Cuando amanezco a la mañana siguiente, siento todavía los brazos alrededor mío. Estos me sujetan con firmeza. Sonrio pensando que se trata de Yoongi.
Error.
No es él, esos brazos no son de él, el aroma que desprende no es de él. Con cuidado trato de moverme lejos del cuerpo ajeno hasta que lo logro y al darme la vuelta me topo con la cara de Taehyung, Kim Taehyung.
Ahogo un grito y me trato de levantar de la cama pero Taehyung se mueve y toma de nuevo mi cintura para abrazarse a mi otra vez. Miro con miedo la puerta cuando esta está apunto de abrirse y aparece Yoongi con una bandeja de comida.
Se queda inmóvil al ver la escena frente a él y trato de explicarle que lo que sea que su mente este maquinado es una mentira. Camina hacia la mesa donde reposa la televisión y deja la bandeja, sin apartar su vista de mí se acerca al lado de Taehyung y sin cuidado lo toma del cabello y del brazo para terminar tirandolo en el piso.
Taehyung se queja y poco a poco reacciona, se ve un tanto sorprendido de dónde está pero cuando ve a Yoongi todo rastro de vida se va de sus ojos.
-Puedo explicarlo.- hablamos ambos al mismo tiempo. Yoongi nos mira con el ceño fruncido y niega con la cabeza.
-Vete a tu cama Taehyung.- habla tranquilo.- Te he dicho que no me gusta que duermas en mi cama.
-Lo se.- el chico se siente desconcertado, pero no es idiota y sabe que si hace algún comentario de lo que acaba de pasar Yoongi no le hablara con amabilidad como ahora. Así que sin más toma sus zapatos y sale del cuarto con la cabeza gacha.
Ni siquiera me mira cuando se va y lo agradezco internamente, no sabría cómo reaccionar al saber que dormí con él toda la noche. Y eso me deja con una gran duda, diciendo ¿Donde había dormido Yoongi para no darse cuenta de la presencia de Taehyung en su cuarto? O a la mejor había pensado que yo no me había quedado en su cuarto y me había ido después del suceso de ayer.
Un escalofrío recorre mi espalda cuando las memorias llegan de nuevo a mí y comienzo a temblar involuntariamente.
Yoongi está muy callado, parece tranquilo. Y me da miedo eso. Él no es alguien muy calmado cuando hay chicos cerca de mí. Menos cuando uno de sus mejores amigos se metió a su cama sabiendo que su novia estaba ahí.
-Yoongi.- digo su nombre despacio. Me mira serio, pero tomando la bandeja en sus manos la acerca a mi.
-Supuse que tendrías hambre cuando te levantaras.- dice y se sienta a un lado de mi. Me remuevo nerviosa por su cercanía y asiento.
Tiene razón y empiezo a comer sin demora. Me sorprendo cuando Yoongi me quita la cuchara y agarra del plato un poco de comida y se lo mete a la boca, yo lo miro sin poder creerlo.
-¿Qué?.- pregunta con la boca llena y sin acabarlo todavía, vuelve a agarrar. Me sonríe cuando sus ojos se topan con los míos.
-Estas comiendo.- digo con la boca abierta. Asiente obvio.
-Pense que no lo notarias jamás.- dice con sarcasmo. Me devuelve la cuchara y se limpia la boca con el dorso de su mano.
-Quiero ir a casa.- tomo su mano y un escalofrío recorre mi espalda de nuevo, lo suelto enseguida. Él me mira.
-De acuerdo.- toma su celular de su bolsillo.- Llamaré un taxi para que pase por ti.- anuncia y coloca el aparato en su oído cuando termina de teclear en el.
Suspiro y asiento, la verdad es que no me molesta del todo esa idea y lo agradezco mucho. Probablemente por que las imágenes del día anterior todavía están frescas en mi cabeza. Y es que aunque yo no quisiera él no ha mencionado nada de eso en ningún momento y me trata de una manera tan normal y tranquila que me incomoda.
Cuando estamos abajo en recepción, veo como un taxi se estaciona frente al hotel y sé que ya es hora de irme. Con un pequeño adiós me despido y camino hacia la entrada. Pero su mano toma mi brazo y me hace mirarlo.
-Adiós.- me roba un beso y también le da uno a mi mejilla y frente. Sonrió como tonta.
-Adiós.- lo abrazo fuerte y él también lo hace.
-Te amo.- con eso me derrito a él y me alejo con una sonrisa de oreja a oreja.
Me dejo manejar como quiere, y no hago nada para evitarlo por que me gusta. Lo amo y se que él también me ama.
