Capítulo 8

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Holi :3

Aquí vengo de nuevo a molestar y como hoy no se que decir es mejor que pasen a leer.


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Observó a un costado donde Eijiro se encontraba notando como este tenía el ceño fruncido, se veía tan molesto como él. La mirada de ambos se cruzó por un segundo en el cual no fueron necesarias las palabras ellos sabían lo que debían hacer.

Con pasos silenciosos y sus oídos completamente en alerta frente a cualquier ruido siguieron aquel desagradable vestigio.

Las garras de Katsuki se enterraron en el piso con impotencia al encontrar el cuerpo del cual provenía la sangre, de hecho eran dos zorrillos los desafortunados de tal acto, un gruñido furioso escapó de su hocico, encontraría a ese infeliz y se lo haría pagar de la peor forma posible. Nadie se metía con su pueblo.

La impotencia a cada metro crecía cada vez más puesto que no sólo fueron esos animales los desafortunados, el infeliz estaba matando solo por capricho, eso se podía decir con exactitud al ver los cuerpos los cuales presentaban sólo una mordida en el cuello siendo abandonados en el acto.


—Katsuki... — Susurro Eijiro al ver como su amigo se encontraba con la vista perdida en un pequeño conejo que había terminado igual que el resto.

— Lo sé, debemos... — Guardo silencio moviendo sus puntiagudas orejas al percibir un ruido no muy lejos, sus patas se movieron solas seguido al instante por el zorro rojo.


Tras caminar unos cuantos metros la vista de ambos se posó en su objetivo, un zorro negro bastante desaliñado que se encontraba sobre su nueva presa.

A Katsuki le importó muy poco que esa alimaña le pasará por varios centímetros, su cuerpo reaccionó de forma inmediata al ver cómo este animal tras cumplir su objetivo tiraba a un lado el cuerpo inerte de un ave.


—¡¡Estás muerto maldito infeliz!! — Exclamó con fuerza antes de saltar sobre él abriendo sus fauces y enterrando sus colmillos sobre el lomo del despreciable ser.


La batalla comenzó. El zorro negro se defendió en el acto moviendo su cuello intentando agarrar entre sus dientes la pata o alguna parte del pelaje de Katsuki, pero al ver que no podía se arrojó hacia un árbol más cercano aplastando al cenizo quien a pesar del dolor no lo soltó en ningún momento. Eijiro al ver esto se lanzó de inmediato a prestar ayuda, pero el condenado sabía moverse bastante bien y lo supo cuando en un ágil movimiento se volteo logrando que ambos compañeros chocaran entre ellos liberándose finalmente del agarre.


— ¡No te metas Eijiro! ¡Con mis propias garras mataré a este infeliz! — Grito antes de volver a saltar sobre el azabache.


Gruñidos feroces, rasguños y mordidas profundas era todo lo que existía en lugar. Eijiro deseaba ayudar, pero sabía mejor que nadie que en esa situación no sería más que un estorbo para Katsuki y aunque no lo fuera para el rubio sería una molestia de todas formas. Por ello mantenía su mirada fija en la batalla analizando en el momento justo para prestar ayuda y lo encontró cuando el intruso se olvidó por un instante de su presencia al verse algo acorralado por Katsuki, el zorro pelirrojo saltó a las patas traseras del maldito haciéndole perder el equilibrio y sin perder segundo alguno el zorro cenizo saltó sobre su cuello mandándolo al suelo.

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