II

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Tras oír esa pequeña parte de la conversación que los dos chicos mantenían, el café que había pedido había sido depositado delante de ella.

La castaña no tarda en echar el azúcar y mezclarlo para así dejar el café enfriar.

Los chicos a su lado seguían hablando y aunque SunHee odiaba ser tan cotilla, sus conversaciones eran lo único que destacaba en la cafetería que poco a poco se iba llenando.

Se levantó dispuesta a irse al ver como el reloj marcaba las diez y cuarto pero no pensó que se acabaría chocando con el chico pecoso y que acabaria tirando la taza al suelo rompiendola en pedazos.

- Lo siento mucho.- la profunda voz del chico la dejó en shock durante unos segundos pero no tardó en negar con la cabeza.

- No pasa nada, son cosas que pasan, iré a pedir una escoba.- le responde rápidamente, su alma gemela se encontraba tan feliz que dio gracias a ello, no estuvo nerviosa como lo estaría normalmente si pudiera controlar sus emociones o enfadada y estresada como él solía estar.

Tras pedir las cosas a la empleada SunHee rápidamente se dirige a recoger los trozos rotos junto al chico.

- Lo siento, de verdad...- repetía una y otra vez el castaño con un adorable coreano.

- No pasa nada, en serio.- sus amigos se reían a medida que recogían los trozos más grandes y los dejaban sobre la pala.

- Félix, debes tener más cuidado.- el chico con el que había tenido la conversación lo miraba con una sonrisa desde su asiento.

- ¿Félix? ¿Eres de aquí?- el chico niega mientras barre los pequeños trozos que habían quedado en el suelo.

- Vengo de Australia, pero mis padres son coreanos.

- Ya veo...- susurra SunHee mientras agarra su mochila y mete su móvil junto a los auriculares en el bolsillo de la chaqueta del uniforme- Gracias por ayudarme.

- A sido culpa mía, tenía que ayudarte.- los dos se sonríen mutuamente y SunHee mira a los ocho chicos que seguían sentados en sus lugares.

- Siento si os he molestado.- hace una reverencia y después los observa con una sonrisa.

- No pasa nada.- el castaño de la raíz le sonríe de vuelta- Es culpa de Félix por ser torpe y no fijarse por donde va.- dice en tono de broma haciendo a todos reir, ella incluida.

- Bueno, he de irme, tengo que volver pronto a clase, nuevamente, disculpadme por haberos robado un poco de tiempo.

- No pasa nada, tranquila.- SunHee vuelve a sonreír y abandona la cafeteria sintiendo su corazón latir demasiado rápido, ¿a qué se debía eso ahora? ¿acaso su alma gemela se encontraba cansada o demasiado nerviosa?

- Ya cálmate.- susurra para si misma mientras golpea con cuidado la zona del corazón- Debes controlar mis emociones, no me hagas sentir el mismo cansancio o problemas que tú, idiota.

Cuando al fin llegó a su instituto, el resto de su horario escolar transcurrió de forma tranquila, sin nervios, enfados o estrés que aparecía de la nada y duraba horas provocando algunos cambios a la hora de dormir. Pero hoy, a pesar de que él estaba feliz SunHee no quería sentirse así, al menos, en ese preciso momento sólo deseaba poder llorar y no tener que mostrar una pequeña sonrisa que era cubierta por la bufanda que el frío le obligaba a usar.

Intentó ignorar la felicidad que sentía en el momento, quería expresar sus sentimientos de manera correcta y ahora mismo, tener que estar feliz por "obligación" era lo último que quería.

- Siempre estás mal, ¿no podías haber elegido un fin de semana para estar feliz?- seguía sin poder llorar, a pesar de que algunos compañeros de clase la habían dejado al borde del llanto, la sonrisa que tenía en su rostro no había desaparecido y en ese momento se alegró, pero ese momento ya había pasado y ahora solo deseaba llorar.

Cuando al fin llegó a su casa subió a su habitación tras dar una rápida reverencia a su madre y a la mujer que la acompañaba, seguramente alguna amiga del trabajo.

Abrió la puerta y se encerró en su habitación, colocó el pestillo y caminó hasta su cama para después encender el lector de dvds que tenía a un lado, su antigua amiga le había regalado un disco lleno de canciones que las dos amaban, y a pesar de reconocer las suyas nunca había averiguado cuáles eran algunas de las canciones coreanas que su amiga había puesto.

Entre todas ellas había una que le llamaba la atención, había sido la canción que la ayudó a superar todo lo ocurrido cuando los síntomas de su alma gemela llegaron a ella, había sido la canción que la había animado con los estudios y la que le había dado una razón más para sonreír.

Agarró el mando que controlaba el lector y presionó los botones cinco y seis, haciendo que la canción que deseara empezará a sonar; eran tres chicos que rapeaban, en el disco existían más canciones de ellos pero esa fue la que más amó.

Cerró sus ojos unos segundos recordando el día en el que descubrió la canción, que al mismo tiempo era el día en el que su amiga se alejó de ella.

Flashback

El día de hoy era horrible, estaba enfadada, cualquiera que pasará delante de ella podría sentir como moriría con sólo juntar su mirada con la suya por menos de un segundo.

- Lo digo en serio, SunHee, estás rara.- SunHee suelta un suspiro aún molesta sin apartar la mirada de su comida- Llevas días estresada e ignorándome y ahora que me acerco a ti pareces enfadada, si es por algo que hice...

- Ya te he dicho que no has hecho nada Umine.- le responde clavando el tenedor con fuerza en algunas patatas.

- Venga ya, estás enfadada conmigo, lo notó a distancia, es porqué ya he encontrado a mi alma gemela y la tuya no aparece, ¿verdad? Por eso no tienes nada que te indique como llegar a ella.- el tono de burla en la voz de Umine hace que por alguna razón el enfado de SunHee suba.

- Cállate de una vez y déjame sola, no estoy de humor para lidiar con tus hipótesis y mierdas.

- Como quieras, luego no preguntes porque acabas siempre sola.- y dicho eso la castaña se quedó sola, tal y como quería pero al mismo tiempo temía.

Había hablado con su madre sobre sus cambios de actitud, como sus emociones cambiaban dramáticamente cada segundo y a pesar de que ya sabía que tendría que ver con su alma gemela no quería decírselo a nadie, sabía que estaba destinada a estar sola, incluso piensa que él se aburrirá de ella y que la dejara sola con las emociones que él sienta durante toda su vida.

Ese mismo día nada más llegar a casa enciendo el reproductor y siguió escuchando las canciones del disco que Umine había hecho semanas atrás, iba por la canción cincuenta y cinco, "Heaven" del famoso grupo Exo, era la canción que sonaba en ese momento, relajándola mientras seguía con su trabajo de historia y cuando la siguiente canción empezó, fue cuando volvió a la realidad; daría lo mejor de ella para no perder el control por culpa de las emociones de él, daría lo mejor de ella para tener un buen futuro y encontrarlo con facilidad a pesar de que eso significara hacer el trayecto sola y sin ayuda.

Soulmate { ChangBin }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora