Soulmate { ChangBin }

VIII

SunHee se había despertado con un dolor de cabeza enorme, no tenía fiebre, tampoco se encontraba muy mal, solo tenía el mítico dolor que le hacía creer que su cabeza iba a explotar en cualquier momento.

- ¿Estás bien?- SunHee asiente mientras se sienta en el sofá junto a su madre, su hermana parecía seguir dormida y su padre debería estar trabajando.

- Sí, sólo me duele la cabeza, nada más.- responde tumbandose de una manera extraña en el sofá individual.

- ¿Quieres algo? ¿Un chocolate caliente, sopa o algo?- SunHee niega y dirige su mirada a la televisión, su madre se encontraba mirando las noticias como cada mañana, pero no había nada que fuera interesante.

Se levantó del sofá tras varios minutos intentando decidir que hacer y volvió a su habitación, tirándose sobre el colchón e ignorando las notificaciones que sonaban sin parar.

Los mensajes seguían llegando sin parar y el ruidito de kakaotalk la estaba sacando de quicio.

- ¿Quién diablos es?- con algo de frustración y cansancio estira su brazo para mirar el nombre del molesto contacto.

"Freckles boy Félix ♡"

¿Qué diablos quería el australiano para haberle enviado más de veinte mensajes?

"¡SunHee!"

"Siento molestarte, ¿podríamos quedar esta tarde?"

"Los chicos ya tienen planes y me han dejado solo, incluso ChangBin hyung"

"¡Me ha abandonado por HyunJin!"

"SunHee"

"SunHee"

El resto de los mensajes eran del nombre de SunHee escritos una y otra vez, Félix sabía que hacer algo así podría molestar a la gente pero era lo único que podía hacer si quería una respuesta medio inmediata.

From: Little Kim

To: Freckles boy Félix ♡

"Claro, pero algo más tarde, estoy con dolor de cabeza y quiero descansar un rato más."

Freckles boy Félix ♡

"Claro, dime hora y lugar"

Little Kim

"En tres horas, ¿sabes donde queda el colegio Youngdong?"

Freckles boy Félix ♡

"Claro, ahí estaré"

Little Kim

"Hasta luego entonces"

SunHee tira su móvil al fondo de la cama y cierra los ojos, hubiera preferido quedarse en casa, en la cama sin tener que aguantar a nadie, pero no sabía decir que no y mucho menos a un amigo.

Amigo, esa palabra que llevaba meses sin usar se le hacía rara, pero al menos, solo debería acostumbrarse a ella de nuevo.

Félix se preparaba para ir a encontrarse con SunHee, era el único en el apartamento por lo que podía tener su música a un alto volumen sin molestar a nadie, y eso mismo hacía.

Buscaba alguna sudadera que ponerse mientras tenía "Bae bae" de Bigbang de fondo.

Por alguna extraña razón se encontraba feliz de poder quedar a solas con ella, era un sentimiento que no lograba describir, nunca lo había sentido, o mejor dicho, era un sentimiento que no lograba recordar.

Salió del apartamento una hora antes de lo previsto, debía coger un bus y luego ir andando hasta el instituto y eso ya le quitaba bastante tiempo.

Bajó hacia la estación de autobuses y espero a la llegada del suyo, era un viaje de veinte minutos y luego unos cinco o siete a pie, llegaría bastante antes de lo esperado, pero le daba igual esperar, usaría la excusa de que había llegado cinco minutos antes y listo.

Todo pasó tal y como había planeado, había estado media hora esperando a SunHee delante de la puerta del instituto y cuando la vió no pudo evitar sonreír.

SunHee traía una gorra de lana tapando su pelo y una bufanda blanca alrededor de su cuello, traía una chaqueta verde típica de invierno y por debajo algo que parecía ser una camiseta de lana rojiza, sus piernas eran cubiertas por unos pantalones negros y sus pies por unas botas marrones que llegaban un poco más arriba del tobillo.

Félix nunca se había fijado en lo hermosa que era, incluso con las mejillas y la nariz medio roja por culpa del frío.

-Hola.- su voz sonaba cansada, como si solo hubiera decidido quedar para compadecer al australiano y liberarlo de su aburrimiento.

Félix la saludó de una manera más feliz, mostrando una gran sonrisa que dejaba a plena vista su dientes.

-¿A dónde te gustaría ir?- pregunta Félix.

-Quiero dejar unos libros en la biblioteca y después ya vemos que hacer.- responde mientras camina hacia la entrada del edificio.

A Félix se le hizo extraño ver cómo el colegio se encontraba abierto a pesar de que fueran vacaciones pero SunHee le explicó que todo era debido a los exámenes finales y que solo los de tercero tenían el permiso de estar ahí.

-¿Y tú no vienes?- SunHee niega mientras deja los libros sobre la mesa de la bibliotecaria.

-No me hace falta y tampoco me gusta este lugar, prefiero estudiar en mi habitación la música puesta y una taza de café.

Tras salir del lugar los dos empezaron a caminar sin rumbo, no establecían ninguna conversación pero el silencio tampoco era incómodo, para Félix era hasta relajante.

-Ví tu eliminación del programa.- al fin SunHee da inicio a la conversación- Quise llorar, pero ChangBin no quiso colaborar en mis sentimientos de tristeza.- Félix ríe al oír eso, su hyung había llorado pocas veces, pero en el fondo era un chico sentimental.

-ChangBin es de los que lloran en privado, no le he visto llorar muchas veces, pero supongo que tú las habrás sentido.

-Se podría decir que sí, se que todos estos sentimientos que he tenido me conectan con él de alguna manera, pero no estoy segura de ello.- o mejor dicho, no quería aceptar que había encontrado a su otra mitad- Mucha gente se pone triste, pudo haber sido otra persona que estuviera llorando y por eso yo lloré, además, hoy estoy medio cansada y si ChangBin ha salido con HyunJin debería estar feliz y no agotado y con ganas de tumbarse en la cama y dormir.

-¿Qué quieres decir con eso?

-Existen muchas personas en el mundo y aunque parezca que ChangBin es el indicado, nada es seguro.

Y fue ahí, en ese mismo momento, mientras caminaban bajo la nieve dónde Félix se dio cuenta de la existencia de la pequeña posibilidad de que SunHee no estuviera destinada a su mejor amigo, igual estaba destinada a él y de alguna manera sus sentimientos se unían en momentos exactos, pero no podía confirmar nada, solo debía ser más observador y esperar a que el destino uniera a quien debía, ya fuera ChangBin con SunHee o él con ella.

Pasaron el día paseando y cuando la noche cayó sobre Seúl, Félix había decidido acompañar a la fémina a casa, había sido un gesto muy agradable de su parte pero para SunHee había sido demasiado, se había excusado diciendo que luego tendría que ir lejos, que podría perderse y que con su coreano igual acababa en la otra punta de Seúl pero este la ignoró y al fin la dejó delante de su puerta.

La casa de SunHee era un sueño para él, vivía en una calle de chalets, parecía el mítico barrio americano que veía en películas.

-Hasta otra día, entonces.- SunHee se despide con una reverencia al igual que Félix y solo cuando la puerta se cierra el pelinegro inicia su larga y arriesgada aventura a casa, con suerte llegaría sin perderse.