"Volver a verte" Caché Story (EDITANDO)

Cap 114 - Gran día 1-2

Narra Vale

Me levanté muy temprano el día de hoy pues desperté antes de que el despertador sonara. Me siento muy emocionada porque hoy es el día en el que por fin me convertire en la mejor tía del mundo para el pequeño Edu.
Me di una ducha y me puse la ropa con la que pasaría el día, la mayor parte de la ropa la tenía en el cuarto de invitados de la casa de mi hermana pues yo la decoré a mi estilo y practicamente el cuarto es mio así que vengo cuando quiero sin invitación.

Hace unos meses Nico regresó de su viaje extenso con su familia y estoy muy feliz por eso. Es más con el iré hoy a la velada que Calle y Poche darán como bienvenida a Edu.
Bajé las escaleras y me percaté de que ninguna de las dos había despertado así que decidí hacer el desayuno como buena invitada.
El timbre sonó y fui a atender, era mi papá junto al pequeño Ramón.

- Hola papi buen día!- Saludé y el dejó en el suelo a Ramoncito.

- Hola mi amor y chao porque debo ir a trabajar solo quise traerles a Ramon. Ya que Edu va a venir debe tener con quien jugar..- sonrió.

Mi papá se marchó a su trabajo y yo terminé de hacer el desayuno. Vi a Calle bajar por las escaleras mientras yo entraba a la cocina nuevamente.

- Uhm pero que huele tan rico..- preguntó acercandose al mesón para revisar las cosas.

- Como buena invitada hice el desayuno de hoy. Y Poche?- pregunté sirviendole el desayuno a Daniela.

- Ya baja se estaba duchando.- contestó mientras le daba una mordida a su pancake.

- Buen día amores..! Ramonchis!! - Poche estaba radiante muy feliz el día de hoy.

- Buen día hermanita desayuna que hoy tenemos un gran día a la espera..- la abrace y le servi su desayuno luego.

-Wow no había visto a Ramoncito..- Calle lo tomó en sus manos y lo acariciaba. - Hoy llegará un pequeño compañerito para ti amor..- le hablaba a Ramon con su voz de bebe traviesa.

Narra Poche

Me levanté con todo el animo del mundo, hoy será un hermoso día con todo lo que conlleva. Tenía a mi hermana en casa junto con mi esposa y mi Ramoncito; solo faltaba mi pequeño hijo.

Un hijo llega a cambiar el mundo de una persona y si Eduardito nos cambio el nuestro solo con aparecer en nuestras vidas, no me puedo ni imaginar cuanto lo cambiará ahora que estará con nosotros en nuestro dulce hogar.

- Amor necesitamos ir a la casa de eventos para dejar organizando todo para la noche..- pasé mis brazos por su cuello dejando un cálido beso en sus labios.

- Ve por tus cosas Vale para irnos ya..- dijo mi esposa guiñandole un ojo picaramente.

Me besó como quizá nunca antes lo había hecho, pude sentir claramente cada parte de ella fusionandose conmigo. El poder que ella tenía sobre mi era increiblemente hermoso y a pesar de que se que vamos a tener a Eduardito con nosotras muero de ganas de darle un hijo... nuestro.

Si, hace mucho que llevo pensandolo. Quizá no será ahora, es muy pronto para eso ya que primero debemos acoplarnos al estilo de vida familiar; ella, Edu y yo. Tambien debemos de encargarnos de la educación de mi pequeño pero hasta que termine su año lectivo el seguirá asistiendo a sus clases en el orfanato.

Salimos de casa y Valentina una vez más puso el ambiente musical dentro del auto. Esta vez lo manejaba yo, mi esposa estaba cansada de manejar todo el siempre y yo no podía cargarla como mi chofer personal. Llegamos a la casa de eventos y ella se encargó de dar las indicaciones para que todo quedara perfecto en esta noche. Salimos cuando ya eran las 12:30pm así que fuimos a almorzar y se nos hizo el tiempo justo para ir a ver a Edu al orfanato.

Narra Calle

Después de ir a la casa de eventos y dejar practicamente todo listo, llamé a Paula para que se encargara de enviar por correo las invitaciones de la velada a las personas más cercanas a nosotros. Almorzamos y nos dio el tiempo para ir a la hora indicada al orfanato, al llegar Valentina tocó el timbre y la hermana Framcisca fue quien abrió la puerta.

- Mis niñas como están..- nos abrazó a cada una. - Pasen pasen..- Nos hizo señas de que Edu estaba en su cuarto.

Subimos Poche y yo mientras Vale se quedaba con los demás niños del orfanato ya que se encontraban jugando en el jardín.
Toqué la puerta tres veces y pasé al escuchar su dulce voz permitiendo la entrada.

- Como está el niño más hermoso del mundo? - pregunté alegre y el corrió a mis brazos llorando.
- Hey que ocurre pequeño..- preguntó Poche sobando suavemente su cabezita que se encontraba posada en el hueco de mi cuello.

- No quiero irme..- sollozó una vez sentado en el borde de su cama.

- Porque bebe?- pregunté preocupada por su bienestar.

- Hoy me vienen a ver..- Hiso una pausa secandose la carita con una toalla que tenía en sus manos. - Y si me voy no las volveré a ver..- volvió a llorar sin lograr detenerse.

Poche esbozó una leve sonrisa mientras se inclinaba hacia Edu. -Personita.. escuchame- levantó la barbilla del pequeño obteniendo su atención. - Hoy te irás a casa de unas personas que te amarán como no tienes idea, que te cuidarán y te protegeran como si fueras de cristal. Calle y yo te amamos bebe por eso estamos aquí esperandote para irnos a casa..- el pequeño abrió sus ojos como platos y se tapo su boquita asombrado.

- Me ire con ustedes? Serán mis mamás?!- preguntó subiendose a la cama. -Siii yupi!!!- brincaba feliz en su cama y Poche me abrazó por la cintura mientras lo observabamos.

Su felicidad era realmente notoria y Poche y yo nos sentíamos orgullosas de poder haber hecho feliz a una personita que lo merece todo.

- Listo para irnos pequeñín? - Vale llego a la habitación aplaudiendo.

- Vale!!- el pequeño corrió a abrazarla y Vale lo cogió. - Ya tengo dos mamás..- con su manito mostraba la cantidad y Vale sonrió ante eso.

Tome su maleta del cuarto y la baje mientras Vale bajaba a Edu de la mano y Poche hablaba con la hermana Francisca.
Los pequeños del orfanato se acercaron a entregarles dibujos que habían hecho para el y a abrazarlo.

- Prometo traer a Edu a jugar..- sonrei para ellos y todos gritaban de felicidad.

Nos despedimos de todos y Edu subió a la parte trasera del auto junto con Vale mientras Poche iba de copiloto. Se arrimó a la ventana sacando su pequeña manito para despedirse una vez más de sus amigos con una gran sonrisa en su rostro...