Recuerdos

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Temo no podía creer lo rápido que pasaba el tiempo, hace ocho meses le había dicho adiós a Diego, y a su vida en Toluca. Hace ocho meses había conocido a Ari, y un nuevo capítulo de su vida había comenzado. Sin embargo, no mucho había cambiado, aún no tenía el valor de confesarle a su mejor amigo lo que sentía, o de decirle a su Papancho que era Gay.

Temo sabía que la verdad saldría a la luz de un modo u otro. Mantener sus sentimientos en secreto, y mentirle a las dos personas que más ama lo asfixiaba, le hacía sentir como si estuviera arrinconado, sin salida, y sin esperanza. Un día él explotaría, y quedaría expuesto, se sentiría libre por primera vez en mucho tiempo, pero Temo no estaba listo, no aún.

En su celular, Temo guardaba sus fotos favoritas con Aris, cada una contaba una historia, guardaba emociones y recuerdos. Cada foto era especial para Temo, sin embargo, no podía negar que su favorita era la de aquel día que los Córcega y los López fueron a Six Flags, ya que en esa foto está abrazando a Ari y a su papá, las dos personas más importantes en su vida. Para Temo esa foto representaba su sueño, poder estar en una relación con Aristóteles, y que su Papancho la apruebe.

Temo estaba emocionado de subirse a la Medusa, era probablemente su montaña rusa favorita, aunque su mejor amigo lucia más bien aterrado, una emoción que Temo nunca había visto en el bello rostro del chico.

— ¿Estás bien Ari? — preguntó Temo, mientras agarraba el hombro de su amigo.

— Sí... Es sólo que nunca me he subido a una montaña rusa — respondió el chico, mientras esbozaba una linda sonrisa en su rostro —, sólo estoy nervioso. —

— Tú tranquilo, ya verás que te la vas a pasar muy bien — afirmó Temo con una tímida sonrisa dirigida a su amigo.

Pasaron algunos minutos más antes de que pudieran abordar el vehículo, aunque mientras más tiempo pasaba, mayor era la angustia en el rostro de su amigo, así que momentos antes de que el vehículo comenzara a moverse tomó su mano, y le dirigió una ligera sonrisa a Ari.

— No tengas miedo Ari, aquí estoy — le dijo Temo a su amigo, quien no pudo hacer más que apretar su mano y responderle con una sonrisa nerviosa.

Tantos recuerdos en tan poco tiempo, que a veces Temo se preguntaba si eran reales, o si habían sido sólo un sueño. Tantas fotos, risas, y momentos compartidos, y Temo aún no se sentía listo para decir la verdad, para decirle a su papá la palabra a la que tanto le temía, y a su mejor amigo la frase que no dejaba de pensar.

De repente, su teléfono comenzó a sonar, Diego le estaba marcando, así que le contesto, y le sonrió, hacían videollamadas al menos una vez por semana, eran mejores amigos después de todo, desde el momento que se conocieron, Temo supo que serían uña y mugre.

Temo tendría 12 años en ese entonces, se encontraba cursando sexto de primaria, y cuando entró al baño escuchó a una persona llorando, era un niño con un par de encantadores ojos color café.

— ¿Estás bien? ¿Por qué lloras? — preguntó con curiosidad, quería saber si había forma de ayudar al Niño. Temo había tenido demasiadas lágrimas y tristeza en su vida, así que de ser posible, quería evitar que otros se sintieran como él.

— Es que... Es que... Me acaban de decir que... — decía el pequeño Niño entre sollozos, sus mejillas se encontraban llenas de lágrimas. Temo de acercó lentamente a él, y lo abrazó —. Mi papá... Mi papá murió en un accidente. —

Temo no sabía que decir, conocía perfectamente el sentimiento de perder a alguien importante, después de todo el nunca había conocido a su madre, ya que murió al dar a luz, sin embargo no sabía cómo consolar a alguien, así que lo siguió abrazando mientras el chico lloraba.

Only You | AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora