《Daddy's Pray》KOOKV ~ CORRIGIENDO.~

Epílogo.

PD: Disfruten <3 <3

8 años después.

El clima era lluvioso, el vidrio de aquel hermoso y lujoso departamento empañado por el frío, mientras las gotas de agua azotaban contra esta.

La puerta se abrió, dejando entrar a un hermoso y mullido chico de cabellos rosas, quien secó las gotas en su rostro soltando un gran suspiro.

-Estoy en casa.- Anunció en voz alta con una pequeña
sonrisa, al escuchar aquellos hermosos pasos tan reconocidos para sí. Una azabache cabellera se asomó por la puerta, junto con un rostro adormilado.

-Bienvenido a casa, Jiminnie.- Se acercó a su amado, depositando un suave beso sobre sus labios, mientras abrazaba el mojado cuerpo ajeno.- ¿Cómo te ha ido en la universidad?.- Preguntó mientras llevaba de la mano a su amado al cómodo sofá en el balcón, donde pasaban la mayor parte de sus tardes conversando o simplemente dándose mimos. Las gotas golpeaban contra el techo de cristal sólido, viéndose cómo se deslizaban por estos hasta desaparecer en la nada.

-Agotador, el profesor demandó mucho de nosotros hoy.- Contestó acariciando su cuello debido a lo tenso de sus músculos. Se sonrojó al sentir cómo Yoongi retiraba su camisa mojada, secando su torso con una pequeña toalla celeste para colocarle un suéter propio. Hizo lo mismo con la parte inferior, dejándolo con unos pants cómodos y unas medias para el frío.- Tengo... Una presentación la semana que viene. ¿Te gustaría ir? El profesor me pidió que hiciera un número de danza contemporánea.

Yoongi se sorprendió, intentando verle a los ojos, aunque el más bajo le evadió la mirada con un gran sonrojo. Sólo sonrió, apretando más contra sí el cuerpo ajeno, recostando su barbilla en el suave cabello ajeno, para ver hacia la ventana, pudiendo ver la ciudad.

Recordaba lo cerrado que era Jimin al respecto con sus actos y demás, ya que sentía que lo iban a criticar. Se sintió orgulloso, porque eso quería decir, que tras esos 3 años de noviazgo y 5 de matrimonio que llevaban, había conseguido que Jimin se amara a sí mismo.

La calidez en su corazón era indescriptible, y por un momento sintió nostalgia al pensar en los años pasados, él como el problemático Min Yoongi, quien se metía en peleas pero las abandonó por el chico que amaba, Jimin como aquel joven inseguro y perdidamente enamorado de su mejor amigo, Taehyung, quien era un chico alegre, pero con muchos secretos arraigados a su débil corazón, y como final Jungkook, aquel que entró a la vida de los tres para ponerlas patas arriba, aunque le agradecía, porque sin él, quizás nunca abría tenido entre sus brazos al hermoso chico que ahora esperaba paciente una respuesta.

Dios, cuanto lo amaba, y cuanto deseaba volver el tiempo a esos momentos en que lo besó por primera vez, incluso aquella vez en que fue suyo por primera vez, aunque siempre supo, que era Jimin era suyo y sobre todas las cosas, que él le pertenecía desde la providencia del universo.

-No es necesario que vayas, amor.- Dijo bajito Jimin.- Tampoco es algo tan importante.