XXII

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Su día no iba como había planeado, era domingo, un domingo que SunHee llevaba semanas esperando, ya había planeado todo, tenía a JiSung de compinche y un pase para el backstage que el más joven le había consigo.

Iba a ir al fansign de los chicos, iba a ser una sorpresa, había planeado todo el mes anterior, pero nunca pensó que algo así ocurriera y que tuviera que pedir perdón a JiSung por no poder ir.

- Debe ser una broma.- SunHee se acababa de poner el cinturón de seguridad mientras veía como su padre empezaba a conducir de manera rápida hacia el hospital de Seúl.

- Ojalá lo fuera.- su madre lloraba en el asiento del copiloto mientras que su padre mantenía la mirada fija en la carretera.

- ¿Pero cómo pasó? En navidades estaba bien.

- Lleva años sin hablar, ahora no puede moverse, sabes lo que será lo siguiente.

- Es algo normal SunHee.- su madre había logrado calmar sus lágrimas- Tu abuela ya está mayor y las consecuencias de no tener a tu abuelo están apareciendo ahora. Estuvieron juntos por años, su relación siempre fue tranquila y llena de felicidad, estas son las consecuencias cuando una conexión tan fuerte se rompe.

- Pero el abuelo murió hace años, ¿por qué ahora?

- Cosas del destino...

Tras un viaje de media hora su padre logra encontrar un sitio libre en el aparcamiento, y mientras ellos caminan por delante hacía la entrada principal SunHee iba por detrás sumergida en sus pensamientos.

¿Le ocurriría eso a su madre? ¿A su hermana? ¿A ella?

Esas preguntas que ya tenían respuesta, una respuesta negativa que hubiera deseado nunca conocer gracias a su familia.

Su madre consiguió el número de la habitación nada más entrar y mientras que ellos subían SunHee decidió quedarse unos minutos abajo.

La relación con su abuela era mucho mejor que la que tenía con su padre, ahora mismo podría subir y mirar a su abuela con una sonrisa pero no quería, por dentro cada vez se sentía peor y a pesar de tener un enorme nudo en la garganta pidiendo que soltara todas sus lágrimas debido a la felicidad de ChangBin del momento no podía hacerlo.

Se mantenía sentada en una de las sillas mientras jugaba con sus dedos y miraba al suelo gris del lugar como si fuera lo más importante del lugar mientras ignoraba la vibración de su móvil en el bolsillo de su pantalón.

Las almas gemelas eran lo más valioso de ese mundo, pero si al final solo todo era dolor... ¿merecía la pena estar conectada a alguien toda la vida hasta que el final de alguno llegara? Muchos sabrían qué responder, solo dirían que sí, porque treinta años de felicidad merecen más la pena que dos o tres de sufrimiento hasta que tu final también llegará.

Ojalá ese fuera el caso de SunHee.

"8 de abril"

Ignorando los mensajes que llegaban a su móvil SunHee empezó a escribir en sus notas lo que más tarde debería pasar a su diario.

"Hoy es el inicio del final, hoy tendré que prepararme, porque en menos de una semana sé que deberé de decir adiós a mi abuela.

Hoy es el inicio de algo, pero también la continuación de mis pensamientos, pensamientos que no logró dejar ir.

Si algo le ocurre a ChangBin acabaré perdiendo mi otra mitad, una mitad que traerá mi muerte si llegamos a tener algo duradero, pero si no es así, en unos años podré tener una vida tranquila, sacar mi carrera y buscar trabajo en una buena empresa, incluso oficina.

Soulmate { ChangBin }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora