-Jennie.- entro con cuidado a la habitación de la chica y escucho un ronquido.- Jennie.
No contesta, la veo hacer muecas y como se mueve en su cama al igual que una lombriz. Me acuesto arriba de ella y le hablo en el oído.
-Jennie, despierta dormilona.
-Lisa no molestes.- me avienta lejos de ella y caigo al otro lado de la cama, bufo quitando un mechón de mi cabello.
Me levanto y la observo antes de lanzarme encima de ella.- ¡Levántate ya! ¡Es hora! ¡Arriba dormilona!
-¡Lisa! Niña malcriada quiero que te pares y salgas de mi habitación ahora mismo.
-¡No! ¡Arriba, párate!
-Que te calles.- recibo un almohadazo y caigo derrotada en la cama con la respiración agitada.- Gracias.
-De nada.- me tiro al piso y me arrastro lentamente a la salida de su cuarto.
-¿Vas a despertar a las demás?.- pregunta mientras se estira en su cama. Afirmo con un asentimiento de cabeza.- Suerte con Jisoo.
-No me preocupa Jisoo, la más difícil eres tú.- salgo de su cuarto y cuando estoy a medio pasillo me levanto y voy al cuarto de la antes mencionada.
Camino de puntitas hasta la puerta de Jisoo y me pego para ver si está despierta. Su voz me confirma que si lo está.
-Si, yo también te quiero.- susurra y abro los ojos sorprendida.- Está bien, nos vemos hoy a la misma hora.
-¿Quién es?.- murmuro para mí misma.
-Te amo mi conejito.- oigo su risa y cuando me paro bien la puerta se abre y ambas gritamos.
-¿¡Qué haces aquí!?
-¿¡Tienes novio!?
-¿¡Quién tiene novio!?.- Jennie y una greñuda Rosé aparecen detrás de mí y nos miran expectantes. Observo a Jisoo y como su rostro pierde color.
-Jisoo...
-Doyoung es mi novio.- declara y me cierra la puerta en la cara.
-¡Ahhh!
-¡Lo siento! Pensé que ya estabas totalmente fuera de la habitación.
-Tu perdón no le hará sanar su dedo.- Rosé se levanta y deja lo que queda de vendajes en la mesa detrás de ella.
-¿Estás bien?.- Jennie llega con un vaso de agua y unas pastillas de diferentes colores.- Son para el dolor y todo eso.
-¿Son las que me dan sueño?.- niega y me las extiende, las tomo y la miró desconfiada.
-Me ofende tu desconfianza.
Al final me las tomo y cuando menos me lo espero ya me estoy quedando dormida.
Nota mental: No confiar en Jennie porque es una mentirosa.
Cuando despierto las chicas están aquí mismo viendo una película con mantas y chucherías alrededor de la mesa, mi cabeza reposa en la pierna de Rosé y cuando trato de levantarme un fuerte dolor en mi cuello hace que vuelva a la misma posición.
-Despertaste.- Rosé me mira un segundo y después vuelve su atención a la película.
-Me duele mi cuello.- susurro.
-Lo se, has dormido tres horas.
Oh.
-¿Quieres comer?
-No, todavía tengo sueño.
-Pues acomodate bien y duérmete de nuevo.- me da una palmadita en la frente y sigue viendo la película.
-Lisa te llamaron.- miro a Jisoo que sostiene mi celular entre sus manos y hace un mohin para aventarlo pero con rapidez me levanto y lo tomo.
Mala idea.
Mi cuello me reclama ese mal movimiento.
-¿Quien era?.- pregunto con una mueca mientras vuelvo a sentarme en el asiento y veo el número pero no se me hace conocido de ninguna parte.
-Ni idea, pensé que era Min Yoongi pero después vi que lo tienes registrado como "Mi príncipe". Marcaron varias veces pero no conteste..- toma un puñado de palomitas y se las mete a la boca de una.
-Yo no lo tengo registrado así.- frunzo el ceño y le pico en llamar al número desconocido.
Cuando empieza a sonar me levanto del asiento y voy a mi habitación, al momento de cerrar la puerta una voz conocida se escucha.
-¿Hola? ¿Lisa?
Miró a todos lados nerviosa y pienso en la opción de colgar pero no me siento capaz de hacerlo. Me animo mentalmente a contestar.
-Hola Taeyong ¿Qué se te ofrece?
-¿Uhh?
-Jisoo me comento que estuvieron marcando de este número, supongo que debías decirme algo ¿Ten está bien?
-Si, él está muy bien.- se aclara la garganta.- Solo quería saber si estabas ocupada este fin de semana.
-No, ¿Por qué?
-Dios, no sé cómo decir esto.- suelta una risita.- Yo quería saber si tú...¿Quieres salir conmigo este fin de semana?
Oh, oh.