Cap 1.

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Allí se encontraba ella.....sentada en su oficina con la cabeza apoyada en la silla, mientras su mente lo llevaba a otros momentos....momentos no tan agradables como ella quisiera.

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M: vamos Estrella, pégame. Una mujer enojada no sólo insulta y grita, también pega. Qué te impide hacerlo? ( decía firme pero con el corazón partiéndose)

Estr: no soy estúpida señora, se qué en cuanto la pegue se irá corriendo a decírselo a mi papá

M: no lo haré....te lo juro. Anda, solo eso te falta. Ya me gritaste y insultaste....si te hará feliz hazlo...pégame.

El golpe en la mejilla le dolió....pero no más de lo que le dolía el corazón y alma. Lo último que se imagina una madre al enterarse de que está embarazada, es que algún día ese hijo o hija le daría una cachetada.....con dolor y lágrimas en los ojos le preguntó.

M: te sientes mejor ahora Estrella?

Ella no contestó, solo abrió la puerta y se fue. Dejándola allí, con el alma y el corazón hecha pedazos.

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M: es cierto eso Esteban?  Tu la trajiste aquí?

E: claro que no....

AR: no mientes Esteban,  me trajiste aquí cuando cumplimos un mes de novios. Dijiste que este cuarto seria nuestro lugar especial.

E: ya deja de mentir Anna Rosa, no creas lo que ella está diciendo Maria. No es cierto...

AR: si no es cierto,  Cómo puedes explicar que tengo las llaves de este cuarto?

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M: Qué fue eso tan malo que hice en mi otra vida para sufrir tanto en esta? ( decía ya con la voz quebrada mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas)

Unos golpes en la puerta fueron los que la trajeron devuelta.

G: perdón Maria.

M: no pasa nada Gerardo, pasa. ( secándose las lágrimas.)

G: estás bien?  ( preguntó acercándose a ella) Qué tienes?

M: problemas personales como todos.

G: Quieres hablar? Vamos, te invito un café y allí me cuentas.

M: muchas gracias, pero no quiero salir y mucho menos hablar.

G: sabes que para lo que necesites aquí estoy verdad?

M: gracias.

El la quería, eso ya no era secreto. Con intención de darle apoyo la abrazó y ella no lo impidió porque lo necesitaba. Pero unos ojos interpretaron mal la situación.

** ya en la noche entraba a su      ¿hogar? Entraba a pasos lentos...

Estr: le voy a pedir una cosa señora. Se que será difícil para usted por la clase de mujer que es pero....respeta esta casa. Era la casa de mi madre y también le pido que respete el nombre de mi padre....deja de engañarlo con el primero que se pase enfrente.
Deja de portarse como una cualquiera.

M: ya basta... ( gritó)

Estr: vaya, hasta que al fin muestra su verdadera cara...al fin sacó las uñas....

M: sigo siendo la misma, pero ya me harté. Me cansé de que me griten, me insulten sin que yo les haya echo nada. Lo único que he echo es quererlos....A ti y a tus hermanos.

H: nosotros no se lo pedimos señora.... ( dijo desde la puerta). Si ya no soporta nuestro comportamiento entonces váyase de esta casa...o mejor muerese. Ya se lo dijimos,  nada nos hará más feliz que verla muerta.

E: bueno ya basta....no voy a permitir que sigan ofendiendo a Maria a MI esposa. Qué les hizo? ( gritaba Esteban cerrando con fuerza la puerta)

Estr: quiere ocupar el lugar que le corresponde a mi madre....

E: ya basta, estoy harto de esa mentira. ( decía furioso)

M: Esteban.. ( decía tratando de controlarlo)

E no Maria,  ya es hora de que te respeten. ( a sus hijos) Maria es y ha sido la única señora de esta casa....la única mujer que he amado.

H: así que si es cierto que ustedes eran amantes cuando mi mamá vivía.

E: solo ha habido una señora San Román.

Estr: pero de qué hablas papá?

E: la mujer del retrato no existe...la única señora San Román que ha existido es Maria. Maria.....es su verdadera madre.

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