Una pista nada alentadora.

74 17 27
                                    


Capítulo 9. - Una pista nada alentadora. 



La casa de veraneo de Hyun Joong era simple y llanamente fantástica. Con decorados rústicos y cuadros impresionistas que presumían ser el orgullo de un coleccionista. La fachada era pintoresca, cómo sacada de alguna pintura antigua. Y en la parte posterior, se podía apreciar el paisaje donde lo más sobresaliente era un hermoso lago.



Contaba con colecciones de todo tipo. Incluyendo una serie de instrumentos musicales que Hyun Joong presumió con orgullo. En especial un violín que era una preciosa antigüedad. Saeng apreciaba cada pieza cada vez más asombrado, hasta que reparó en algo: varios juegos de cartas casi ocultos en una vitrina.



- ¿Te gusta jugar cartas? - Preguntó un tanto inquieto. El recuerdo de porque estaba ahí lo golpeó con ferocidad opresora.



Hyun Joong se acercó, reconociendo con un divertido tono confidente. - No se lo digas a nadie, pero es mi más grande debilidad.



Saeng respingó. Eso no tenía porque significar nada ¿no era así? A cualquiera le podía gustar el juego sin que por ello fuera un asesino. No siguió pensando. Hyun Joong no lo permitió. Tomándolo por el talle comenzó a besarlo mientras susurraba con voz seductora. - Vamos Saeng, aprovechemos nuestra estancia en este sitio.



Saeng no podía resistirse. No a ese hombre y a esa voz. Ahí, en la casa de veraneo más espectacular que sus ojos hubieran visto, el propósito de tener una nota espectacular se nublaba bajo las expertas caricias del más cotizado soltero de Corea del Sur (y quizás de otros sitios) que parecía todo, menos un cruel asesino.



*****************



De Young Saeng no volvió a saber nada hasta el día siguiente, cuando le mandó un mensaje citándolo para verlo en la tarde, a lo que Hyung Jun se negó pues tenía pendiente un juego de cartas. Dejaron la invitación para la siguiente mañana, quedando en desayunar juntos, charlar y ya después Jun vería si lo golpeaba o no. Todo dependía de su ánimo y de su suerte en el juego. Al llegar al lujoso sitio, el señor Kim lo recibió cómo a un gran amigo. - ¡Oh, joven Hyung Jun! ¡Venga! ¡Venga! ¡Siéntese aquí junto conmigo! Mi hijo no tarda en llegar, es un amante del juego de cartas.



No había pensado en eso, porque junto con Hyun Joong, sin dudar llegaría Jung Min. Optó por tranquilizarse, aunque no lo logró del todo, algo nervioso, comenzó a charlar con los asistentes al juego haciéndolos reír con sus ocurrencias.



El tiempo pasó. Kim Hyun Joong y su asistente brillaban por su ausencia. El juego ya estaba muy avanzado cuando ambos llegaron presurosos. - Lamentamos el retraso - comentó Hyun Joong. - Se nos atravesó una situación que no teníamos contemplada, pero ya estamos aquí.



Park Jung Min ocupó el asiento junto a Jun. Sonriendo pícaramente con la mirada. Jun decidió contenerse. Un juego era un juego y no por los tontos coqueteos de un presunto homicida tenía que lanzar la suerte por la borda. Hasta ese momento iba ganando. Debía conservar nervios de acero para obtener un total triunfo.

Lucky GuyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora