Capítulo 1: ...Recuerdos...

26 3 5
                                    

Eithan

//flashback//

-Hace 10 años-
Es un día nublado en la escuela, estoy en clase y tan optimista como era de costumbre en aquél entonces, sonriente y poniendo atención hasta qué llega la hora del descanso...
–Oye tú...! –dijo un niño mayor caminando hacia mí–. ¿Por qué siempre esa sonrisa, no entiendes que me molesta eso? –preguntó en tono molesto–

–No de nuevo por favor... –dije en respuesta con tono débil–.  Siempre me molestas...

–Ya cállate! Eres muy llorón...! –dice el niño cruzándose de brazos–

–Lo siento... –bajé la mirada sin más–

–Oye tú! –se escuchó una niña hablar en tono fuerte–. Déjalo en paz!

En ese momento ambos giramos hacia ella con sorpresa en nuestro rostro...

Se trataba de Karime... mi prima, es un mes mayor que yo, vamos en la misma escuela y siempre nos veíamos a la hora del descanso en el mismo lugar, por lo que no era raro que ya estuviera aqui...

Karime... –digo en tono bajo y apenado–.

–Ya llegó tu salvadora... –me dijo el niño dándome un empujón haciendo que retroceda unos pasos–. Lo dejaremos por ahora, pero no siempre estará ella para cuidarte niñito.

El niño se fué y Karime se dirigió rápido hacia mí mirándome con preocupación.

–No deberías dejar que te molesten a cada rato... –me dijo al estar frente a mí–. Él tiene razón, no siempre estaré para cuidarte, debes ser fuerte para poder defenderte de todos ellos... –mostró una sonrisa al terminar de hablar–

Yo sólo me límite a sonreírle en respuesta.

//Fin del flashback//

–Eithan... Eithan!! –escucho que alguien me llama dando fin a mís pensamientos y haciendo que regrese en mí–.

–Eh? Si...? –respondí en tono seco y mirando a quien me llamaba–. Lo siento Dereck... Me perdí un momento.

Dereck.... Es mi mejor amigo actualmente... Estamos cursando a finales del segundo semestre estando en el turno de la tarde y soy mayor que él por casi cinco meses...

–Sí, lo noté... –dijo en tono burlón–.

En ese momento tome mis cosas y me dirigí a la salida del salón.

–Las clases han acabado... Ya hay que irnos de aquí.

–Vale... –contestó–.

El resto del camino decíamos algunas tonterías y escuchamos música hasta el punto donde nuestros caminos se dividen. Al llegar a casa, solo comí algo ligero y fuí a mi cuarto.

–Qué fastidio... Siempre me terminabas salvando.... –dije con una leve sonrisa en mi rostro sintiendo como el sueño me invadía –.

Al final, después de mirar el techo unos minutos recostado en mi cama, me quedé dormido sin más.

"Un Nuevo Inicio"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora