Dame una oportunidad (Draco Malfoy y tú).

Capitulo 1 - Príncipe {segunda parte}

— Se fue…— exclame furioso mientras fulminaba con la mirada a Theodore y tomaba con desesperación mi rostro—…y es por tu culpa, Nott. Solo a ti se te ocurre aparecer en el momento menos indicado…

— Eso quiere decir que te estabas divirtiendo… — agrego Theodore mientras golpeaba ligeramente mi espalda, como si estuviera felicitándome o algo por el estilo.

«Simple y llanamente era un cínico»

— Y tú lo arruinaste…— gruñí mientras miraba a mi alrededor para poder encontrar a la chica del vestidos rojo.

No era fácil ya que había muchas personas en el lugar y una chica delgada podría perderse entre la gente.

«Maldito Theodore »

Volví a mirar a Nott con odio y apreté los puños para no golpear su fino y entrometido rostro.

Él pareció entender mis intenciones, porque levanto las manos en el aire mientras decía “Lo siento, Draco, realmente lo siento”, pero en estos momentos no necesitaba descargar mi ira en él, tal vez más tarde. Lo que ahora necesitaba era encontrar a esa chica misteriosa.

Deje solo a Theo mientras me encaminaba por el concurrido Salón de baile. Mis ojos escaneaban todo el lugar intentando encontrarla. Hasta que la vi sentada a lado de unas chicas conversadoras.

Ella tenía la mirada perdida en sus manos, como si no pudiera creer lo que había sucedido minutos antes o debía ser porque varios chicos se le habían acercado para, según yo, pedirle que bailara con ellos, pero ella simplemente se negaba y bajaba la cabeza.

Por suerte, los chicos idiotas no insistieron y la dejaron sola.

«Yo no aceptarla un no por respuesta»

Mientras me acerca, el grupo de chicas que estaban a lado de ella, ni bien me vieron caminar hacia ese lugar, empezaron a alisarse el cabello o el vestido que llevaban.

« ¿Que pensaban? ¿Qué iba a invitarlas a salir? »

Estaban muy desesperadas si pensaban eso…

— ¿Me concede esta pieza? — pregunte mientras hacía un tipo de reverencia a la chica del antifaz rojo.

Ella levanto rápidamente la vista y miro sorprendida como le tendía una mano.

Se comportaba como si nunca antes hubiera visto a un chico delante de ella.

Era muy inocente lo que lo hacía cada vez más un reto para mí.

— Lo siento… no sé bailar…— respondió con esa voz suave y dulce que tenía, que parecía más un susurro que una respuesta.

— No hay problema con ello… Podría enseñarle, solo si usted me lo permite…—continúe esperando que ella tomara mi mano extendida.

La vi dudar por un momento, primero miraba mi mano luego mi rostro, como si esperara que yo retirara lo dicho, ella estaba loca si creía que lo haría.

Cuando estuvo realmente segura de que estaba hablando enserio, tomo mi mano con temor y se levantó lentamente del asiento. Ni bien lo hizo coloque mis manos en su cintura para atraerla hacia mi cuerpo, ella al instante se puso rígida y tuve el presentimiento de que iba a alejarse. Antes de que lo hiciera dije con una voz que debía sonar protectora y nada amenazante:

—Te ibas a caer…— lo sé, eso sonó un tanto estúpido!, pero era lo único que se me ocurrió en este momento, sin embargo ella no pudo notar la vacilación en mi voz, solo asintió frenéticamente con la cabeza.