restantes se los entregaba a sus amigas Mercedes y María Elsa.

- Tú sabes que no me gustan estos lugares, Augusta – Mercedes expresó mientras fruncía el ceño y sostenía el shot de tequila mirándolo con temor. La incomodidad que sentía dentro de ese lugar la ahogaba, o quizás era el calor. La gente rozándola o empujándola al pasar le daba una sensación de inseguridad.

- ¡Por faaaaavooorrr Mercedes! Tú sabes lo divertida que eres con copete, amiga – Augusta la abrazó por los hombros y se acercó lo suficiente a su oreja para susurrarle – Todos nos acordamos de tu show para año nuevo – Mercedes se sonrojó y se alejó rápidamente incomoda con la situación, como siempre la hacía sentir Augusta con sus actitudes y palabras.

- N-no digas eso Augusta, fue algo de una vez... - Pudo replicar a penas, muy avergonzada con ojos de cachorro y con sus mejillas sonrojadas acercándose más a Elsa, pidiendo indirectamente su apoyo.

- Ay mechita – María Elsa posó sus manos en los hombros de su amiga y con su voz suave llamó su atención - Esto también es algo de una vez, estamos celebrando el término de nuestro primer semestre, invictas en la universidad, diviértete amiga – La joven de cabello rubio, su mejor amiga, era la única que podía causar algo en ella, capaz de desinhibirla del todo en ciertas situaciones, siempre acompañándola y ayudándola desde que tenían uso de razón. Su mirada suave le hizo sentir más seguridad inmediatamente.

- Bueno... si lo pones de ese modo –

- Si po Meche, dale no más – Apareció su hermano Carlos abrazando a su novia Augusta mientras le daba un beso en los labios. Mercedes arrugó su nariz haciendo una mueca de asco ante la repentina muestra de afecto. Aún la descolocaba esa relación y estaban juntos hace años.

- Solo porque es algo de una vez – Mercedes o "mechita" como le decía todo el mundo tomó el shot y se lo bebió de un trago, mostrando una cara de asco al momento de tragarlo con la mirada atenta de sus amigos – Ya ¿Contentos? – Todos rieron y la alentaron, ella aún estaba disgustada por el sabor del alcohol. A veces le hubiese gustado desarrollar más su fuerza de voluntad.

Mercedes Möller era una chica relativamente tranquila, de familia conservadora, sobreprotegida, con muy buenas notas en el colegio, hija perfecta, destacando por sobre sus dos hermanos mayores Horacio y Carlos, siempre acompañando a su viudo padre, Ernesto Möller, con la presión de ser la mejor en todo ante los ojos de él. Toda su enseñanza media la dedicó a estudiar, su puntaje en la Prueba de Selección Universitaria fue excelente y aun así su decisión fue estudiar Pedagogía en Educación Básica en la Universidad de Chile, ignorando a su padre por completo con la sugerencia de estudiar una carrera mejor remunerada y con una reputación mayor. En estos momentos ya no vivía en la región del Maule, en ese pueblo llamado "Villa Ruiseñor", la decisión de migrar con sus amigas Elsa y Augusta a la capital fue rápida, parecía más un escape para cada una, una huida de los infiernos personales que las perseguían.