HOY NO ME PUEDO LEVANTAR

Capítulo 1: ¡Adiós pueblo!

Colate está sentado en la cama con la cabeza apoyada entre las manos, son las 6:00 de la mañana y apenas ha dormido, a pesar de estar con Ana, su novia, quien duerme a su lado. No puede dejar de dar vueltas a todo lo de deja atrás y todo lo que se le viene por delante. Mira a la maleta y la guitarra apoyadas al lado de la cama y se dice a sí mismo "¿Podré hacerlo?".

Nunca ha salido del pueblo y está asustado por lo que pueda o no pueda pasar en la ciudad, además él es un poco tímido, a diferencia de su amigo Mario que es el típico tío echado para adelante. A pesar de esto, Colate ya se lo ha prometido y se van esta misma mañana, de hecho Mario llegará de un momento a otro. Se empieza a sacudir el pelo castaño intentando que esté más o menos decente para que cuendo llegue Mario puedan irse rapidamente.

Ana se despierta y le mira con pena al verle así, se incorpora y le abraza por la espalda.

- Colate, no te vayas, quédate conmigo- le dice mientras le besa en el cuello.

- Anita, mi amor, que ya se lo he prometido.

- Pero no puedes marcharte solo por él-responde enfadada.

- Es que no solo es por Mario, también es por nuestro sueño de ser músicos...

- Y ¿por qué Madrid?

- Porque Madrid es el único sitio donde puedo ser músico cariño- se justifica Colate- Venga, tú y yo vamos a seguir viéndonos mujer, mira el fin de semana vienes a la ciudad... y en verano... ¡Los veranos son muy largos!- intenta animar a Ana que está a punto de echarse a llorar.

Ana y Colate se funden en un abrazo cuando de repente entra Mario gritando con la maleta y la guitarra en la mano, cortando el tierno momento de la pareja.

- ¡Colate! ¡COLATE!

- A ver Mario por favor, que estamos en la cama.- dice Colate cubriendo a Ana con la sabana.

- ¿Aún estás así? ¡Venga espabila que perdemos el autobús!- Mario empieza sacarle la ropa del armario a Colate.

- ¡Ya voy!

- ¿Por qué no os quedáis aquí? Madrid es muy peligroso- Ana sigue intentando convencerles.

- ¡Pues mejor!

- Mejor no, Mario. Mejor tampoco es...- dice Colate nervioso.

- ¿Por qué no llamo a mi padre?- continúa Ana- Podéis trabajar en su empresa.

- ¡Ni de coña!- espeta Mario- Venga, vámonos.

- Mario, estás seguro de lo que estamos haciendo...- Colate empieza a echarse para atrás.

- Pero vamos a ver, si lo hemos hablado cien millones de veces, Colate.

- Ya, pero es que yo necesito seguir viendo a mi Ana.- se gira y la coge de las manos.

- Mirad, si es por dinero... mi padre os puede pagar un buen sueldo.

- A ver Ana, qué importa el dinero, que nosotros somos... artistas.- Mario se pone entre medias de los dos y les abraza por los hombros.

- Ya Mario, pero ¿y si no podemos tocar? ¿de qué vamos a vivir?- Colate se escabulle del brazo de su amigo.

- ¿Cómo que de qué vamos a vivir? ¡Pues de la música!- responde Mario- Mira, cuando lleguemos a Madrid nos vamos al "Rockola", al "Pentagrama", al "Malasaña"... Nos compramos una chupa de cuero y nos vamos a...

Colate empieza a emocionarse en cuanto su amigo dice que se comprarán una chaqueta de cuero roja y le corta mientras habla.

- ¡Al "Rockola"! Y ¡al "Pentagrama"!

- Eso lo primero.

- ¡Y al "Malasaña"!- añade rápidamente.

- Eso después.

- Y la chupa de cuero.- A Colate le brillan los ojos.

- Colate, una chupa de cuero roja chaval...- Colate está completamente emocionado.

- ¡Anita!

- ¿Qué?

- Que ¿Qué hago?

- Pues que vas a hacer.- Ana apoya a Colate.- darte prisa que vais a perder el bus. Pero llámame todos los días ¿vale?

Colate se abalanza hacia Ana y la llena de besos, mientras tanto Mario les hace burla por detrás.

- Si, si, si, cariño, te llamo todos los días.

- Siii te llamo todos los días..., te quiero...- se burla Mario.- ¡Vamos Colate!

- Ana, tomo esto, para ti.- Colate le da su bufanda a Ana.

- ¡Te quiero! Nos vemos en la ciudad.- responde Ana con lagrimas en los ojos mientras le acaricia el pelo.

Los dos amigos se miran emocionados y salen corriendo y gritando de la habitación.

- ¡ADIÓS PUEBLO!

Ana se queda sola llorando en la habitación de Colate, no sabe cuándo volverá a verle, pero ella solo quiere lo mejor para él.