La primicia.

114 18 20
                                    

Lucky Guy.

Capítulo 1.- La primicia.



La barca se deslizaba lentamente entre la neblina, dando más la sensación de flotar, que de estar navegando. En la proa, una figura siniestra se mantenía impávida en su eterno mutismo. Nadie osaría molestar a la muerte. Nadie, que no fuera Kyu Jong. - ¡Hey! ¡Oye! ¿A dónde vamos? - Silencio. - ¡Oye! ¡Oye! - exclamó, tirando de la manga de la túnica mortuoria. - Quizás si aceptaras esto - dijo extendiendo un billete - podamos hablar. - Silencio. - ¡Hey!

– Será mejor que te des por vencido - dijo una voz cercana a dónde él estaba. - Jamás ha pronunciado palabra.



Kyu Jong se volvió. Sosteniéndose de unas amarras, un chico de aproximadamente su edad, lo miraba curioso. Kyu caminó hasta llegar a su lado.



- ¿Ah, sí? ¿Y tú cómo lo sabes? - Inquirió.



- Rumores que se escuchan en el barco. - El chico lo miró de nuevo, con esa curiosidad aburrida. - ¿Puedo saber de qué moriste?



- ¿Eh? ¿Yo? ¡Ah! De un accidente de barco.



- ¿Tu barco se hundió? - Preguntó el chico, ladeando la cabeza.



- ¿Eh? ¿Hundirse? - Preguntó Kyu confundido. - ¡No! Más bien choqué contra uno intentando escapar de unos terroristas musulmanes. Querían evitar que publicara una nota sobre ellos. Demasiado tarde, ya lo había hecho... Esos musulmanes son difíciles, no se dejan sobornar tan fácilmente.



- ¿Nota? ¿A qué te dedicabas? - Quiso saber el chico.



- ¡Soy reportero! ¡El mejor! - Espetó Kyu con un gesto de orgullo. - No hay nota que no pueda conseguir.



- Pudieras - corrigió el otro - recuerda que ya estás muerto.



- ¡Oh! ¡Es cierto! - Respondió Kyu Jong con congoja.



- Y a todo esto, ¿cómo te llamas?



- ¡Ah! ¡Soy Kim Kyu Jong! ¡Reportero estrella del diario "El Audaz", el más importante de Corea... ¿y tú eres?



- Jang Geun Suk. Secretario particular de Kim Hyun Joong.



- ¡Ah, vaya! El hijo del famoso empresario Kim Tae Hyun.



- ¿Lo conoces? Kyu se encogió de hombros.



- Lo vi alguna vez. El padre es un hombre intachable. Supongo que lo heredó el hijo, aunque con un poco de rebeldía.



- ¿Intachable? - Preguntó Geun Suk levantando una ceja. - El padre, quizás, pero al hijo yo le pondría mis peros.



- ¿Por qué dices eso? - Fue ahora el turno de Kyu de mirarlo con intriga.



Geun Suk soltó las amarras y se acercó a Kyu sentándose en un borde e invitando al reportero a hacer lo mismo. - Escucha... - comenzó con voz cautelosa - mi muerte no fue muerte natural, ni tampoco un accidente, alguien me envenenó.



- ¿Y por qué alguien haría algo así? - Kyu observó a detalle al chico. No era feo. Para ser sinceros era bastante atractivo, pero eso no parecía ser motivo para que alguien quisiera matarlo.



- Para callarme.



Se miraron fijamente. Kyu resopló. - ¿Es en serio?

Geun Suk asintió - puedo decírtelo, al final de cuentas ya no importa. Lo que aquí te diga, nadie más podrá saberlo. Así que yo creo...



- ¿Quieres ir directo al grano? - Apremió Kyu con impaciencia.



- Encontré objetos comprometedores - soltó Geun Suk sin más preámbulos. Kyu parpadeó. - De Kim Hyun Joong.



- ¿Y piensas que él intentó matarte? - Kyu continuaba escéptico.



- Y tan bien lo hizo, que lo logró.



- ¿Y por qué haría eso?



- ¿Quieres dejar de hacer preguntas de ese modo?



- Soy reportero. Tengo que llegar al meollo del asunto.



Geun Suk dejó escapar aire. Ese tipo, aunque guapo, era un poco irritante. - Supongo que habrás oído hablar del "Asesino de las Picas".



Kyu Jong hizo un gesto dolorido. - ¡Agh! ¡Es una espina en el dedo! Anduve mucho tiempo tras de su pista, pero nunca pude saber quién era. Antes de morir, estaba a punto de lograrlo.



- Pues ahora puedes saberlo, el "Asesino de las Picas" es ni más ni menos que Kim Hyun Joong.



Kyu entornó los ojos. - Bromeas.



- No. Por eso me mató. Aunque pudo no haberlo hecho él. Yo no era tan importante. Puede que ese trabajo se lo haya dejado a su asistente y mejor amigo, Park Jung Min.



- Pero, ¿cómo puedes asegurar eso? - Preguntó Kyu un poco irritado.



- Lo sé por los objetos que encontré en su casa de veraneo. Ahí esconde un sinnúmero de cartas. Las mismas que se encuentran en los pobres difuntos cuándo son hallados. Además, piénsalo, Hyun Joong es muy atractivo. Atrae a hombres y mujeres cómo miel a las abejas, ¿qué persona se resistiría a alguien con ese carisma y ese dinero? Aparte de todo, es ágil, fuerte y muy inteligente. Y si algo le hace falta, lo complementa con la presencia de Park Jung Min, hombre astuto y seductor.



- ¿Te gustaban ellos? - Preguntó Kyu con suspicacia.



- No. Bueno, sí. Pero eso no importa, el asunto es que te digo la verdad. Y podrías averiguarlo por ti mismo si no estuvieras muerto. Lástima, una noticia de este calibre te lanzaría al firmamento del reportaje, pero es una nota que jamás podrá salir a la luz, se quedará entre las sombras de... Oye... ¿qué haces? - Geun Suk miró asombrado cómo Kyu Jong revisaba meticulosamente las aguas dónde navegaban y luego, con agilidad asombrosa, se descolgaba por un costado del barco.



- No puedo quedarme con esta duda. Necesito saber que lo que dices es cierto.



- ¡Oye!... ¡OYE!... ¡Pero ya estás muerto!



Kyu Jong ya no lo escuchó. Había saltado a las aguas. Geun Suk se rascó la cabeza admirado y confundido. - Pero que obstinado. No logrará nada. Tendrá que regresar al barco de todos modos. 


La barca siguió deslizándose entre las oscuras aguas. La siniestra figura de la Muerte, eternamente impávida, ni siquiera pareció notar lo sucedido.

Lucky GuyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora