"Volver a verte" Caché Story (EDITANDO)

Cap 15 - Reconciliación

Narra Calle (16 años)

Cuando bajamos de la camioneta nos acercamos a la casa, Mario nos esperaba en la entrada con dos ramos de rosas que supongo, había tomado del jardín. Sus ojos estaban algo inflamados al parecer había estado llorando y en partes me sentía algo culpable por ello. Cuando Mario se acerco nos entregó un ramo a cada una.

Mario: Calle discúlpame por lo que hice fue un impulso que no pude parar, Poche lamento mucho haberme aprovechado de que estabas dormida soy un idiota, espero que puedan perdonarme... - La voz de Mario se escuchaba sincera y de sus ojos salían lagrimas avergonzadas. 

Calle: Tranquilo Mario ya paso, somos amigos y todo va a estar bien..-  lo abrace fuerte, sabía que este necesitaba un abrazo. Poche se nos unió y luego salieron los otros tres gritando y celebrando que todo estaba bien.

Poche: Muero de hambre chicos vamos a comer! - cuando no tiene hambre María José.

Calle: Ay Poche cuándo es el día en que tu no tienes hambre...- todos rieron.

Johan: Acaban de llegar las pizzas así que vamos antes de que se enfríen. - fue el primero en adentrarse a la casa seguido por nosotros. 

Mientras comíamos hablábamos de lo que haríamos en los siguientes días, nos reíamos de las bromas que Sebas le hacía a Mario, es que a pesar de lo que había pasado en la tarde todo ahora estaba bien. Pasamos una grata noche en el jardín mientras Johan cantaba con su guitarra, él tiene muchísimo talento y estoy segura de que si se esfuerza un poco más llegará muy lejos. En definitiva este viaje habría sido lo mejor para todos.

Cuando Mario estaba preparando unas bebidas a mi lado Poché llamo a Pau para hablar a solas en la habitación aquello no me agradó tanto, sin embargo dejé que las dos se encerraran no podía estar controlando a Poche todo el tiempo y sabía que si quería algo con ella debía empezar a confiar. Pasó un buen rato para que estas por fin salieran de la habitación, todos ya se habían ido a dormir y yo tuve que conformarme con quedarme en el sofá acompañada de mi fiel celular. Escuché la puerta abrir y decidí molestar un poco.

Calle: Hasta que se dignan en dejarme entrar en mi cuarto! - dije con un tono serio.

Paula: Celosa srta Daniela? - me sonrió

Calle: Ah yo? no yo no que va! estoy muy bien... - por alguna razón me puse un poco nerviosa.

Paula: Si claro, hasta mañana Dani también te quiero - caminó sin mirar atrás entrando a su cuarto.

Poche: Estabas celosa gorda? - preguntó mirándome desde la cama.

Calle: Ya he dicho que no. Ya vamos a dormir... - dije seria mientras tomaba mi pijama para dormir.

Sentí cuando Poche me abrazo por la espalda, me giré sobre mis talones para verla mejor. Ella besó mi barbilla.

 Poche: Soy tuya cariño, no tienes porque estar celosita. Te quiero vamos a la cama..- se puso de puntitas y me dio un cálido pico en los labios. 

Amaba a Poche, amaba su forma de ser, la manera tan tierna con la que se expresa, todo. Lo que tenemos nosotras aún no tiene nombre solo nos dejamos guiar por el amor que nos tenemos, cuando la gente nos ve por la calle observa solo a dos mejores amigas caminando de la mano sin que nada les importe, pero en casa ella y yo somos una sola. Tenía tantas ganas de pedirle que sea mi novia desde ya un buen tiempo atrás pero no quería que fuese simple, quería una idea grandiosa que no la haga arrepentirse de decir Si quiero cuando le pregunte si quiere ser mi novia. 

Poche es una chica extraordinaria y merece todo lo mejor del mundo, las cosas simples no deberían ir con ella. Aquella noche Poche durmió abrazada a mi con su rostro sobre mi pecho. Tiene la teoría de que así me siente más cerca de ella porque logra arrullarse con los latidos de mi corazón. Desde que la conozco tomamos por costumbre dormir en la casa de la otra, en ocaciones iba yo a su casa y me terminaba durmiendo ahí, otras veces ella se quedaba a dormir en mi casa cuando mi padre no estaba de viaje. Prácticamente un día dormíamos en su casa y al siguiente dormíamos en la mía, pasábamos 24/7 juntas, tanto así que siempre nos preguntan si no nos aburrimos de la otra, obviamente nuestra respuesta siempre es un NO rotundo. Nadie entiende cómo, pero somos tan la una para la otra que complementarnos ha sido nuestra gran virtud.