cuatro.

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Esta es la continuación del capítulo anterior. Todo pasó en un mismo día. De todas formas, si tienen preguntas, no duden en preguntar.

-

Ya habíamos llegado al salón y Katy no aparecía, y me empezaba a preocupar. Mientras estaba pensando en las mil y un maneras de matar a tu mejor amiga, llegó ella. Por supuesto, tuvo que dar una explicación del porque su llegada tarde. Pero al pasar a mi lado para sentarse detrás de mi, fue cuando la detallé.

-Pero que mie...- ella me tapó la boca para que no dijera semejante palabra. Pero es que con su aspecto, se me podían salir hasta las tripas.

Cabello todo revuelto, tal y cuando no se lo peina. Una media arriba, una abajo. La falda más arriba de lo que va. Unas ojeras que parecía la propia calavera.

Se notaba que había corrido para llegar "a tiempo". Pero, ¿Por qué? ¿Qué rayos le pasó? ¿Qué fue lo que hiciste Katy? Y así estuve haciéndome miles de preguntas. Pero no importan cuantas fueran, porque igual tendría que esperar a la hora del desayuno para poder preguntarle.

Pasados los minutos, llegó la hora y salimos. Decidimos que antes de comer, iríamos al baño a arreglarla. Así que al llegar, se acomodó las medias y yo le acomodé la falda. Al ver sus muy notables ojeras, saque de mi bolso algo que había sacado del bolso de mi mamá, pero solo por hoy. Ella lo llamaba «corrector» y quitaba las ojeras. Así que aplique en esa zona y difuminé.

Así es señores, me empezaba a gustar el maquillaje, pero no lo usaba.

Ahora faltaba su cabello. Saque mis liguitas de mi bolso y ella su peine. Y empecé a hacer su característico peinado que me encantaba, dos coletas. Y mientras empezaba a peinarla, me atreví a acabar con aquel incomodo silencio.

-¿Y cómo te fue mientras no estuve? Ya sabes, con FDT-Me dio hasta risa nombrarlo por aquel sobrenombre, y es que se lo habíamos puesto con el significado de "Fulanito de Tal".

-Bien. De hecho, genial -me dijo ella con una deslumbrante sonrisa lo cual me asustó. La conozco tan bien que espero que no haya hecho lo que creo que hizo.

-No me digas que... - por favor dime que no, por favor dime que no.

-Sí. - ¡NO PUEDE SER! - Si hablé con él.

No puedo creer que rompiera el plan. De hecho, sí, si lo creo. Pero pensé que aunque sea algo de conciencia quedaría en ella y no lo haría. Veo que me equivoqué.

Empecé a hacerle las mil y un preguntas, y ella me respondía con una tranquilidad impresionante. Pero estaba molesta.

- Pero es que no es justo Katy, ¿Tanto esfuerzo para nada? No puede ser que como me fui, dejaste que te hablara, ¡Y lo peor es que te quedaste hablando con él por Facebook toda la noche! - ya estaba empezando a poner mi tono de madre. Ahora si me acomodé yo. - ¿No ves que por culpa de él llegaste tarde? ¿No ves que aprovechó la oportunidad de que yo no estaba contigo?

- Pero Vic, tu no entiendes. - Ella estaba tratando de calmarme, pero ya era tarde -No fue él, fui yo.

No sé en qué momento ya había terminado de peinarla y salimos del baño. Ahora estábamos sacando nuestro desayuno sentadas en las escaleras.

-Espera, ¿Cómo que no fue él? ¿De qué estás hablando?

Y como por arte de magia, el mencionado apareció de la nada. Pasó entre nosotras, miró a Katy y le sonrió, y siguió su rumbo creo que para la cancha. Siendo honesta, ni me interesa para donde va.

Que falso e ilusionado eres. Seguro que quieres que ella te perdone, pero eso no pasará.

Un suspiro de parte de ella me hizo volver a tierra. Supe que iba a empezar a hablar, así que me acomodé para escucharla mejor.

-Sí, yo permití que me hablara y ayer estuvimos hablando. - ya yo estaba respirando profundo para no salir de mis carriles - Y él dijo que estaba arrepentido de haberme tratado así. Y me pidió perdón y me preguntó si... -Y ahí se quedó pegada como dudando en decirme.

- ¿Si...? -Dije alentándola.

-Me preguntó si podíamos... Ser amigos -Dijo ella con la cabeza baja.

- ¡Já! Que gracioso. Qué bueno que no se lo aceptaste - Noté que aún no subía la cabeza - Katy, no lo hiciste, ¿Cierto? - Y su silencio me confirmó todo - Katiana, dime que no lo hiciste por favor. - yo solo le decía por su nombre cuando estaba realmente molesta o cuando era algo serio.

Y esto, era algo realmente serio.

-Yo... Lo perdoné. - Dijo ella con la voz un poco temblorosa porque sabía que me iba a molestar. ¡Y claro que lo hice! Pero ahora que pienso, no ha dicho lo peor que pudo pasar. Por un lado estamos bien.

Hasta que me fijé que aún tenía algo por decir.

»-Y ahora... - Oh no Katy, dime que no lo hiciste, por amor a Dios, dime que no - Ahora somos amigos

Y esa fue la gota que derramó el vaso.

En cuestión de segundos, mi desayuno ya había terminado en el piso y ella se había sorprendido y asustado a la vez. Y por supuesto, yo me levanté molesta con mis manos hechas puños y mi rabia a mil y un. Quedaba muy poca cordura en mí para ser sinceros. Quise decirle que estaba arrechísima* y decepcionada de ella, pero a la vez no quería decirle algo que la lastimara y después me arrepintiera. Un nudo en mi garganta no me dejaba hablar y no podía pensar con claridad. Así que respiré profundo.

-¡¿Qué?!- Fue lo único que pudo salir de mi boca luego de unos largos minutos.

-

"Desgraciado, me las pagaras"

-

ARRECHÍSIMA : enojada, sulfúrica (?)

Nota de la Autora:

Hola mis amores 😊

Espero que estén súper, híper, mega bien.

Disculpen la tardanza, pero tuve algunos problemas familiares y no pude actualizar. Pero para compensárselos, hice doble actualización.

En los próximos capítulos vendrán cosas importantes del pasado para que entiendan mejor la historia, así que estén pendientes.

Sin más que decir, me retiro.

Bai

-Vic

el chico de ojos verdesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora