tres.

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"¿Con qué aprovechando oportunidades? Que cobarde eres"

Pasaron dos semanas desde el "inconveniente" en el baño. Luego de eso, ella encontró su usuario de Facebook y empezó a escribirle. Pero por supuesto, él la trato cortante y le dijo lo mismo de siempre.

«Eres solo una mocosa

Ella empezó a sentirse mal y por supuesto, a llorar por él. Así que luego de hablar seriamente, Katy tomó una decisión.

Se olvidaría de él por completo.

Seamos sinceros, si ella seguía así, él la lastimaría una y otra vez.

Y ahí estábamos, intentando esquivarlo, evitarlo e ignorarlo por cualquier cosa o sentido de este mundo. Sin embargo, por más que fuese, ella aún lloraba. Pero sabíamos que pronto pasaría este mal momento.

"Luego de cada lluvia, llega el sol y aparece un arcoiris"

A la semana, parecía que sería fácil. Pero luego empecé a darme cuenta de que él quería hablar con ella. Así es, ya saben lo que pasó.

No lo permití.

Pasaba la mayor parte del tiempo con ella. Obviamente ella estaba al tanto y el plan, mejoró.

Así que, si íbamos por un pasillo en el que él estaba, tomábamos otra ruta. Si el quería hablarle, lo ignorábamos y hacíamos como si no escucharíamos a nadie. En el mejor de los casos, yo le soltaba un "Estamos ocupadas" o "Debemos irnos", y mi favorito, "Ella no tiene nada que hablar contigo". Todas con la maldad de ver su cara al alejarnos de él.

Y todo siguió. No la dejaba sola y mucho menos, dejaba que ella le hablase. ¿La razón? Pues estoy 99.9% segura de que si dejo que ella le hable, lo perdonará.

Y no voy a permitir que eso pase.

Ya ha pasado un tiempo y todo ha ido de maravilla.

¿Qué ha pasado en estas tres semanas? Pues, Katy se volvió más seca con él. Prácticamente, él ahora no existe en nuestras vidas. Ella más nunca le habló por Facebook, y ni siquiera una mirada.

Por otro lado, él aún intentaba hablar con ella. No tan seguido como antes, pero lo intentaba. Pero al verme con ella, simplemente suspiraba y se iba. Creo que se acostumbró a eso.

Todo iba bien, todo iba perfecto. Pero no pensamos que pasaría un inconveniente.

Me enfermé.

Y lo peor era que ella estaba sola. Pero ella se ha vuelto más fuerte. Estoy segura que no se volverá débil y no se dejara caer.

Nah, ni yo misma me lo creo. Tengo que salir de aquí lo más rápido posible.

Bueno, hasta los médicos se asombraron de lo rápido que mejoré. Como podrán ver, o leer, ya no estoy enferma. Ahora mismo voy camino al colegio con mi mamá, quiero ver como estuvo Katy. Ya que mientras estuve enferma, no pude hablar con ella. Y en un abrir y cerrar de ojos, ya había llegado. Me despedí de mi mamá y entré.

No la vi cuando llegué. Pero supongo que es normal, ya que ella siempre llega tarde. Y mientras esperaba, adivinen quien llegó. Solo volteó a verme y me sonrió en forma de un saludo como si nada hubiese pasado. Él sabe que le tengo rencor y odio por lo que le hizo a Katy, pero su mirada era de confianza y despreocupación total.

Me das asco.

Y así como llegó se fue hasta la cancha dónde cantaban el himno desde los de primer año hasta los de quinto.

— Muy pronto estaré ahí.—Dije casi en un susurro para mi misma, ya que ese es uno de mis muchos sueños de niña. Desde que llegué aquí en segundo nivel.

¿Y como es la seguridad en este lugar?— Preguntó mi mamá con mucha preocupación.

La seguridad es de lo más alta aquí, y estoy segura de que su pequeña se adaptará aquí fácilmente dijo la directora, la cual ya me daba miedo. Y mientras iba caminando agarrada de la mano de mi mamá, miré aquel lugar. Estoy segura que no era la gran cosa, pero a mi me encantaba al ver a los "niños grandes" cantar ahí.

¿Qué es eso?— Pregunté con mi tono inocente señalando aquel sitio.

Ese lugar es la cancha. Ahí cantan el himno nacional desde los de primer año hasta los de quinto. Pero tienes que esforzarte mucho para llegar ahí.

Y desde ese momento, agregué a mis muchas promesas, esforzarme el máximo para poder llegar ahí.

Sonreí como una estúpida al recordar eso y me sentí... Orgullosa. Estoy donde estoy gracias a mis esfuerzos y ahora voy a llegar a ese lugar. De la nada, me percaté de que me había ido del rumbo y me concentré en lo que estaba esperando.

Esperando a que ella llegue.

Esperé un rato, no llegas.

Anunciaron que cantaríamos el himno, no llegas.

Nos formamos, no llegas.

Cantamos, no llegas.

Hicimos los ejercicios fastidiosos, no llegas.

Subimos al salón, ¡no llegas!

Vamos Katy, ¿dónde estás?.

Nota de Autora:

Espero que les haya gustado este capitulo mis amores ♡

-Vic

el chico de ojos verdesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora