¿Cuánto duro mi enojo? Para ser sincera no más de dos días. Él supo como llegar al estudio de la empresa y con un ramo de rosas, comida, la mejor explicación del por qué de su ausencia y tras varios besos todo quedó en el olvido. De nuevo.
Sabía cómo lavarme el cerebro y yo no hacía nada para cambiarlo, no podía y no quería. Me gustaba la sensación que me daba sentirlo cerca de mí y como tranquilizaba cualquier duda o angustia que tenía.
Él me amaba, a su manera, pero me amaba.
-¿Qué quieres hacer?.- pregunta de repente tomándome distraída, lo miro con una sonrisa y le robo un beso.
-Lo que tú quieras hacer, está bien para mi.- sonrio y niego con la cabeza.
-Te debo una cita.- dice y pica ligeramente mi nariz con su dedo índice.- Tu eliges, amor.
Amor. Me dijo amor, me emociono por el apodo tan cursi que me ha dicho y lo beso más tiempo. Él me tiene que tomar de la cintura por que si no terminaremos cayendo al piso.
Lo abrazo y me quedo tranquila oliendo el perfume que ha quedado impregnado en su cuello. Froto mi nariz en su piel de forma infantil y lo escucho reír. Lo hago más y su risa aumenta.
La alegría crece en mi interior y yo también comienzo a reír. Yoongi me tira en la cama y me hace cosquillas, le pido que pare por que no se cuánto aguante mi estómago.
Las cosquillas cesan de apoco y abro los ojos topandome con su inexpresiva mirada. Me siento un poco intimidada pero trato de no demostrarlo.
-Di que me amas.- ordena de repente, lo miro confusa.
-Siempre te lo digo.- hablo bajito y me acurruco en sus brazos.
-Quiero que lo digas ahora.- su expresión no cambia. Suspiro y sonrio por que se que decirlo no me cuesta nada y me encanta hacerlo.
-Te amo.- confieso y cuando pienso que eso lo deja satisfecho me doy cuenta que su rostro se ha vuelto aun más sombrío.
-Dilo otra vez.
-Te amo.
-De nuevo.
-Te amo.- suelto una risa nerviosa.
-De nuevo.
-Yoongi, ¿Por qué...?
-¡Dímelo de nuevo!.- grita y me encojo con algo de miedo.
-Te amo.- susurro cohibida.
-¡Más fuerte!.- pega su mano a un lado de mi cabeza. Lo trato de apartar.
-Yoongi.- mis ojos se llenan de lágrimas y con la poca fuerza que tienen mis brazos lo trato de empujar pero no puedo.- Yoongi.
-Mentirosa.- bufa.- Si me amarás tanto me lo estarías diciendo a cada rato.
-Pero a ti no te gusta que te lo diga seguido...
-¡Un carajo Lisa! Eres mi novia tienes que hacerlo.- me toma de las muñecas y su agarre se hace doloroso.
-Sueltame.- sollozo.- Me lastimas, Yoongi. Ya me quiero ir a casa, llévame a casa.
-¡Ah! Ahora si quieres.- ríe con sarna.- Pero ya cuando estamos bien y la estamos pasando de maravilla te quieres ir. Genial Lisa, se nota el amor que sientes por mí.
-No es eso...
-No mientas.- acerca su cara a mi cuello y empieza a dejar besos en el.- ¿No te quieres divertir? ¿Ah, preciosa? Sabes que la pasamos bien cuando lo hacemos.
-Yoongi... Yoongi, no quiero.- trato de apartarlo de mi, su cuerpo se hace tenso.
-Como quieras.- me suelta y se levanta de la cama, arregla su ropa y sale sin más de la habitación.
Suelto otro sollozo y me hago bolita en la cama, el olor a él está en las sábanas y eso hace que me duela más lo que acaba de pasar. Trato de parar el llanto varias veces pero no lo logro. Hasta que mis ojos se sienten pesados y el sueño se apodera de mi.
Solo recuerdo que unos brazos me acomodan en la cama y me tapan con la cobija, como me abrazan por la cintura y besan mi cabeza tras un "buenas noches" con voz ronca.
El apretón en mi cintura se hace más fuerte pero sin lastimarme. Suspiro y me quedo dormida de nuevo.