2.8 Segundo Quiebre: La Arquera.

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"Te vez horrible Raven."

"Ya te lo dije, estoy bien Rose."

Ambas mujeres se encontraban sentadas alrededor del comedor en la cocina, la charla iniciando después del disfrute de sus almuerzos.

Esta era oportunidad de Rose en seguir insistiéndole a la mitad demonio en ponerle más importancia a su salud.

La chica se veía terrible, estaba tan pálida como una hoja de papel. Pero Raven era obstinada como una vieja mula y se negaba a reconocer el estado en el cual se encontraba. Tampoco aceptaba el hecho de que alguien le ayudara.

Según la información obtenida de Damian, Raven podía estar enferma de algún virus alienigena, era imposible que un doctor la pudiera curar. Necesitaban encontrar a alguien con conocimientos relacionados con su naturaleza endemoniada o algún experto en las artes oscuras.

"Usualmente nadie me importaría tanto como para insistir pero...¿Por que no quieres pedir ayuda?. Puede faltarnos dinero pero puedo poner un poco de mi fuerza bruta y con eso cualquiera accedería a ayudarnos. Estas comenzando a verte como un zombie tan muerto como el mar muerto."

"Hey, gracias por los ánimos" Raven contestó con sarcasmo su comentario el cual la rubia ignoró.

"Estas muy pálida y tu ojeras llegan hasta tu barbilla. Tu cuerpo literalmente grita ayuda"

"Estoy bien"

"Hoy en la mañana te desmayaste."

"No me desmayé Rose, me quede dormida mientras meditaba"

"¿Sobre el suelo?"

Rose recordaba como por la mañana salió de su cama al baño solo para encontrar a su compañera de cuarto inconsciente en el suelo.

"Tal vez estas enferma de algo fuera de este mundo. Podemos pedirle ayuda a alguien con conocimientos sobre el tema"

"Ni siquiera se te ocurra buscar ayuda. Estoy cansada, me falta tiempo para acostumbrarme a sentir tantas emociones por tantas horas. Además, mi relación con Eric esta moviendo demasiado mis emociones últimamente" Raven se recargaba sobre el respaldo de su silla mordiendo sus labios de forma de evitar la sonrisa formándose en sus labios.

"Espera, espera. ¿Desde cuando estás en una relación con Eric?"

"Eso no te importa"

"Dijiste no desear tener una relación con un simple mortal. ¿Cuando cambiaste de idea?...Oh...A menos que..." Rose dijo sugestivamente provocando un pequeño rubor en la chica oscura "¿Ya te dio una probadita de su paleta?. Raven, eres una traviesa"

"Sí estoy en una relaciona con él es por lo que sus emociones me hacen sentir y no por los posibles talentos que podría tener en la cama."

"Todas dicen eso." La risa burlona de Rose paró cuando vio a Raven levantarse para comenzar a recoger su bolso "Oye bruja,  ¿A donde vas?"

"A trabajar." Raven comenzó a guardar su mandil y sus otras herramientas de trabajo.

En serio la bruja estaba loca, con esa fachada le sorprendía que incluso pudiera estar parada.

"Deberías de faltar al trabajo para descansar, yo le hablo a tu jefa para pedirle tu des-"

"Estoy bien" Raven murmuró entre dientes interrumpiendo su oración  "Debo irme, no me esperes en la noche, llegare tarde." Sin darle un segundo vistazo la chica salió del departamento cerrando con fuerza la puerta.

Rose conocía muy poco sobre Raven, pero la conocía lo suficiente como para saber que esos mareos o desmayos eran anormales en ella.

Se creyó el cuento del cansancio los primeros días, pero ahora había pasado demasiado tiempo sin cambios de mejoría en ella. ¿Qué tan casado podría ser  servir unas cuantas tazas de café a comparación de ser un superhéroe a tiempo completo?.

RupturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora