Ironstrange Random

Fanfic: parte 3

Stephen había estado pensado sobre ir a ver a Tony. Desde que fue a ver a Peter aquella noche, no había dejado de pensar en lo que el chico le había contado sobre su pareja, al punto de que, a veces, no ponía mucha atención a lo que Wong o Peter le decían. La Capa había llegado incluso a darle un golpe no fue muy fuerte para hacerlo reaccionar.

Además, algo le decía que Tony estaba «como antes» luego de haber visto todo eso en su propia mente. Sinceramente, no esperaba que hablar con Steve Rogers le causara un miedo tan grande. El haberlo descubierto así no fue algo muy positivo para ninguno. Menos para Tony, porque seguro que ni él sabía que era uno de sus miedos.

Levantándose del sofá donde estaba, dejó que la Capa se posara sobre sus hombros y decidió ir a la torre. No perdía nada con una visita para verlo y tratar de hablar un poco con él, por lo que hizo un portal directamente en el taller de Tony, donde sabía que estaría, y se adentró, manteniéndose perfectamente tranquilo.

- ¿Tony?-pronunció, mientras el portal se cerraba detrás de él.

-Justo aquí-respondió él, mientras seguía en lo suyo.

Al voltearse, Stephen vio que, sobre la mesa, estaban algunas tazas con café y paquetes vacios de galletas y algunos snacks. Frunció el ceño. ¿Eso había estado comiendo? Si la respuesta era «sí», se aseguraría de darle una lista de comida balanceada más tarde. Ahora tenía otro asunto pendiente.

- ¿Estás bien?-preguntó el hechicero, sin saber qué debía decirle.

-Sí, ¿no se nota?-respondió Tony, sin sonar demasiado sarcástico.

Ok, esto es preocupante, pensó Stephen.

Sujetó el mentón del más bajo para que lo mirara a los ojos y le fue difícil no notar las ojeras que estaban debajo de sus ojos, además de que su cabello no se veía muy bien cuidado.

- ¿Así es como tomas desprevenido a alguien?-dijo Tony, sin apartar sus ojos de los de Strange.

- ¿Cuándo dormiste por última vez?-preguntó Stephen, ignorando su comentario.

-Da igual. He estado bien.

-Viernes -mandó Stephen, mirando seriamente a Tony.

-El jefe no ha dormido en, al menos, setenta y ocho horas-contestó su Inteligencia Artificial.

-Chismosa-murmuró Tony.

Stephen soltó el mentón de Tony y suspiró. El problema estaba llegando un poco lejos. No sólo no se alimentaba como debía, sino que además no dormía. Él no había pensado que esas cosas podían traerle de nuevo las pesadillas. Nuevamente, había pensado mal las cosas. Pero, sinceramente, Tony rara vez le hablaba de sus propios problemas. Era algo que aún no había podido manejar. Stephen se molestaba un poco cuando Tony no acudía a él por algún problema. Se supone que una relación se basa más que nada en la confianza y el apoyo, ¿no?

-Tony...-comenzó el más alto.

- ¿Qué? ¿Qué me vas a decir? ¿Qué necesito comenzar a cuidarme más porque si no terminaré en el hospital?-espetó Stark.

Stephen apretó la quijada por esas palabras. Tal vez había elegido un mal momento. Pero ya estaba ahí. Y no pensaba irse tan fácilmente.

-Te está afectando la cafeína. Tus ojos parecen los de un búho asustado-fue lo primero que le vino a la mente para decirle.

-Viernes te lo dijo: no conseguí dormir, así que... estuve arreglando y mejorando cosas-contestó, tallándose uno de sus ojos. No lo podía negar: estaba agotado de una manera inimaginable.