Nuestro Encuentro

Capítulo 7: Mentes Pervertidas

Y estamos de vuelta con otro lindo sábado de historia, viendo los comentarios he pensado en publicar las 2 partes con y sin hard.

Así que si estas leyendo esto ahora es porque has decidido ir por el mal camino del cual no existe retorno!!! Ahora que estas advertida solo me queda aclarar que solo en el comienzo existe la diferencia, así que sin mas... A leer!!

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—¡No puedo creer que hayas hecho eso! — Hablo con molestia el conejo a penas fue devuelto a la tierra después de haber llegado a su hogar.

—¿Y qué querías que hiciera? El mocoso no quería hablar contigo ¿Acaso lo ibas a obligar?

—¡¡Pero Kacchan!!

—¡Ya basta con tus peros, estúpido Deku! — El zorro saltó sobre el conejo dejándolo de espalda al piso cubriéndolo por completo con su cuerpo — Estoy harto de lo metiche que puedes llegar a ser en ocasiones.

—Ka-Kacchan...

—No puedo creer que me hayas tenido casi una semana corriendo de aquí hacia allá, cuidando sin descanso este maldito sitio — El zorro acercó su hocico al cuello del conejo.

—Este maldito sitio es tu hogar — Izuku estaba molesto por las palabras del zorro.

—Y solo porque estas aquí lo cuido — Explicó sin más lamiendo la mejilla y luego la frente de Izuku — No puedo creer que ese maldito mocoso te haya lastimado, el único que tiene derecho a hacerlo soy yo.

—... — El ceño del conejo se frunció al escuchar aquello y de forma inmediata intentó sacarse a su acompañante de encima sin resultado, aunque sus intentos se vieron frenados al recordar una reciente situación — Tu también has resultado herido — Murmuró bajito bajando la vista e intentando mirar las patas traseras del carnívoro, pero debido a que el zorro estaba demasiado cerca para su propio bien fue capaz de escuchar.

—Eso no es nada, sabes que puedo... — Una suave y pequeña lengua sobre su hocico detuvo sus palabras, al parecer la molestia del conejito había desaparecido.

—Lo siento, me excedi sin notarlo ¿Que puedo hacer para compensar mi error?

—¿Me estás incitando?

—Cla-Claro que no...

—¿Entonces lo haces de forma inconsciente? Debo decir que es una ventaja que la temporada de celo de los tuyos se manifieste de forma constante ¿No crees?

—Kacchan espera yo no hablaba de eso — El conejo se comenzó a sentir nervioso cuando la húmeda nariz comenzó a pasearse sobre su pelaje olisqueando su pecho, bajando por su estómago y casi llegando a ese pequeño lugar que más de alguna vez los había conectado.

—Prefiero los días que el celo de ambos coincide, pero esto no es malo ¿No es así conejito obsceno?

—¡Kacchan! — Exclamó cuando la lengua del animal de ojos rubí comenzó lamer ese sitio dando un respingo — ¡Detente! ¡No quiero!

—Sabes cuando te niegas es aún mejor.

Katsuki levantó la cabeza mostrando una mirada llena de deseo. Sus ojos parecían brillar y el conejito tuvo miedo de su bienestar.

—¡Kacchan hablo enserio!

En un movimiento brusco el nervioso orejon logró darse la vuelta afirmando una vez más sus patitas en el suelo dispuesto a salir corriendo, al final de cuentas esa unión siempre le parecía dolorosa después de todo sus especies eran completamente distintas, sin mencionar que ambos eran machos.