CAPÍTULO IV

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Un nombre cruzó por mi cabeza "Dario" lo había dejado plantado. El trato era que todas las mañanas nos iríamos juntos en el transporte.

Saqué mi celular y le envíe un mensaje diciendo que no cumpliría hoy el trato que después se lo explicaba, tardó menos de lo esperado en contestar >>Mira que cosas, yo tampoco lo cumpliré<<

Llegamos a la escuela y Bruno me abrió la puerta, un gesto caballeroso.

- ¿Iremos al hospital saliendo? –preguntó Bruno para romper el silencio que se había apoderado de nosotros

- Esa es la idea –le respondí

Un chico alto y robusto se acercó a nosotros junto con Diego y Santiago

- Nos habló su mamá en la mañana, ya está bien –dijo el chico

- ¿Cuándo lo dan de alta? –investigó Bruno

- No sé, ¿me ves cara de doctor?

- No, yo te llamaría vagabundo –le dijo Santiago soltando fuertes carcajadas

- Bueno Santiago no te metas –le contestó

- Creo que no estás de ánimo hoy Bruce –le dijo Diego algo molesto

Bien, no sólo son 9 hombres, sino que ahora se han sumado 2. Ezio y éste. Bruno se despidió de mí y subió las escaleras mientras yo entraba al salón

- Tú explícate primero –me exigió Dario

- Bruno se ha ofrecido a traerme, tu turno –le dije mientras dejaba mis cosas en la banca.

- Bien, anoche llegué demasiado tarde a mi casa, hoy no quería venir pero mi padre me ha obligado arrastrándome al auto y con ello a la escuela –me dijo más a modo de queja que de explicación.

El día tenía cierto halo de misterio y desolación unidos a la emoción y alucinación que había en la cuidad.

Todo mundo murmuraba sobre lo sucedido con Rick pero más por el evento que aunque aún faltaba para que sucediera todo mundo alardeaba, pues Imagine Dragons daría un concierto el 27 de abril en el Palacio de los Deportes y la preventa comenzaría este sábado en la noche; había una pancarta con letras rojas en cada esquina de la ciudad "APARTA TU LUGAR"

Las manos de un hombre comenzaron a taparme los ojos y un hormigueo recorrió mi cuerpo.

Una electricidad distinta se posó en mis venas y sin pensarlo dos veces lo dije

- ¡BRUNO! –grité exaltada

- ¿Hiciste trampa? –dijo intentando amortiguar el que yo haya logrado adivinar su identidad.

- ¿Dudas de mí? –pregunté risueña

- ¿De qué nos perdimos ayer? –indagó Santiago mientras se acercaba a nosotros

- Nada –respondió Bruno intentando quitarle un poco de importancia a algo que ni siquiera lo consideraba sobresaliente.

Sonó la campana y las clases comenzaron, pero el tiempo pasó muy rápido y cuando fui consciente ya era receso.

Me levanté de mi silla notando que todos nuevamente salían tan rápido que el tiempo era suficiente para lograr no lidiar con nadie en los pasillos.

- ¿Te parece si vas a mi casa y lo hacemos? –preguntó Dario mirando hacia el pasillo un tanto indiferente

- ¿Qué? –pregunté lo suficiente distraída para exaltarme con sus preguntas

A TRAVÉS DE MIS OJOSWhere stories live. Discover now